En un mes signado por las elecciones legislativas y las dudas que giraron en torno a la volatilidad cambiaria, la inflación cerró octubre con un avance de 2,3%. Se trató del IPC más alto desde abril (2,8%), pese a que, como sucedió durante el año, el traslado a precios del salto del dólar fue bajo.
La suba de precios acumuló 24,8% en lo que va del año y fue de 31,3% en los últimos 12 meses, según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). La inflación núcleo, que no contempla subas estacionales ni de servicios regulados, mostró un avance de 2,2% –había sido de 1,9% en septiembre–.
La división de mayor aumento en el mes fue Transporte (3,5%), seguida de Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (2,8%). “La división con mayor incidencia en la variación mensual regional fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, a excepción de Patagonia, cuya mayor incidencia se registró en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles”, precisó el informe oficial.
En contraste, las dos divisiones que registraron las menores variaciones fueron Equipamiento y mantenimiento del hogar y Recreación y cultura, ambas con 1,6%. En tanto, a nivel de las categorías, los precios Estacionales (2,8%) lideraron el incremento, seguidos por Regulados (2,6%) e IPC núcleo (2,2%).
El alza de los precios estuvo en torno a lo esperado por los analistas. El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) –que elabora el Banco Central (BCRA) entre consultoras, bancos y otros actores del sector privado–, había pronosticado para el décimo mes del año una inflación entre 2,2% y 2,3% (cifra 0,3 puntos mayor al REM anterior), con la medición núcleo ubicándose entre 2,1% y 2,2%.
En la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, la inflación de octubre no había variado respecto del mes anterior. Según informó el viernes pasado el instituto estadístico porteño, su índice marcó 2,2%, misma cifra que en septiembre y aun por encima de agosto (1,6%).
El dato del Indec se conoce en un contexto de calma para la economía, luego del triunfo oficialista en las elecciones legislativas y de un mercado cambiario que se estabilizó en las últimas semanas. A eso, hay que sumarle una baja considerable del riesgo país y un rebote importante de las acciones de empresas locales.
En una mirada más amplia, la encuesta del BCRA entre los agentes privados del mercado arrojó como resultado que la inflación cerrará el presente año levemente por debajo del 30%: concretamente, la estima entre el 29,9 y 29,6%, con lo que marcaría el menor registro en ocho años (fue del 24,8% en 2017) y mostraría una marcada reducción desde el 117,8% acumulado el año pasado y más aún respecto del 211,4% que alcanzara en 2023, año despedida de la gestión de Alberto Fernández.
La inflación empezó a pesar menos en el discurso oficial porque hace meses que las encuestas de opinión registran que otras preocupaciones son más importantes para los argentinos. Si bien la baja de inflación es la política oficial más reconocida por los consultados, una encuesta del mes pasado realizado por Casa Tres, que dirige Mora Jozami, puso al tope del ranking de preocupaciones a la “economía en general” (16%). Luego, aparecen la “corrupción” (15%) y más atrás los “bajos salarios” (11%).
La mirada de los analistas
El economista Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, analizó que, si bien el IPC de octubre tuvo cierta aceleración, está por debajo del 2,7% de igual mes de 2024. “Obviamente que en el contexto de los últimos meses implica una mayor inflación, porque veníamos de 1,5% en mayo, 1,6% en junio, 1,9% en julio y agosto, y 2,1% en septiembre”, opinó.
Para Tiscornia, el dato de octubre estuvo influenciado por el salto que tuvo el dólar en gran parte del mes. “Evidentemente, la mayor suba del tipo de cambio tuvo algún efecto sobre los precios. En líneas generales, yo diría que ese impacto fue acotado, pero, en definitiva, existió”, destacó el economista.
En tanto, la economista Florencia Iragui, de la consultora LCG, señaló que el dato de inflación acumulada en el año –de casi 25%– se ubica en un nivel “muy inferior al de los dos años anteriores, pero todavía arroja señales que habrá que seguir de cerca”.
Iragui marcó como puntos destacables del IPC de octubre las aceleraciones en rubros como Alimentos y Bebidas (27% del índice), que aumentaron un 2,3% mensual en octubre (versus 1,9% en septiembre), y Transporte, que fue el rubro con mayor inflación con un 3,5% mensual, muy afectado por los incrementos de Combustibles y Transporte Público en algunas regiones. “La desaceleración de Educación y Salud, ambos regulados, lograron compensar parcialmente la aceleración de los primeros”, agregó.
Además, Iragui subrayó: “Otro dato a destacar es la aceleración de la inflación núcleo, la cual volvió a estar por encima del 2% (2,2% mensual en octubre 2025 versus 1,9% en el promedio de los últimos 5 meses (mayo-septiembre)”. Y proyectó: “Para adelante vemos un sendero algo estancado en torno al 2%, implicando que 2025 podría cerrar en torno 31% de inflación anual”.
Por su parte, el economista Claudio Caprarulo, director de Analytica, dijo que el dato coincide con la estimación que había hecho su consultora. “La inflación de octubre estuvo marcada por una aceleración en alimentos y bebidas, en particular en carnes y frutas”, comentó.
De cara a lo que puede suceder en este mes en curso, Caprarulo estimó: “Con datos a la primera semana, nuestra proyección para noviembre se mantiene en porcentajes similares. El 2% se consolida como el piso de la inflación para los próximos meses”.
Clara Alesina, analista de la Fundación Libertad y Progreso, opinó que el dato de octubre refleja el impacto del contexto electoral, caracterizado por mayor incertidumbre y una fuerte búsqueda de cobertura ante eventuales cambios. “Esto generó presión sobre el tipo de cambio y el riesgo país, factores que impulsaron los precios a la suba”, explicó.
En este sentido, Alesina precisó que el tipo de cambio financiero aumentó en promedio 4,5% durante el mes, contribuyendo a la aceleración. “También incidieron los aumentos estacionales, que crecieron 2,8%, el mayor ritmo en tres meses, mientras que los precios regulados avanzaron 2,6%, en línea con los incrementos previos”, añadió.
Para Alesina, si bien en los próximos meses podría persistir cierto rezago del impacto cambiario, noviembre muestra un escenario distinto. “El resultado electoral reforzó la confianza en la continuidad del programa económico, al garantizar el equilibrio fiscal y, por ende, una menor necesidad de emisión monetaria. En este contexto, se espera que la inflación retome su senda de desaceleración en los próximos meses”, concluyó.