Mientras los residentes del sur de California se refugiaban durante un terremoto de magnitud 5.2 que ocurrió en marzo, un perro fue abandonado en una calle sin salida y poco transitada, detrás de una escuela. Nadie supo cómo el animal logró sobrevivir solo al temblor, pero cuando finalmente alguien advirtió su presencia, aún temblaba por la conmoción.
“Tenía ramas en el pelaje y estaba temblando y asustado”, escribió Suzette Hall, fundadora de Logan’s Legacy 29, en Facebook. Hall, una reconocida rescatista del área de Los Ángeles y su dedicada voluntaria, Mary Nakiso, corrieron a la escuela en cuanto supieron del pobre perro, que más tarde se llamaría Royce. Nakiso llegó primero, y lo que encontró junto al perro abandonado le rompió el corazón.
“Alguien le había dejado comida y agua”. Nakiso quedó devastada al saber que la persona que le dejó comida y agua a Royce no había intentado salvarlo. Pero mientras esperaba la llegada de Hall, Nakiso le prometió a Royce que nunca más lo abandonarían.
“El dulce perrito estaba listo para que lo ayudaran. Deseaba ayuda con todas sus fuerzas”. Cuando Hall llegó, buscó objetos en las inmediaciones de donde estaba escondido el perro para evitar que Royce escapara: portones y tachos de basura fueron suficientes para crear una suerte de corral del que no pudiera salir.
Sin embargo, cuando Nakiso y Hall se acercaron a Royce, esperando que saliera corriendo, se sorprendieron por su reacción. “Me dejó ponerle una correa alrededor del cuello. Ni siquiera se movió. Estaba agradecido de estar finalmente a salvo”.
Hall llevó a Royce a su camioneta y rápidamente lo trasladó al Hospital Veterinario Camino, donde recibió un chequeo completo y un baño relajante. Afortunadamente, los exámenes de Royce mostraron que estaba sano, y pronto se embarcó en su próxima gran aventura: un cambio de imagen.
El cariñoso personal veterinario afeitó el pelaje de Royce. En poco tiempo, el perro estaba libre de ramas y nudos, revelando una sonrisa de alegría y agradecimiento.
Royce pronto fue admitido en una casa de tránsito y rápidamente encontró una familia amorosa con la que quedarse. Sigue buscando a su humano definitivo, pero ahora mismo, este dulce perrito está más feliz que nunca.
Compartí una historia
Si tenés una historia de adopción, rescate, rehabilitación o ayudaste a algún animal en situación de riesgo y querés contar su historia, escribinos a [email protected]