Llega la orden desde el palco de entrenadores. Pablo Matera, Thomas Gallo, Francisco Coria Marchetti, Agustín Moyano y Santiago Carreras se sacan el buzo de precalentamiento en la fría Edimburgo y se predisponen a ingresar en un equipo opaco y deslucido, que había sufrido su tercer try. Los cambios fueron el clic emocional y rugbístico en una remontada memorable: la selección nacional pasó de estar 0-21 a ganar 33-24 para conseguir su segundo éxito en noviembre y asegurarse su lugar como cabeza de serie en una Copa del Mundo por primera vez en su la historia.
En un encuentro vertiginoso y cambiante, el ingreso que más influyó fue el de Santiago Carreras, con una actuación descollante. Quizás la mejor en su recorrido en la selección, por lo que significó su impacto en la conducción, en el juego aéreo y en las patadas: tomó buenas decisiones, atacó en la cara de la defensa y generó quiebres. Desde la primera pelota que tocó, cuando asistió a Matías Moroni para romper la por entonces firme defensa escocesa. Además, por la mejoría a la hora de patear a los palos. En el primer tiempo, Juan Cruz Mallía, que no es un especialista, malogró dos penales. Carreras acertó cuatro de sus cinco envíos, incluido el último desde la bandera para asegurar el triunfo. Siete días atrás había convertido sus siete intentos en la goleada ante Gales.
Carreras saltó a la cancha por Gerónimo Prisciantelli que, luego de dos partidos certeros con la camiseta 10, se mostró errático e impreciso. El tercer try de Escocia empezó a gestarse tras un mal kick del jugador de Racing 92, que no encontró espacios y en algunas secuencias se apuró. Sin Tomás Albornoz, ausente por lesión, es un puesto en el que se están encontrando variantes y Carreras mostró que, si bien su puesto predilecto es el de fullback, también es una alternativa si se lo requiere en partidos abiertos y vertiginosos como el de Murrayfield.
Escocia fue un equipo práctico en el primer tiempo. Sobre todo, paciente: en ataque movió la pelota y construyó fases, sabiéndose superior en los rucks. Argentina no suele pescar pelotas y, cuando lo intenta, no tiene especialistas en la materia, más allá de Julián Montoya y Pablo Matera (ingresó en el segundo tiempo). El quiebre de Darcy Graham, que terminó en la amarilla a Juan Cruz Mallía a los 4´ fue una señal de alerta. Los tries de Jack Dempsey y Ewan Ashman, dos puñaladas de un equipo que ganó la batalla física durante los primeros 40 minutos y en defensa no dejó avanzar a Argentina. Los conducidos por Felipe Contepomi movieron la pelota a lo ancho de la cancha, pero no perforaron una defensa que se impuso en el contacto.
El try de Ashman en el arranque de la segunda mitad parecía un golpe de knock-out, pero los cambios reanimaron a los Pumas y cortaron la sangría. Y Escocia perdió el eje. Cuando aceleró, se equivocó. Un pase fuera de contexto de Finn Russell en pleno ataque fue interceptado y arrancó un contraataque que terminaría en el try de Julián Montoya. Si hay algo en el que los Pumas han evolucionado con Contepomi es en volver de acciones negativas y, cuando conectan una positiva, el equipo puede cambiar la cara. Este fue el caso, con una reacción notable. En la posterior salida jugaron desde su propio campo y Rodrigo Isgró estampó otro try. A pesar de que Russell estiró la ventana con un penal, Argentina no perdió esa voracidad ofensiva que lo caracteriza.
El tándem Agustín Moyano y Santiago Carreras, ambos formados en Córdoba Athletic, le imprimió dinámica, y en los últimos metros los forwards fueron letales. Pedro Rubiolo descontó y, con algo de dudas, Pablo Matera marcó el try para pasarlo a ganar. El broche de oro se lo puso Justo Piccardo, otro que entró en el segundo tiempo y desparramó a los rivales que intentaron detenerlo.
Lejos estuvo de ser el partido perfecto de los Pumas ante un rival de su estatus, pero volvieron a encontrar las herramientas para ganar. Hace rato los suplentes dejaron de ser suplentes como indica el término. Son jugadores capaces de cambiar los partidos y generar impulso. Los Springboks bicampeones del mundo bautizaron como el Bombsquad a sus relevos, que suelen cumplir un papel preponderante. En sus últimos tests ante Australia y Nueva Zelanda, Inglaterra ubicó seis jugadores de los British and Irish Lions en el banco para marcar la diferencia en el tramo final. En ambos partidos surgió efecto.
