El último informe sobre la Carga Mundial de Enfermedades (GBD), presentado en la Cumbre Mundial de Salud en Berlín y publicado en The Lancet, revela que la mitad “de la carga de enfermedades del mundo es prevenible y está impulsada por 88 riesgos modificables, entre ellos la hipertensión arterial, la contaminación del aire, el tabaquismo y la obesidad”.
Otros factores de riesgo identificados por los expertos incluyen la glucemia plasmática alta en ayunas, el bajo peso al nacer y la gestación corta, el índice de masa corporal (IMC) alto, el colesterol LDL alto, la disfunción renal, el retraso del crecimiento infantil y la exposición al plomo.
Entre 2010 y 2023, las tasas de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) asociadas al IMC alto aumentaron casi un 11%, al consumo de drogas un 9% y a la glucemia alta un 6%.
El Dr. Christopher Murray, director del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, fue uno de los autores y señaló la urgencia de responder a estos desafíos: “La evidencia en el estudio Carga Global de Morbilidad es una llamada de atención que insta a los gobiernos y a los líderes del sector salud a responder con rapidez y estrategia a las tendencias alarmantes que están transformando las necesidades de salud pública”.
Cómo se realizó el informe de The Lancet
El equipo del Dr. Murray y la red de colaboradores del GBD, integrada por 16.500 científicos e investigadores, analizaron datos y produjeron estimaciones para 375 enfermedades y lesiones y 88 factores de riesgo por edad y sexo en 204 países y territorios y 660 ubicaciones subnacionales desde 1990 hasta 2023, consolidando al GBD como la investigación más exhaustiva en la cuantificación de la pérdida de salud. Para la última edición, se emplearon más de 310.000 fuentes de datos, de las cuales el 30% son nuevas para este año, incluyendo 1.211 datos provisionales de registro civil para todas las edades, que aportan información más actualizada.
Los factores de riesgo
Para los autores, el plomo, décimo factor de riesgo más relevante, mantiene una relación directa con las enfermedades cardiovasculares. Aunque la eliminación del plomo en combustibles redujo la exposición, sigue presente en pinturas de edificios antiguos, suelos contaminados, agua, especias y utensilios de cocina.
Los riesgos relacionados con el clima, como la contaminación atmosférica y el calor, continúan incrementando su impacto en la salud global. Las tasas de AVAD por contaminación por material particulado son más elevadas en Asia Meridional, África Subsahariana, África del Norte y Oriente Medio. Las altas temperaturas agravan la vulnerabilidad en estas regiones, especialmente en el Sahel, intensificando los efectos de la sequía, la inseguridad alimentaria y el desplazamiento.
En cuanto a las causas de muerte, el informe señala una transición de las enfermedades infecciosas a las enfermedades no transmisibles (ENT), que ahora representan casi dos tercios de la mortalidad y morbilidad global. La cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular y la diabetes encabezan la lista de causas, mientras que la COVID-19, tras ser la principal causa de muerte en 2021, descendió al vigésimo puesto en 2023.
Desde 1990, las tasas de mortalidad por cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular han disminuido, al igual que las de enfermedades diarreicas, tuberculosis, cáncer de estómago y sarampión. Sin embargo, la mortalidad por diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad de Alzheimer y VIH/sida ha aumentado, siempre de acuerdo con el informe.
El análisis demográfico del estudio muestra que, aunque la tasa mundial de mortalidad estandarizada por edad en 2023 se redujo un 67% desde 1950, y la esperanza de vida global regresó a niveles previos a la pandemia —76,3 años para las mujeres y 71,5 años para los hombres—, persisten marcadas desigualdades geográficas. En las regiones de altos ingresos, la esperanza de vida alcanza los 83 años, mientras que en África subsahariana apenas llega a 62 años.
