Las recientes declaraciones del pastor Miguel Arrázola, quien calificó al abogado y precandidato presidencial Abelardo de la Espriella como un “designio de Dios” y el “Ciro que necesitaba el país”, han generado reacciones de diferentes personas.
Algunas personas han interpretado estas afirmaciones como un intento de manipulación de la fe con fines políticos, lo que ha reavivado el debate sobre la relación entre política y religión en el país.
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Durante un encuentro público, Arrázola y su esposa, reconocidos líderes pastorales, expresaron abiertamente su respaldo a De la Espriella. En sus palabras, “es un designio de Dios, un designio de Dios lo ha elegido y creemos firmemente que es el Ciro que necesitaba el país”.
Esta postura generó reacciones entre colombianos, creyentes y no creyentes y hasta miembros de la comunidad cristiana colombiana, que si bien no son mayoría, tienen sus propias opiniones y cuestionaron el uso de la investidura pastoral para legitimar candidaturas políticas.
Entre las voces críticas destaca la de Nataly Álvarez, presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma del Caribe y quien se considera cristiana, según su video en el que critica la relación de algunos pastores evangélicos con la política.

En un video difundido ampliamente en redes sociales, manifestó su inconformidad ante lo que considera una instrumentalización de la fe. Álvarez señaló: “Pensé mucho en si hacía este video, pero no me puedo quedar callada. Siento indignación al ver a pastores cristianos haciéndole el juego al circo político de Abelardo de la Espriella, porque una cosa es hacer política y eso no está mal, pero otra muy distinta es usar el nombre de Dios para manipular la fe del pueblo cristiano”.
Para Álvarez, la gravedad de la situación radica en que “pastores que se atreven a decir bajo la investidura que tienen que de la Espriella es el próximo Ciro, que es un designio divino y que Dios lo ha elegido. No, señores, eso no es fe, eso es manipulación, eso es mercantilizar lo sagrado y es una completa transgresión a lo santo”.
El debate se ha centrado en la denuncia de la supuesta manipulación de la fe y la mercantilización de lo sagrado, prácticas que, según Álvarez, atentan contra los valores fundamentales del cristianismo. “No cualquiera es pastor y hay que decirlo sin miedo, hay falsos profetas, gente que juega con la fe del pueblo y que confunde a los creyentes y que usa el nombre del Señor para servirle al poder”, afirmó, subrayando la preocupación por el impacto de estos discursos en la comunidad.
Frente a este panorama, Álvarez hizo un llamado a los creyentes para rechazar lo que ella califica como oportunismo religioso y político: “Hago un llamado legítimo a todos los creyentes para que reprochemos esa forma de fe oportunista que se vende al mejor postor”.

Pese a que el apoyo De la Espriella por amplios sectores religiosos es mayoría, Álvarez no es la única cristiana inconforme con lo denunciado.
“Terrible yo quedé indignada en mi iglesia con la misma manipulación”, afirmó Margarita Rodelo García, quien es directora del colectivo Mujeres y Paz, de Barranquilla, y quien además es abogada Especialización en Derecho Constitucional y Administrativo.
Otra voz en torno a lo mencionado por Álvarez fue la del Oman Vásquez, columnista en el medio internacional Investing.com España. “En realidad cualquiera es pastor y eso de satanizar la política solo es otra opción de creencia porque de verdad tiene más relación de lo que ven. Se trata de elegir quién guía a un pueblo nada diferente y las personas pueden meter a Dios donde quieran porque al final cualquier postura viene de ellos y no de ningún Dios”.
“Un hombre que se declara ateo y hoy, por intereses de codicia, anda hecho el Cristiano, no sé cómo las personas, por más fe que tengan, no puedan criticar a sus líderes religiosos”, afirmó otro usuario en redes sociales.
Este último tocó un tema que ha sido también polémico en la carrera presidencial de De la Espriella: cuando afirmó que era ateo y no creía en “nada que la razón no pueda explicar”.

Y es que, un video difundido por la periodista e influencer Laura Camila Vargas se viralizó en redes sociales tras cuestionar al precandidato presidencial Abelardo de la Espriella por su cambio de postura religiosa y el uso de la Biblia en su campaña electoral y explicando el motivo por el cual era importante la creencia religiosa de un candidato, para la política nacional, sobre todo si es de derecha.
«Lo que pasa es que en Colombia, un país donde ocho de cada diez personas se identifica como católica, declararse ateo es un lastre electoral, te cuesta votos y mucho más si buscas congraciarte con la derecha», afirmó Vargas.
El video de Vargas recordó una entrevista de De la Espriella en 2020, donde el abogado declaró: “Yo, en todo caso, no puedo jurar por Dios porque ya sabes… me imagino, que sabes que soy ateo”. Ante la pregunta de si era agnóstico o ateo, respondió: “No, ateo”, y agregó: “Nada, no creo en nada que la razón no pueda explicar”.
Vargas concluyó que la religión en la política colombiana funciona como un mecanismo para movilizar emociones y que, al convertirse en un accesorio electoral, se manipula a los votantes. “Cuando la fe se convierte en accesorio electoral, se pervierte la religión y se manipula a los votantes, porque lo que buscan no es guiar espiritualmente, sino manipular políticamente”, sentenció.
En diálogo con medios nacionales, De la Espriella, había afirmado que tras “una experiencia personal”, había vuelto a creer en Dios.
