Los aparentemente apacibles flamencos utilizan sus patas, cabezas y picos para crear una tormenta de tornados o vórtices en el agua para concentrar y engullir eficientemente a sus presas.
Mediante estudios de flamencos chilenos en el Zoológico de Nashville y el análisis de modelos impresos en 3D de sus patas y picos en forma de L, los investigadores han documentado cómo estas aves obtienen su alimento.
«Los flamencos son, en realidad, depredadores; buscan activamente animales que se mueven en el agua, y el problema que enfrentan es cómo concentrarlos, reunirlos y alimentarlos», explicó en un comunicado Víctor Ortega Jiménez, profesor adjunto de biología integrativa en la Universidad de California, Berkeley, especializado en biomecánica. «Piensen en las arañas, que tejen telarañas para atrapar insectos. Los flamencos utilizan vórtices para atrapar animales, como las artemias».
Ortega Jiménez y sus colaboradores del Instituto Tecnológico de Georgia en Atlanta; la Universidad Estatal de Kennesaw en Marietta, Georgia (KSU-Marietta); y el Zoológico de Nashville publicaron sus hallazgos esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los investigadores descubrieron que los flamencos utilizan sus patas palmeadas y flexibles para remover el sedimento del fondo e impulsarlo en espirales que luego extraen a la superficie moviendo la cabeza hacia arriba como si fueran pequeños tornados. Mientras tanto, las cabezas de las aves permanecen boca abajo dentro del vórtice acuático, mientras sus picos angulosos castañetean para crear vórtices más pequeños que dirigen el sedimento y el alimento hacia sus bocas, donde son extraídos por filtración.
El pico del flamenco tiene la particularidad de estar aplanado en su extremo frontal, de modo que cuando la cabeza del ave está boca abajo en el agua, la parte plana queda paralela al fondo. Esto le permite emplear otra técnica llamada skimming. Esto implica usar su largo cuello en forma de S para impulsar la cabeza hacia adelante mientras aletea rápidamente con el pico, creando vórtices en forma de lámina (vórtices de von Kármán) que atrapan a sus presas.
NO ES UN ANIMAL PASIVO
Este conjunto de comportamientos de alimentación activa desmiente la reputación del flamenco como un animal pasivo que se alimenta por filtración, dijo Ortega Jiménez.
«Parece que solo filtran partículas pasivas, pero no, en realidad capturan animales en movimiento», dijo.
Los principios que descubrió podrían usarse para diseñar mejores sistemas para concentrar y absorber partículas diminutas, como microplásticos, del agua; mejores filtros autolimpiables basados ??en el parloteo; o robots que, como los flamencos, puedan caminar y correr en el lodo.