El papa León XIV comienza oficialmente su pontificado este domingo con una misa en la Plaza San Pedro, en el Vaticano, que contará con la presencia de más de 150 delegaciones internacionales y una multitud estimada en 250.000 fieles. Según informó la Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice, la celebración marcará el inicio del ministerio petrino de Robert Francis Prevost, el estadounidense-peruano elegido como sucesor del fallecido papa Francisco.
El acto tiene su punto central una misa al aire libre frente a la Basílica de San Pedro. Una hora antes, León XIV recorrerá la plaza en papamóvil para saludar a los fieles. Participarán jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, entre ellos Sergio Mattarella y Giorgia Meloni por Italia; Dina Boluarte por Perú, país donde Prevost fue misionero; y James David Vance junto a Marco Rubio por Estados Unidos, su nación de origen.
A nivel protocolar, las delegaciones se ubicarán según un orden de prioridad: primero Italia, luego Perú y finalmente Estados Unidos. El resto se acomodará alfabéticamente, según el nombre en francés de cada país. Entre las presencias destacadas están los reyes Felipe y Letizia de España; Felipe y Matilde de Bélgica; Máxima de los Países Bajos; el príncipe Alberto y la princesa Charlene de Mónaco; y Enrique de Luxemburgo.
Desde la Argentina, el presidente Javier Milei viajará a Roma para participar del evento, lo que le impedirá votar en las elecciones legislativas porteñas, que también se celebran este domingo. Según confirmaron fuentes oficiales, la comitiva estará integrada también por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el canciller Gerardo Werthein.
También asistirán el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky; el israelí Isaac Herzog; el colombiano Gustavo Petro; el libanés Joseph Aoun; el húngaro Tamás Suklyok; el polaco Andrzej Duda; el portugués Marcelo Rebelo de Sousa y el eslovaco Peter Pellegrini. En representación de la Unión Europea estarán Ursula von der Leyen y Roberta Metsola. También confirmaron su participación Anthony Albanese (Australia), Christian Stocker (Austria), François Bayrou (Francia) y Mark Carney (Canadá).
Durante la ceremonia, tres cardenales representativos de distintos continentes impondrán las insignias litúrgicas propias del pontificado: el palio y el Anillo del Pescador. Se trata de los cardenales Dominique Mamberti (Francia), Fridolin Ambongo Besungu (República Democrática del Congo) y Luis Antonio Tagle (Filipinas).
El palio, elaborado con lana de corderos, simboliza la figura del Buen Pastor que carga a la oveja sobre sus hombros y alude al triple llamado de Jesús a Pedro de apacentar a sus corderos. El Anillo del Pescador, por su parte, remite a la autoridad pastoral de Pedro, primer vicario de Cristo, y representa su misión de confirmar en la fe a los hermanos.
La inicia en el interior de la Basílica con una oración del Papa ante la tumba de San Pedro. Luego se entonan las alabanzas en procesión hacia el altar exterior. El atrio de la Basílica se decora con un tapiz que representa la pesca milagrosa, basado en un diseño de Rafael Sanzio. En el altar se ubica una imagen de la Virgen del Buen Consejo, proveniente del santuario mariano de Genazzano.
La Liturgia de la Palabra incluye lecturas en español, italiano e inglés. El pasaje evangélico es leído en latín y griego, y aborda el momento en que Jesús pregunta tres veces a Pedro si lo ama y le encomienda el cuidado de su rebaño. Este pasaje es central en la doctrina sobre el primado del Papa en la Iglesia católica.
Después de la proclamación del Evangelio, los tres cardenales asignados realizan la imposición del palio, la entrega del anillo y una invocación al Espíritu Santo. Luego se celebra el rito de la “obediencia”, en el que doce personas representativas del pueblo de Dios -entre ellas una pareja, dos jóvenes y el prepósito general de los jesuitas- expresan su fidelidad al nuevo Pontífice.
La ceremonia continúa con la homilía papal, el rezo del Credo y la oración universal. Después se lleva a cabo la Liturgia Eucarística, con la plegaria del “Canon Romano” y el rito de comunión.
En los ritos finales, León XIV imparte la bendición solemne, basada en la imagen bíblica de la vid y el sarmiento, que invoca la protección de Dios sobre la Iglesia. Al concluir, saluda a los representantes de las delegaciones oficiales desde el Altar de la Confesión.
Con información de AFP y AP.