Durante su participación en El Valor de la Verdad, Leslie Moscoso abrió su corazón para recordar una etapa compleja de su carrera: sus primeros años en la televisión peruana.
Con una mezcla de nostalgia y humor, la actriz cómica reconoció que en aquel entonces Mariella Zanetti y Tula Rodríguez le hicieron “pagar derecho de piso” cuando recién empezaba como bailarina en el popular programa “Risas de América”.
Beto Ortiz le lanzó la pregunta directa: “¿Te hacían pagar derecho de piso Mariella Zanetti y Tula Rodríguez?”. Luego de una pausa de varios segundos y con la tensión característica del programa, la respuesta fue contundente: “Sí. La respuesta es verdad”.

Con serenidad y algo de ironía, Leslie explicó que hoy lo recuerda como una anécdota más de su juventud.
“Lo recuerdo como algo gracioso, ahora como una anécdota, se podría decir. Yo apenas me iniciaba como bailarina en Risas de América, y ellas ya eran figuras del programa. Había un orden para maquillarse, peinarse, y quien llegaba temprano era quien podía hacerlo primero. Pero cuando ellas llegaban más tarde, igual querían arreglarse antes que todas”, relató.
La comediante narró que en varias ocasiones fue literalmente sacada del maquillaje mientras se preparaba. “A veces estaba a medio peinar o maquillar y me decían: ‘Ey, ¿sabes qué? Tú eres bailarina, tú tienes un rol secundario, de repente ni te ponchan. Yo tengo libreto, soy actriz, tengo protagonismo’. Entonces tenía que levantarme e irme. Me iba al baño a terminar de arreglarme”, recordó entre risas.

Sin embargo, aquel trato no fue solo hacia ella. “Cuando llegaba al baño veía a varias chicas más arreglándose. Dije: ‘Ah, también les hicieron lo mismo’. Era algo clásico, pero lo tomo ahora con humor. Eran las divas del programa y se daban ciertos permisos. Los tiempos han cambiado”, agregó.
Beto Ortiz comentó que ese tipo de jerarquías eran parte de una televisión que ya no existe. Leslie coincidió: “Sí, ya cambiaron las cosas. Pero antes sí te hacían pagar derecho de piso. Incluso entre bailarinas se escondían las cosas: los zapatos, las mallas, las lentejuelas. Todo con tal de sobresalir. Ahora, desde mi posición, trato de hacer lo contrario. Cuando llegan chicas nuevas, yo las ayudo, les doy consejos, las apoyo. Entre mujeres debemos impulsarnos, no competir”.

¿Sufrió bullying en América Televisión?
En otro momento del programa, Beto Ortiz le preguntó si también había sufrido bullying en América Televisión, a lo que ella respondió sin dudar:
“Sí, también”. La actriz reveló que, además de los roces con sus compañeras, enfrentó situaciones de discriminación y maltrato detrás de cámaras, principalmente por ser sobrina de Ernesto Pimentel.
“Ser sobrina de Ernesto quizás me jugó en contra. Escuchaba cosas como: ‘Estás aquí solo porque eres su sobrina’, ‘porque talento no tienes’, o ‘ponla atrás, no puede figurar’. Me decían que estaba gorda o que no servía para esto. Fue difícil. Me afectó mucho en la autoestima”, confesó.
Según relató, las críticas provenían no solo de compañeras, sino también de miembros de producción. “Eran personas con poder de decisión. Me mandaban atrás o me hacían sentir que no merecía estar ahí. Y aunque muchas veces quise defenderme, prefería callar para no causarle problemas a Ernesto. No quería que pensaran que me quejaba por gusto”, explicó.

La intérprete señaló que en esa época optó por mantenerse en silencio, pero con el tiempo aprendió a valorarse y defenderse. “Antes no decía nada por evitar problemas. Hoy entiendo que no era justo, pero también me sirvió para aprender y fortalecerme. No eres monedita de oro para gustarle a todo el mundo”, reflexionó.
Beto Ortiz destacó que lo vivido por Moscoso refleja el ambiente hostil que muchas veces caracteriza a la televisión, un mundo lleno de egos y rivalidades. Leslie asintió con calma: “Sí, es así. Pero sobreviví, aprendí y crecí. Lo importante es seguir adelante, no dejar que nada ni nadie te frene”.
Hoy, con una trayectoria consolidada, Leslie Moscoso afirma que el tiempo y la experiencia la ayudaron a transformar el dolor en aprendizaje. “No guardo rencor. Me quedo con lo bueno, con lo que me ayudó a crecer. Ahora solo quiero seguir trabajando y dar lo mejor de mí”, concluyó.

