A la hora de lavar las toallas, muchos se plantean siempre la misma duda: ¿con o sin suavizante? La lógica invita a pensar que añadirlo les dará un extra de esponjosidad, pero la realidad es justo la contraria. Con el paso de los lavados, las fibras pierden absorción y el tejido se vuelve más áspero. Entonces, ¿qué es lo más recomendable?
La pista está en las etiquetas, esas tiras de tela que solemos pasar por alto o cortar nada más estrenar la prenda. En ellas se esconden instrucciones básicas de cuidado que casi nadie lee y que, sin embargo, pueden marcar la diferencia en el resultado final.
Un ejemplo de ello lo resume el especialista en textil del hogar de la cuenta de TikTok @atexlier_textil_hogar, quien en uno de sus vídeos mostró la etiqueta de una toalla de Ikea donde podía leerse: «El suavizante puede disminuir la capacidad de absorción de la toalla».
POR QUÉ EL SUAVIZANTE PERJUDICA LA ABSORCIÓN
El especialista explicaba que la razón de esta advertencia está en la función del suavizante. Estos productos recubren la superficie del algodón con una fina película similar a la parafina, que sella la fibra y la vuelve hidrófuga. En la práctica, esto significa que la toalla repele el agua en lugar de absorberla, reduciendo su eficacia con cada lavado.
Este fenómeno explica que incluso las toallas aparentemente nuevas acaben endureciéndose y secando peor con el tiempo. La suavidad que se busca al añadir suavizante termina siendo contraproducente, ya que la fibra pierde poco a poco su función principal: absorber la humedad.
LA ALTERNATIVA RECOMENDADA: VINAGRE BLANCO
Para sustituir el suavizante sin renunciar a un buen resultado, el experto propone recurrir al vinagre blanco de limpieza. Añadir un tapón de unos 50 mililitros en el cajetín del suavizante es suficiente para eliminar residuos de jabón y cal que se acumulan en la fibra, mejorando así tanto la suavidad como la absorción.
Este truco casero, además de económico, no deja olor en el tejido tras el ciclo de lavado –como muchos piensan– y ayuda a prolongar la vida útil de las toallas.
CÓMO ALARGAR LA VIDA DE LAS TOALLAS
Además de evitar el suavizante, hay una serie de gestos sencillos que ayudan a conservar las toallas suaves y absorbentes durante más tiempo. Uno de ellos es lavarlas antes de usarlas por primera vez, ya que así aumenta su capacidad de absorción, tal y como indican algunos fabricantes en sus etiquetas.
También conviene respetar las temperaturas de lavado y secado: lo recomendable es usar un programa normal a un máximo de 60 grados y, si se recurre a la secadora, hacerlo a temperatura moderada (hasta 80 ºC). El planchado no debería superar los 150 ºC y la limpieza en seco está desaconsejada. En cuanto al material, al ser 100% algodón, es normal que pueda encoger hasta un 6% con los lavados.
A estas pautas básicas se suman otros consejos prácticos: no sobrecargar la lavadora para que el agua circule bien entre las fibras, utilizar la dosis justa de detergente para evitar residuos y secar al aire siempre que sea posible.