En el grupo de adolescentes y adultos jóvenes, el informe destaca un aumento de muertes entre personas de 20 a 39 años en América del Norte con altos ingresos entre 2011 y 2023, impulsado principalmente por el suicidio, la sobredosis de drogas y el consumo excesivo de alcohol. Además, las muertes en el grupo de 5 a 19 años crecieron en Europa del Este, América del Norte con altos ingresos y el Caribe durante el mismo periodo. Por el contrario, la mortalidad infantil experimentó la mayor reducción, con Asia Oriental registrando una caída del 68% en la tasa de mortalidad en menores de 5 años, atribuida a mejoras en nutrición, vacunación y sistemas de salud.
El estudio también revela que la mortalidad en niños de 5 a 14 años en África subsahariana entre 1950 y 2021 fue mayor de lo estimado previamente, debido a infecciones respiratorias, tuberculosis y lesiones accidentales. En mujeres jóvenes de 15 a 29 años en la misma región, la mortalidad fue un 61% superior a las estimaciones anteriores, principalmente por causas maternas, accidentes de tránsito y meningitis.
El informe detalla que la edad media mundial al morir pasó de 46,4 años en 1990 a 62,9 años en 2023, aunque con profundas desigualdades: en las regiones de altos ingresos, la edad media de muerte es de 80,5 años para las mujeres y 74,4 años para los hombres, mientras que en África subsahariana es de 37,1 años para las mujeres y 34,8 años para los hombres. La probabilidad de morir antes de los 70 años disminuyó en todas las regiones entre 2000 y 2023, aunque los trastornos por consumo de drogas se mantienen como una de las principales causas.
El informe también subraya el aumento de los trastornos de salud mental, con un incremento del 63% en los trastornos de ansiedad y del 26% en los trastornos depresivos. El abuso sexual y la violencia de pareja contribuyen de manera prevenible a la depresión, la ansiedad y otras consecuencias para la salud.
En los niños menores de 5 años, los principales factores de riesgo en 2023 fueron la desnutrición infantil y materna, la contaminación por material particulado y la falta de agua, saneamiento e higiene seguros. Para los niños y adolescentes de 5 a 14 años, la deficiencia de hierro fue el principal riesgo, seguida de la falta de agua, saneamiento e higiene seguros y la desnutrición. En el grupo de 15 a 49 años, los riesgos principales fueron las prácticas sexuales de riesgo y los accidentes laborales, seguidos del IMC alto, la presión arterial sistólica alta y el tabaquismo. Entre los 50 y 69 años, la presión arterial sistólica alta fue el riesgo predominante, junto con el tabaquismo, la glucemia alta, el IMC alto, el colesterol LDL alto y la disfunción renal.
El estudio indica que entre 1990 y 2023, la tasa estandarizada por edad de AVAD se redujo un 36%, reflejando una disminución de los años de vida sana perdidos. Entre 2010 y 2023, las tasas de AVAD por enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales (CMNN) bajaron casi un 26%, principalmente por la reducción a la mitad de las tasas de enfermedades diarreicas, una caída del 43% en VIH/sida y del 42% en tuberculosis. Los trastornos neonatales y las infecciones respiratorias inferiores siguen siendo las principales causas de enfermedades CMNN, aunque han disminuido un 17% y un 25%, respectivamente.
En cuanto a las lesiones, las tasas de AVAD disminuyeron un 16% entre 2010 y 2023. La carga de lesiones fue mayor en hombres, especialmente en niños mayores y adultos jóvenes de 10 a 24 años, representando más del doble del total de AVAD en comparación con las mujeres.
La profesora Emmanuela Gakidou, autora principal y miembro del IHME, advirtió sobre el riesgo de retroceso en los avances logrados: “Décadas de trabajo para cerrar la brecha en las regiones de bajos ingresos con persistentes desigualdades en salud corren el riesgo de desmoronarse debido a los recientes recortes a la ayuda internacional. Estos países dependen de la financiación sanitaria mundial para acceder a atención primaria, medicamentos y vacunas vitales. Sin ella, la brecha sin duda se ampliará”, declaró Gakidou a The Lancet.
Las estimaciones del GBD están disponibles en herramientas de visualización de datos interactivas, como GBD Compare y GBD Results.