La regresión que el equipo sufrió en los cuartos de final contra Platense no culminó. Ese retroceso que lo dejó fuera de la instancia final del Torneo Apertura, también se adhirió al equipo del mismo modo que la inusual bomba polar que llegó a la ciudad se le pegó en los huesos a los hinchas en el Monumental. El empate 1 a 1 con Universitario, de Perú, en el cierre del Grupo B, hizo que River pasara de ser uno de los mejores punteros a ser uno más, o incluso entre los peores. Así de simple. Así de contundente.
River fue un equipo en el que nadie llegó al 7. Apenas un par de individualidades encontraron generosamente el 6. El resto fue malo. Muy malo. Ni los que eran garantías aportaron esperanza, y lo peor, otra vez, estuvo atrás.
Los puntajes del equipo de Marcelo Gallardo no dicen nada que no se haya visto en el juego.
Franco Armani (4). No había sido invitado a participar del encuentro hasta la última jugada del primer tiempo. Y casi que tampoco volvió a hacerlo en la segunda mitad. Fue esa única acción, justo antes del descanso, la que definió su actuación. Puede haber un pequeño roce, un desvío leve. La pelota viboreó por el remate no tan bueno de Concha, pero la sensación que quedó es que la intuición falló esta vez. Se jugó a un palo cuando la pelota no tenía destino cierto. Pudo hacer más.
Fabricio Bustos (5). Con la posesión en amplio dominio de River, ocupó la mitad de la cancha. Pero no se proyectó. Su salida pareció quedar tapada detrás de un Mastantuono que tiene como lugar preferido para su base de operaciones el sector derecho. No ofrece garantías atrás, aunque fue un poco más voluntarioso en ataque en el complemento.
Germán Pezzella (4). No se recuperó. En medio del frío viento en el Monumental su actuación fue una prolongación de su presente. Le sobra jerarquía. Siempre estará a tiempo de volver a mostrarla, aunque no ocurrió por ahora. Impreciso en los pases e inseguro en los cruces. Despierta temor en los mano a mano.
Lucas Martínez Quarta (5). El punto más flojo de este River es la defensa, pero él no es el principal culpable. Ganó varios duelos y estuvo firme en los despejes. En una noche difícil, fue el que menos dudas generó, pero tampoco fue suficiente. Hasta terminó regalando un córner, víctima de la imprecisión de todo un equipo.
Marcos Acuña (4). Otro que no sale de la irregularidad. Puede tener un cruce acertado, poniendo la piel en el juego en una barrida firme, pero luego falla en los pases, cada vez es menos efectivo cuando cruza la mitad de la cancha. Alguna que otra falta innecesaria y los pelotazos para buscar a los delanteros siempre cayeron en los pies del rival.
Enzo Pérez (5). La posición de Castaño por delante suyo le evita los contratiempos que antes quedaban expuestos. Puede darse más tiempo para hacer alarde de su juego posicional. Pero esta noche falló algunos pases y no siempre eligió el mejor destino de las salidas.
Kevin Castaño (5). Enzo Pérez se clavó como libre frente a los zagueros. Mastantuono siempre piensa más hacia adelante que hacia atrás. Y Nacho Fernández no tiene las piernas de hace seis años. Le toca ocupar más espacios que a cualquier otro jugador del medio campo. Y lo hace bien, aunque sin mucha dinámica. No parece veloz, como tampoco suele llegar tarde. Le falta congeniar mejor en el juego ofensivo. Y podría ensayar remates al arco desde afuera. Cada vez que lo intenta, le erra por muchos metros al arco.
Ignacio Fernández (5). Se puede decir que Gallardo encuentra en él el registro intelectual que desea para que el equipo consiga la identidad deseada. Pero no puede jugar más de una hora. El físico no lo ayuda, no estuvo claro y el equipo no lo ayudó a encontrar espacios para aprovechar su puntada de tres cuartos hacia adelante.
Franco Mastantuono (6). No “jugó” el segundo tiempo. Y fue el mejor del equipo. Estuvo desequilibrante en la primera mitad y filtró pases de calidad. Es la esperanza, pero no parece encontrar un compañero que lo ayude.
Sebastián Driussi (4). Muy poca participación. River no llegó al área y él tampoco. Deambuló en la zona del falso 9 buscando un juego que jamás le llegó… pero tampoco pareció preocupado por buscarlo.
Facundo Colidio (6). Empezó para figura y marcó su gol. Luego se perdió en una segunda parte de incertidumbres generales. Mostró destellos del delantero práctico que tanto hace falta. Fue sorprendente su cambio por Miguel Borja (flojo) en la segunda mitad.
Manuel Lanzini fue el otro que ingreso. El equipo no se movió y Marcelo Gallardo tampoco. Se guardó tres cambios.