Los consultorios dermatológicos se llenaron de pacientes que bajaron de peso abruptamente

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Tenés cara de Ozempic”. Cuando Luciana F. recibió ese comentario de su amiga le pareció que eran palabras llenas de celos y envidia. En poco tiempo de haber iniciado el tratamiento de descenso de peso, había logrado deshacerse de esos kilos que hace rato quería perder, y bastantes más. En menos de dos meses, había perdido casi 8 kilos. Estaba feliz con el logro. Pero cuando su amiga la vio, después de casi seis meses, y le disparó ese comentario, sin que ella le hubiera dicho que estaba usando la droga que los famosos en Hollywood usan para adelgazar, se sintió descubierta y a la vez juzgada.

Sin embargo, pocos días después empezó a entender qué le había querido decir cuando se metió a googlear el significado. Piel seca, opaca, caída en el rostro, más arrugas, los ojos más saltones, todo su esqueleto asomando sin amortiguaciones debajo de su piel.

“Me sorprendió que el efecto realmente exista. Yo estaba tan contenta con haber bajado esos kilos de la panza y de la cola, que no me di cuenta que también me adelgazaron los pómulos, pero no como yo quería. Llamé a mi cosmiatra y estoy averiguando qué puedo hacer y si esto se revierte solo”, cuenta Luciana.

El medicamento inyectable Ozempic

Esta situación es cada vez más frecuente por estos días en los consultorios de dermatólogos y cirujanos plásticos, donde llegan pacientes que lograron ese anhelado descenso de peso pero que no saben qué hacer con el impacto que perciben en el rostro.

“No es que exista realmente el efecto cara de Ozempic. La pérdida aguda de peso, o sea de manera muy rápida puede producir una afectación de la síntesis del colágeno y una pérdida de la grasa subcutánea produce este tipo de rostro. Lo mismo que si alguien se somete a una cirugía bariátrica y tiene una baja de peso no controlada, por dejar de comer”, explica la cirujana Mónica Milito, directora de la clínica Milito.

“Lo que ocurre es que ahora el Ozempic se ha puesto tan de moda y hay tantos tratamientos, algunos se hacen bien, controlados, con médico, ordenados y otros realmente se hacen bastante mal y con automedicación”, apunta.

Lo que se pierde primero es el tejido subdérmico, explica Milito: “La grasa subcutánea es una fina capa de grasa que tenemos en la juventud, que es lo que hace que la piel se vea lisa, lozana, sin arrugas. Con los años ese tejido graso se empieza a perder, a disminuir. Empiezan a evidenciarse los huesos de la cara, aparecer las arrugas más profundas o los surcos de expresión. Pero además, hay un efecto que se está viendo ahora y es que, al disminuir rápidamente de peso, el organismo tiene una alteración en la producción del colágeno y en la molécula de elastina, dos elementos muy necesarios para que se mantenga la firmeza y la elasticidad en la piel. Es como que produce un envejecimiento acelerado de la piel”, detalla.

Desde Novo Nordisk, el laboratorio que produce esta droga, aclaran que todavía en el país no se lanzó oficialmente al mercado Wegovy, que es la versión de Ozempic para el descenso de peso. Lo que hay disponible es la versión de menor concentración de semaglutida, del 1 mg, que se usa para el tratamiento de la diabetes. Wegovy tiene una concentración de 2,4 mg. Recién a partir de octubre se encontrará oficialmente en la Argentina. También aseguran que no se trata de un efecto del medicamento sino de la pérdida pronunciada de peso en poco tiempo.

Cada vez son más utilizados estos medicamentos para adelgazar

“Novo Nordisk no reconoce los cambios en la piel como un problema de seguridad ni como un efecto adverso derivado del uso de semaglutida inyectable. La flacidez de la piel no está relacionada con la condición médica ni constituye un evento adverso consecuente. La pérdida de peso significativa conlleva la reducción de grasa subcutánea y la flacidez de la piel en todo el cuerpo, no solo en el rostro”, fue la respuesta oficial ante la consulta de LA NACION.

“Los datos clínicos y la experiencia poscomercialización no han mostrado cambios en la piel como un evento adverso con Wegovy (semaglutida 2,4 mg) y, por lo tanto, no se incluyen como posibles efectos secundarios en el prospecto del producto”, agregan.

La dermatóloga Irene Bermejo confirma desde la práctica clínica que los efectos en la piel de pacientes que están realizando tratamientos de descenso de peso con esta droga son cada vez más frecuentes. “Es curioso. En general, al principio los pacientes no lo ven o no lo relacionan. El paciente está tan contento con bajar esos kilos difíciles, que no le importa la cara, no piensa mucho en el efecto sobre la piel. Pero lo que yo veo es una pérdida importante de volumen facial. Es un paciente como envejecido, al que le aparecen arrugas, y que tiene la piel opaca. Pero está tan feliz porque bajó de peso no le importa tanto. Está tan enfocado en perder grasa del cuerpo que no le importa perder grasa de la cara. El problema es que después, aun subiendo de peso, parte de ese tejido no se recupera completamente, porque además de perder grasa, se pierde músculo. Esa pérdida tan rápida es a costa de la grasa facial”, dice.

“Uno de los efectos más visibles es la pérdida de volumen de cara. Pero, además, como el tratamiento mantiene la insulina alta, ese proceso inflamatorio produce un estado en la piel opaco que no es saludable”, agrega Bermejo.

