La familia real británica ha logrado una nueva victoria en su defensa de la privacidad. El príncipe Guillermo y Kate Middleton han ganado un proceso judicial en Francia contra la revista Paris Match por la publicación no autorizada de fotografías privadas tomadas durante sus vacaciones en los Alpes junto a sus tres hijos. La sentencia obliga a la publicación a difundir una nota judicial reconociendo la vulneración de derechos y a asumir las costas legales del proceso.
La resolución judicial, emitida por la jueza Sandrine Gil del Juzgado de Primera Instancia de Nanterre, considera que Paris Match incurrió en una invasión del respeto debido a la vida privada de los príncipes de Gales y sus hijos, al difundir imágenes captadas con teleobjetivo durante una escapada de esquí. Por ello, la revista deberá publicar una nota judicial en sus páginas y, en caso de incumplimiento, afrontaría una penalización de 10.000 euros por cada número en el que no aparezca el aviso. Además, la publicación tendrá que abonar los gastos legales de Guillermo y Kate en Francia.
El fallo judicial no contempla indemnización económica, ya que los príncipes han solicitado expresamente la publicación de la nota como medida reparadora. La decisión del tribunal subraya que, “a pesar de sus deberes públicos como miembros de la familia real, Sus Altezas Reales y sus hijos tienen derecho al respeto de su vida privada y su tiempo en familia, sin injerencias ni intrusiones ilícitas”, según ha reiterado el portavoz del Palacio de Kensington.
Defensa férrea de la privacidad
Desde el entorno de los príncipes de Gales se ha insistido en la importancia de proteger la intimidad de sus hijos, el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis. El portavoz del Palacio de Kensington ha afirmado que “el príncipe y la princesa de Gales están comprometidos con la protección de su privacidad familiar y con garantizar que sus hijos puedan crecer sin escrutinio ni injerencias indebidas”. Ha añadido que la pareja “no dudará en tomar las medidas necesarias para hacer valer esos límites”.
La publicación de las imágenes, que mostraban a la familia disfrutando de la nieve y descansando en el balcón de su chalé, fue calificada por el Palacio como “sumamente intrusiva”.
La reacción legal se produjo pocos días después de la aparición de las fotos en la revista y en sus redes sociales. La demanda se presentó el 28 de abril, menos de dos semanas después de la publicación de las imágenes. La vista oral tuvo lugar en junio y, tras una orden provisional emitida el 18 de septiembre, la sentencia definitiva se dictó el 14 de octubre. Los príncipes han estado representados en Francia por el abogado Alain Toucas-Massillon, designado a través de su despacho británico Mishcon de Reya, según ha detallado Mirror.
La sentencia ha sido comunicada públicamente este jueves 30 de octubre y ha supuesto un respaldo judicial a la estrategia de la familia real para frenar la difusión de imágenes privadas sin consentimiento.

No es la primera vez que los príncipes de Gales recurren a los tribunales franceses para defender su intimidad. En 2012, ya demandaron a la revista Closer por la publicación de fotografías privadas de Kate Middleton durante unas vacaciones en el sur de Francia, lo que se saldó con una multa e indemnización. Este precedente ha reforzado la determinación de la pareja para proteger a sus hijos de la exposición mediática.
La preocupación por la seguridad y la privacidad de la familia real británica se ha intensificado en los últimos meses. En junio, la seguridad de los príncipes se vio comprometida tras la detención de un individuo que accedió sin autorización a los terrenos de Windsor, cerca de Adelaide Cottage, la anterior residencia familiar. Este episodio ha influido en la reciente mudanza de la familia a Forest Lodge, motivada tanto por la necesidad de espacio como por el deseo de preservar la seguridad y la intimidad de sus hijos y del personal.