Como puntos negativos, el scrum volvió a ser inestable y el line empeoró. No es sencillo lograr estabilidad sin bases fuertes. Los duelos aéreos fueron parejos y el traslado de la pelota, sobre todo en el primer tiempo, fue un déficit. Como aspectos a destacar, la disciplina volvió a estar a la altura, con sólo 5 penales en contra, al igual que el encuentro ante Gales. Una cifra valorable, sobre todo ante un rival con buenos ejecutantes de patadas que pueden arrinconar. De los titulares, el mejor fue Santiago Grondona, con varios tackles dominantes, mucha actividad y también participativo en ataque. Más allá de algunas fallas en defensa, la actuación ofensiva de Mateo Carreras fue notable, con su energía característica y apareciendo en muchos sectores de la cancha.
La estrategia de Felipe Contepomi funcionó. Corrió riesgos y en varios tramos se lo vio ofuscado, pero terminó imponiéndose ante un rival que, al igual que la semana anterior ante los All Blacks, se quedó sin nafta y cedió en los minutos finales. El rugby es impulso y los Pumas aprovechan esos enviones para sumar y ganar partidos que años atrás se hubieran escapado.
Lo mejor del partido
Aún queda la visita ante una Inglaterra en alza para intentar culminar invictos una ventana de noviembre por primera vez en su historia. También, de alguna manera, para tomarse revancha de los dos tests perdidos ante La Rosa durante la ventana de julio. El escenario era otro y los planteles también: en Argentina habían descansado varios jugadores e Inglaterra no contó con sus figuras en los British and Irish Lions. Los Pumas serán cabezas de serie en Australia 2027, pero el objetivo primordial es seguir construyendo un equipo ganador y consistente. En el lugar donde se inventó el rugby tendrán otra gran prueba.
Las formaciones
- Escocia: Blair Kinghorn; Darcy Graham, Rory Hutchinson, Sione Tuipulotu (capitán) y Kyle Steyn; Finn Russell y Jamie Dobie; Rory Darge, Jack Dempsey y Gregor Brown; Grant Gilchrist y Scott Cummings; D´Arcy Rae, Ewan Ashman y Pierre Schoeman.
- Cambios: PT: 7´ Matt Fagerson por Brown, 32´ Elliot Millar Mills por Rae. ST: 24´ Duhan van der Merwe por Hutchinson, 30´ George Turner por Ashman y Josh Bayliss por Gilchrist.
- Suplentes, Tom Jordan, George Horne y Nathan McBeth.
- Entrenador: Gregor Townsend.
- Argentina: Juan Cruz Mallía; Rodrigo Isgró, Matías Moroni, Santiago Chocobares y Mateo Carreras; Gerónimo Prisciantelli y Simón Benítez Cruz; Juan Martín González, Joaquín Oviedo y Santiago Grondona; Pedro Rubiolo y Guido Petti Pagadizábal; Pedro Delgado, Julián Montoya (capitán) y Mayco Vivas.
- Cambios: ST: 5´ Thomas Gallo por Vivas, Francisco Coria Marchetti por Delgado, Pablo Matera por Oviedo, Agustín Moyano por Benítez Cruz y Santiago Carreras por Prisciantelli, 26´ Justo Piccardo por Moroni, 32´ Ignacio Ruiz por Montoya y Efraín Elías por Petti.
- Entrenador: Felipe Contepomi.
- Primer tiempo: 12´ gol de Russell por try de Dempsey (E), 27´ gol de Russell por try de Ashman (E). Resultado parcial: Escocia 14-0 Argentina.
· Amarillas: 4´ Mallía (A)
- Segundo tiempo: 3´ gol de Russell por try de Ashman (E), 16´ gol de Santiago Carreras por try de Montoya (A), 19´ try de isgró (A), 23´ penal de Russell (E), 29´ gol de Santiago Carreras por try de Rubiolo (A), 34´gol de Santiago Carreras por try de Matera (A), 39´gol de Santiago Carreras por try de Piccardo (A). Resultado parcial: Escocia 10-33 Argentina.
- Amarillas: 14´Kinghorn (E)
- Árbitro: Andrew Brace (Irlanda).
- Estadio: Murrayfield.