Y aclara. “Esta es mi opinión, no es la opinión de los científicos, pero es lo que yo estoy viendo en el consultorio”, aporta la especialista.

Mediados de octubre

Desde Novo Nordisk aseguran que el lanzamiento oficial de Wegovy 2,4 será a mediados del mes próximo. Hasta ahora, lo que se está indicando en Argentina es Ozempic, en su versión 1 mg. Pero también hay, según explican los dermatólogos, muchos pacientes que hacen tratamientos sin una indicación y un control médico. En el mercado local también está disponible Dutide, que es la versión nacional de semaglutida del laboratorio Elea, disponible en forma oral e inyectable, para tratamiento de la diabetes y la obesidad, a un precio más accesible, siempre con venta bajo receta.

Hace un mes, la Anmat prohibió el uso, comercialización y distribución de un lote identificado como Ozempic Semaglutida Tablets USP, fabricado por Pharma Argentina SA, por una denuncia de Novo Nordisk. Se trataba de un lote falsificado ya que no existe el medicamento en tabletas.

El lanzamiento oficial de Wegovy 2,4 en la Argentina será a mediados del mes próximo

Analía Yamaguchi, médica clínica del Hospital Italiano y del Centro Integral de Salud Consciente, lleva años tratando a pacientes con esta droga pero para diabetes, que era el primer uso aprobado. Ella siempre enfatiza en la importancia de incorporar cambios de hábitos que incluyan alimentación sana y balanceada, más actividad física regular y atención médica durante el tratamiento como factores clave para lograr un cambio corporal paulatino y duradero.

Yamaguchi asegura que el llamado efecto rostro Ozempic no tiene hasta ahora sustento científico. “Hay reportes en la Federal Drug Administration (FDA, el organismo norteamericano), pero como casos aislados. No hay evidencia al respecto”, dice.

Y aclara: “En cualquier tratamiento en el que bajes mucho de peso va a ocurrir eso, también con la cirugía de la obesidad. Por eso, el descenso se aconseja lento y con actividad física para no perder masa muscular. Por el momento, según la FDA, estos son efectos esperables, no hay reportes que digan que es alarmante. Algo similar están diciendo los organismos de farmacovigilancia de Europa”, explica.

Y aporta dos informes recientes: uno donde se habla de “trastornos de la piel y del tejido subcutáneo” y otro sobre rash o reacciones alérgicas o prurito, urticaria en la zona de aplicación de la inyección, esto último ya advertido en el prospecto. “Sobre esto, el comité europeo de farmacovigilancia actualizó en 2025 la información de seguridad para la semaglutida y no emitió una señal específica o nueva sobre cambios dermatológicos o la llamada cara Ozempic”, aclara Yamaguchi.

“Creo que el tratamiento es muy bueno para personas que tienen síndrome metabólico, y un sobrepeso grande. El problema es que mucha gente se lo administra sin un seguimiento, sin un endocrinólogo que monitoree los cambios fisiológicos. Por ejemplo, se puede producir un déficit de iones, también alteraciones en la vitamina D y hay que suplementar, o la función pancreática puede estar alterada. Hay que armar un equipo interdisciplinario, médico, nutricionista, endocrinólogo y también un médico estético para avanzar progresivamente, para ir devolviendo esos volúmenes y la elasticidad de la piel con inductores de colágeno. Es decir, hacer un abordaje que no sea solo bajar de peso, sino tratar que la persona se vea saludable y no solo pierda grasa”, explica la bióloga Paula Pifarré López, doctora en biología molecular y directora académica de la Escuela Internacional de Medicina Estética y Cirugía (Eimec).

¿Qué soluciones hay?

La cirujana Mónica Milito explica que la pérdida gradual de peso es lo ideal para evitar ese deterioro en el rostro. “Todos los días en la clínica recibimos consultas de pacientes que están angustiados por esta situación. Lo que recomendamos es un descenso de peso controlado y paulatino. La pérdida aguda produce estos efectos. Si el paciente quiere permanecer en ese peso bajo, tenemos que pensar en tratamientos estéticos o de cirugía se pueden realizar para quitar ese efecto cadavérico que queda después de una pérdida de peso acelerada”, explica.

Una alternativa es la cirugía de lifting, llamada Deep Plain, o plano profundo, en la que no se busca estirar los tejidos, sino que el cirujano estudia los rasgos de la persona antes del tratamiento o cuando era más joven para intentar devolverle ese rostro. Entre las opciones no quirúrgicas, Milito explica que lo que se está usando mucho con pacientes que tienen rostro Ozempic es el Fraxel CO2.

“A nivel no quirúrgico se usan tratamientos para tensar la piel, para que no se vea tan caída. Este tratamiento elimina la capa superficial de la piel y produce un gran estímulo del colágeno y la elastina propia, y resurge una piel mucho más nueva y tensa”, detalla.

Otra opción son los rellenos de colágeno. “Nosotros usamos rellenos de ácido hialurónico, que suavizan las líneas y aportan volumen donde se necesita. Es importante que cualquiera de estos tratamientos sean hechos por especialistas y no caer en manos de cualquiera, porque poner los rellenos es sencillo pero retirarlos, no”, explica Milito.

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