Madrid, 28 may (EFECOM).- El Consejo General de Economistas (CGE) ve una «locura» el nuevo impuesto complementario para la compra de vivienda por parte de extranjeros no residentes no comunitarios, que llega a duplicar el precio pagado en las viviendas usadas, y cree que se podría acabar resolviendo en los tribunales.
En un evento para valorar las nuevas medidas fiscales propuestas por el PSOE en materia de vivienda, el CGE, a través de su órgano especializado en fiscalidad (REAF), advierte de que los cambios que se plantean para las socimis (sociedad anónima cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) las penalizan «una vez más».
Consideran que, detrás de cada modificación, se busca eliminar a este tipo de entidades del mercado y avisan de que es probable que algunas de ellas acaben buscando destino en otros países fuera de España.
Asimismo, entienden que introducir nueve tipos de porcentajes de deducción para aplicarse en el IRPF en los alquileres introduce mucha complejidad y riesgo en la norma, así como inquietud en los arrendadores, que ya no saben qué pueden y les conviene hacer, alerta el presidente del REAF, Agustín Fernández.
«Hoy lo más práctico es vender», sostiene el presidente del CGE, Valentín Pich, que defiende que la vivienda de alquiler requiere de ambientes fiscales y urbanísticos tranquilos.
En este sentido, asegura que «se está haciendo una ensalada de propuestas en vivienda, ya no sabemos si es mediterránea, tropical…».
Según Pich, se anuncian cosas que luego no son, medidas autonómicas, fiscales o de urbanismo, y así, a su juicio, el problema no se va a solucionar, sino que va a provocar que cualquiera que quiera comprar una vivienda se pare a ver cómo termina esto.
Los economistas subrayan que el problema no es que los ricos compren vivienda, sino que hay falta de la misma en determinadas zonas.
Por ello, dudan de la eficacia del «drástico» nuevo impuesto complementario sobre la transmisión de bienes inmuebles a los no residentes en la UE y del gravamen del 100 %, que en la práctica duplica el precio de su inversión.
Creen que hay que ir con mucho cuidado, ya que hay numerosas zonas en España con mucho peso extranjero; entienden que hay que crear un consenso social al respecto; y avisan de su posible efecto confiscatorio.
Denuncian que se está penalizando la inversión por parte de extranjeros y se preguntan si, una vez que compren una vivienda de segunda mano en España y paguen el doble, el día que la quieran vender encontrarán comprador o perderán dinero.
Respecto al IVA del 21 % para los alojamientos turísticos, dicen que provocará un trasvase de viajeros hacia la industria hotelera, que tributa al 10 %.
No obstante, recalcan que hay que tener cuidado con lo que se hace, ya que el turismo es uno de los principales motores del país. Entienden que con ese IVA los gastos de los pisos turísticos serán deducibles.
Sobre las reducciones fiscales en el IRPF por la rebaja de los alquileres, los economistas estiman que pueden solventar la «pasividad» de algunas comunidades que no quieren declarar zonas tensionadas, pero, en los casos donde hay mucha rotación de inquilinos, entienden que los propietarios no las aplicarán dada la continuada caída de los precios. EFECOM