Una serie de chats hallados por las autoridades en dos celulares del suboficial de tercera Georgi Araujo Alva, conocido como ‘Puita’, han revelado las instrucciones directas que le daba Erick Moreno Hernández, alias ‘El Monstruo’, respecto al abastecimiento de ilegal de armas y municiones.
El contenido de las conversaciones refuerza las sospechas sobre redes de corrupción al interior de la institución. “Hermano, ¿puedes comprar accesorios en armería? Hazte una pues, hermanito, con las amistades que tienen guante”, le escribió el prófugo en aparente referencia a contactos dentro de la Policía Nacional (PNP) que tendrían acceso a armamento o podrían facilitar su obtención sin dejar rastro.
Los mensajes, obtenidos por la Fiscalía Contra la Criminalidad Organizada de Lima Noroeste y difundidos este domingo por Cuarto Poder, exponen que Araujo Alva habría utilizado su posición para actuar como brazo operativo de la banda ‘Los Injertos del Cono Norte’.
“Hermano, ya está entrando. Ve saliendo, papi. Ya están entrando, cholo”, le indicaba en otro intercambio. Según la Dirección de Investigación Criminal, el agente filtraba datos sobre operativos policiales con el fin de frustrar intervenciones contra la banda.
En sus celulares también se encontraron comprobantes de pago y transferencias que refuerzan la acusación. Una de estas operaciones por S/ 1,000 fue realizada por Grace Bados Neyra, identificada como la “cajera” de la red. Actualmente, ella cumple prisión en el penal de Santa Mónica y habría confesado el vínculo entre Araujo y la organización.
Durante el allanamiento y arresto de Araujo Alva, quien enfrenta prisión preventiva por 36 meses, se incautó una pistola Glock registrada a nombre del policía Bruno Cevasco López, quien salió del país con destino a España.
Las fotografías y videos extraídos de los móviles evidencian que el suboficial llevaba una doble vida. Cumplía funciones en el Departamento de Investigación Criminal (Depincri) de Carabayllo y luego en el batallón de asalto en Cercado de Lima, aunque fuera del uniforme asistía a conciertos y presumía lujos en redes sociales.
Entre febrero y marzo, en entrevistas difundidas enHildebrandt en sus trece y Cuarto Poder, el comandante en retiro Francisco Rivadeneyra, exjefe de la Brigada Especial Contra el Crimen (BRECC) de Lima Norte, afirmó haber advertido sobre la infiltración de efectivos en su unidad y solicitó la aplicación de la prueba del polígrafo. No obstante, fue cesado de la institución. “No aguantaron a un opositor. Y yo pisé el palito reclamándoles”, señaló.
“Hay autoridades policiales que se alinean con él, que lo transportan, lo protegen, lo ‘chalequean’, porque el dinero es el que manda. Nosotros habíamos identificado a unos 10 suboficiales sospechosos en Lima Norte, además de los dos que descubrimos que trabajaban en la misma BRECC y que fueron sacados”, agregó.
El prófugo criminal confirmó estas denuncias en un video difundido días atrás, en el que aseguró haber entregado sobornos a los uniformados. “Algunos policías que han participado de ese operativo (contra su madre y su pareja) han conversado conmigo y han recibido su platita, y ahora se hacen los pulcros”, sostuvo.
Desoído
Rivadeneyra envió a fines de 2024 un informe en el que describe a la institución las amenazas directas recibidas por parte del prófugo, contra quien el Ministerio del Interior ofrece una recompensa de un millón de soles por datos que lleven a su captura.
En uno de los mensajes enviados desde un número extranjero, ‘El Monstruo’ le indicó: “Te doy dos horas para que respondas, si no publicaré en todas las plataformas y redes sociales todo, absolutamente todo. Yo no tengo nada que perder, los míos están fuera de tu alcance. Así como pusiste tras las rejas a la madre de ese hijo que tengo, que no tiene nada de culpa, yo te pagaré con la misma moneda”.
Según el comandante en retiro, el general Marco Conde, director de Investigación Criminal de la PNP, ignoró el caso. “Le dije que sería conveniente pasarle el polígrafo a la brigada, y él me responde: si pasamos el polígrafo, nos vamos todos. (…) Recordar estas cosas me indigna y me conmociona, porque yo ya estaba a punto de agarrar a ‘El Monstruo’. Yo no hablo con el hígado, estoy defendiendo a la sociedad. Y hablo porque he recuperado mi derecho como civil y ahora sí puedo decir las cosas como son”, declaró.