El plan de la Unión Europea para congelar de manera indefinida los activos rusos, dejando abierta la posibilidad de usarlos como garantía de futuros préstamos a Ucrania, apareció tras extensos debates entre líderes europeos en Bruselas. Según informó Europa Press, la decisión de destinar un préstamo de 90.000 millones de euros a Ucrania hasta 2027 llegó tras dieciséis horas de negociaciones durante una cumbre marcada por desacuerdos sobre el futuro de los bienes rusos inmovilizados por las sanciones. António Costa, presidente del Consejo Europeo, anunció que hay un acuerdo para financiar a Ucrania a través de deuda conjunta europea sin recurrir, por ahora, a esos activos.
Tal como publicó Europa Press, Costa declaró públicamente que la Unión Europea se reserva el derecho de utilizar los activos rusos congelados para reembolsar este préstamo en caso de que Rusia no cumpla con el pago de reparaciones a Ucrania. Explicó que la decisión constituye una contribución clave para fortalecer la posición de Kiev en la mesa de negociación, además de enviar un mensaje directo a Moscú sobre la determinación europea para mantener el respaldo a Ucrania. El acuerdo, según sostuvo, significa que la ayuda financiera seguirá fluida para cubrir las necesidades del gobierno ucraniano en el contexto del conflicto bélico.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, precisó que la UE empleará la fórmula de la “cooperación reforzada” entre veinticuatro estados miembros, con la excepción de Hungría, República Checa y Eslovaquia, que decidieron no participar en el plan. Von der Leyen detalló que la financiación provendrá de la emisión de deuda en los mercados de capitales, respaldada por el margen presupuestario europeo, lo que permitirá sostener económicamente a Ucrania sin que el país deba reembolsar el préstamo hasta que reciba las reparaciones correspondientes. De acuerdo con Europa Press, Von der Leyen enfatizó que los líderes europeos optaron por un mecanismo eficaz y urgente ante la dificultad de activar el uso directo de los activos rusos congelados.
Durante la cumbre en Bruselas, los jefes de Estado y de Gobierno no consiguieron superar las diferencias surgidas alrededor de la propuesta presentada por la Comisión Europea de destinar los activos embargados de Rusia, observando que existen riesgos jurídicos, técnicos y financieros que complican la operación. Según reportó Europa Press, Costa insistió en que lo central para la UE era cubrir las necesidades financieras de Ucrania hasta 2026 y 2027, dejando en pausa la opción de recurrir a esos bienes hasta hallar soluciones viables a los desafíos legales detectados.
Según consignó Europa Press, una novedad en la negociación fue la decisión de congelar indefinidamente los activos rusos retenidos en Europa, una medida que solo podrá revertirse con una votación de mayoría calificada. Von der Leyen celebró el avance hacia un consenso, destacando la capacidad del bloque para encontrar un camino intermedio entre posturas opuestas y responder a las urgencias de Ucrania. Mientras tanto, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, quien concluyó su presidencia semestral del Consejo de la UE apoyando el uso de los bienes rusos, valoró como positiva la unidad europea que se consiguió al final del proceso, después de explorar modelos alternativos para la canalización de fondos.
Las discusiones también reflejaron preocupaciones planteadas por Bélgica y otros países, centradas en encontrar un mecanismo que atendiera tanto a las exigencias legales como a las estratégicas. Durante la cumbre, la Comisión Europea mantuvo negociaciones paralelas para concretar una propuesta de conclusiones que satisficiera las demandas específicas del Ejecutivo belga, según detalló Europa Press.
El canciller alemán, Friedrich Merz, reaccionó al acuerdo mediante una declaración en la que subrayó que este pacto europeo constituye un mensaje importante sobre el fin de la guerra. Europa Press recogió sus palabras: “Es un mensaje decisivo para el fin de la guerra, porque el presidente ruso, Vladimir Putin, solo hará concesiones cuando se dé cuenta de que su guerra no dará frutos”. Merz afirmó que los activos rusos congelados permanecerán bloqueados hasta que Rusia pague las deudas de reparación a Ucrania. Sostuvo además, de acuerdo con el medio, que “Si Rusia no paga las reparaciones, utilizaremos, en plena conformidad con el Derecho internacional, los activos rusos inmovilizados para devolver el préstamo”.
La estructura del préstamo implica que Ucrania no deberá iniciar devoluciones hasta que Rusia asuma sus responsabilidades con respecto a las compensaciones. La colaboración bajo el mecanismo de “cooperación reforzada” permitirá que el préstamo no compute para la deuda nacional de los países participantes y cuente con el respaldo directo de los bienes rusos congelados en territorio europeo, describió Europa Press en su cobertura. Así, el apoyo financiero de 90.000 millones de euros se canalizará en un horizonte plurianual mediante deuda conjunta europea.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, reiteró durante una reunión bilateral con Volodímir Zelenski la necesidad de un respaldo económico europeo a Ucrania, justificándolo por razones de justicia, legales y morales, reportó Europa Press. Sánchez explicó que, aunque el uso inmediato de los activos rusos congelados sigue sobre la mesa, el compromiso prioritario consiste en mantener la continuidad del apoyo económico en las actuales circunstancias.
Europa Press también relató que la negociación resultó en la exclusión por el momento de Hungría, República Checa y Eslovaquia del mecanismo de cooperación reforzada, dado que estos países decidieron apartarse del acuerdo. El resto de los miembros consideró que el bloque europeo logra, de esta manera, preservar su capacidad de responder a la crisis ucraniana sin dilaciones. La Comisión Europea describió el resultado como un ejemplo de unidad cuando la situación requiere tomar decisiones, tal como declaró la primera ministra danesa durante la conferencia de prensa final.
Las posiciones divergentes al interior de la UE sobre el uso de los activos rusos dejaron en claro la complejidad de conjugar sanciones financieras internacionales con los marcos jurídicos nacionales y europeos. Según Europa Press, la fórmula adoptada por los líderes marca un nuevo paso en la combinación de flexibilidad institucional con presión diplomática y económica, manteniendo a Ucrania dotada de recursos para afrontar las consecuencias del conflicto sin relajar las políticas restrictivas contra Rusia. La decisión, por tanto, deja abierta la puerta a ulteriores debates sobre el destino de los activos congelados, garantizando que solo una mayoría calificada podría modificar la medida de inmovilización vigente.
