“Quiero desmitificar algo: esto no es para el final de la vida, cuando ya estás terminal”. Con esa definición el médico Jorge Tartaglione analizó en LN+ un tema que sensibiliza a muchos: los cuidados paliativos. En palabras de Tartaglione, “se trata de cuidados multidisciplinarios, que contienen y mejoran la calidad de vida. No son únicamente un buen morir”.
“Este tipo de cuidados están legislados en nuestro país para todas aquellas personas que padecen enfermedades crónicas”, detalló Tartaglione. “En la Argentina hay 600.000 personas que están en condiciones de recibir este tipo de cuidados”, agregó. “En los casos donde no hay este tipo de cuidados es porque no cuentan con cobertura o no tienen la información. Mucha gente no sabe que puede apelar a este recurso”, expuso el profesional.
Consultado sobre los beneficios de esta práctica, Tartaglione enumeró: “Mejora la calidad de vida, disminuye las internaciones, aumenta la adherencia a los tratamientos y, en muchos casos, se pone la oreja, es decir, se escucha a los familiares dolientes“.
Para el médico, “morir es una condición de la vida”. Luego, puntualizó: “Si a través de los cuidados paliativos puedo mejorar la calidad de vida de una persona que hoy tiene un diagnóstico de cáncer de próstata y que va a vivir 15 años más, yo los implemento”.
Un acto de amor
Fiel a su costumbre, Tartaglione profundizó su análisis a partir de un caso cercano. “Hay un momento en la vida de las personas en las que hay que tener ‘un acto de amor’. En mi caso llegó con un familiar cercano. Consiste en que una persona deje de sufrir, siendo conscientes de que es su final”.
“Después de que esa persona falleció, alguien dijo: “Yo abro la ventana”. Me dio un impacto tan fuerte. Era una persona súper formada, pero religiosa. Quería abrir la ventana para que se pueda ir su alma“, revivió el cardiólogo.
“Si tenés algún familiar o ser querido cercano, no esperes a que sea su final, buscá desde hoy un lugar para que se pueda despedir en paz”, concluyó Tartaglione.