
Lorena Villaverde, tras no haber obtenido el respaldo para asumir en el Senado, finalmente renunció este miércoles a su banca en la Cámara alta. De todos modos, seguirá ejerciendo su cargo de diputada nacional, ya que le quedan dos años más de mandato.
La legisladora de La Libertad Avanza comunicó públicamente su decisión al compartir la carta que le dirigió al presidente de la Nación, Javier Milei. En la misma, denunció «operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas, diseñadas para destruir, desgastar y humillar».
Fue a tan solo 24 horas de que decidiera retirar su renuncia a la Cámara de Diputados, que había sido presentada con el objetivo de asumir en el Senado tras haber obtenido una banca en representación de la minoría en Río Negro durante las últimas elecciones.
La oposición trabó su ingreso al Senado denunciando supuestos vínculos de la libertaria con el narcotráfico y con Fred Machado.
La ex ministra de Seguridad y actual jefa de bloque de La Libertad Avanza en la Cámara alta, Patricia Bullrich, habilitó que su pliego vuelva a comisión y apoyó que no se le tomara juramento.
Había en ese movimiento, en los hechos, un mensaje: las respuestas que dio Villaverde no habían convencido.
Fuentes de su entorno no lamentaron su renuncia. Es más, advirtieron que la todavía diputada “tiene mucho que explicar ante la opinión pública”.
Es una situación que recuerda a la situación que terminó con José Luis Espert afuera de la lista de LLA y expulsado de la política.
La carta de Villaverde a Milei para renunciar al Senado
“Me dirijo a usted con el respeto y la convicción profunda que me trajeron a la vida pública: la defensa irrestricta de la libertad, el apego absoluto a nuestra Constitución Nacional y el compromiso inquebrantable con el proyecto de transformación que usted lidera y que, sin exagerar, está marcando un antes y un después en la historia argentina”, comenzó su texto público de renuncia Villaverde.
En la misiva a Milei, la diputada remarca que su renuncia “es una decisión que nace desde el amor, la responsabilidad y la coherencia”.
“Mis hijos están antes que cualquier cargo, porque ninguna ambición política vale más que su bienestar. En estos meses fui víctima de operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas, diseñadas para destruir, desgastar y humillar. No fueron discusiones políticas: fue una violencia calculada contra una mujer, una madre y una dirigente que incomoda a la vieja política”, denunció.
Ante esa situación, consideró: “Aceptar continuar bajo esas condiciones sería convalidar el daño y poner en riesgo a mi familia. No lo voy a hacer”.
“Al mismo tiempo, entiendo el momento histórico que estamos viviendo. Sectores del viejo régimen han intentado convertir mi situación personal en una herramienta para frenar las reformas, obstaculizar la conformación del bloque oficialista en el Senado y desgastar al proyecto de cambio. No voy a ser parte de esa maniobra. No me van a usar como pieza para detener el rumbo que millones de argentinos eligieron”, continuó Villaverde su acusación al sector opositor.
Además, aseguró que no se presentó a las elecciones “por un asiento, ni por una dieta, ni por honores personales”.
“Entré porque creo en la libertad, en el mérito, en el trabajo duro y en su liderazgo. Y precisamente por eso, porque creo en este rumbo como la única salida posible para la Argentina, pongo a su entera disposición mi renuncia a la banca de Senadora por la provincia de Río Negro”, indicó.
Para Villaverde, “ningún cargo vale más que la oportunidad histórica de que la Argentina rompa definitivamente con el fracaso estructural”.
“Yo soy libre y voy a defender la libertad, incluso si eso implica dar un paso al costado. No renuncio a mis convicciones. No renuncio a mi compromiso con Río Negro. No renuncio a acompañar este proyecto histórico. Solo renuncio a ser usada como herramienta para dañar al gobierno, a las reformas y al futuro de los argentinos”, concluyó la aún diputada.
