River podía dar en la Bombonera un golpe de carácter que, al menos, le inflara el pecho por imponerse a su máximo rival, mantuviera la ilusión de sacarle la segunda plaza a Boca en la tabla anual (que ahora clasificó al Xeneize a la zona de grupos de la próxima Copa Libertadores) y no lo pusiera en aprietos con la obligación de ser campeón del Torneo Clausura para poder sacar el boleto de manera directa a la competición continental. Nada de eso logró. Al equipo de Marcelo Gallardo lo sobrepasó semejante contexto y volvió a fallar.

Impotentes, los jugadores millonarios fueron perdiendo el hilo que necesitaba el desarrollo del clásico. Especialmente, desde el primer gol, claro. Boca pegó en los momentos justos: el tanto de Exequiel Zeballos llegó en el primer minuto de adición de la primera parte y el de Miguel Merentiel, antes del segundo minuto de juego del complemento. Todo nervios River. Y con ese semblante, un resultado adverso que se mantuvo hasta el final. Sexta derrota en los últimos siete encuentros del torneo.
A continuación, los puntajes que LA NACION consideró para los jugadores de River que fueron parte de la caída en el superclásico.
Franco Armani (5): dio el rebote frontal en el gol de Zeballos y salió mal fuera del área en el segundo tiempo (fue amonestado por manotearla). Le tapó un mano a mano a Milton Giménez que hubiera significado el tercer tanto xeneize y la goleada. Otra de las columnas de River que tambalea.
Gonzalo Montiel (3): se apuró su recuperación tras una lesión para jugar este superclásico. Por su sector creció el “Changuito”, una pesadilla para el campeón del mundo, sobre todo, desde el segundo tiempo. De hecho, a los 18 minutos le propinó una patada que bien pudo ser de expulsión. Estuvo desordenado en la marca, sin incidir en el ataque y nervioso como el resto.
Lucas Martínez Quarta (4): tuvo un buen comienzo, pero su nivel decayó desde que fue amonestado por un foul a Zeballos. Actuó por la derecha en una línea de tres y luego pasó de zaguero izquierdo en la línea de cuatro. En la segunda mitad sufrió con las diagonales de Merentiel y Giménez.

Paulo Díaz (3): la sorpresa en la formación de Gallardo que no funcionó. Había perdido el puesto por bajos rendimientos y no hizo mucho para recuperarlo. Perdió con Giménez en el primer gol y estuvo siempre desubicado en los segundos 45 minutos.
Lautaro Rivero (3): el que venía siendo el defensor más firme también entró en la flojera general. No pudo controlar a Zeballos en el primer gol de Boca. Se lo vio demasiado tenso. Fue reemplazado por Juanfer Quintero tras el primer tiempo y ante la necesidad de modificar el dibujo.
Marcos Acuña (4): intentó ser salida en el primer tiempo, en la función de carrilero, pero no logró combinar con Maximiliano Meza ni llegar al fondo. Exhibió un rendimiento por debajo de lo que se espera de un campeón del mundo.
Kevin Castaño (3): mostró algo de movilidad cuando River tuvo más la pelota en el primer tiempo, pero fue insustancial como en la mayoría de sus partidos. Volante sin peso, ni en la contención ni en el armado.
Juan Portillo (4): más despliegue que criterio. No logra hacerse referente en el medio campo. Lo corrió desde atrás sin poder frenarlo a Zeballos en el segundo gol de Boca. Se vio superado en varios contraataques que elaboró el rival.
Maximiliano Meza (4): otra de las apuestas de Gallardo. Debía complementarse con Acuña por la izquierda, pero no hubo química. Intrascendente, sin influir en el desarrollo. A los 33 minutos del primer tiempo se resbaló solo en un intento de ataque riverplatense y sufrió una lesión en la rodilla izquierda que podría ser grave.
Sebastián Driussi (4): volvía de una lesión y se ubicó de media punta, detrás de Salas. Le costó encontrar la posición y la pelota. Pisó poco el área y no tuvo intervenciones destacadas. A los 14 minutos del segundo tiempo lo reemplazó Borja.
Maximiliano Salas (4): el delantero al que todos sus compañeros buscaban cuando salían con un pelotazo. Chocó mucho, pero casi nunca pudo con Di Lollo y Costa. Se fue diluyendo, como el resto del equipo.
Ingresaron
Matías Galarza Fonda (3): reemplazó al lesionado Meza, en otra sorpresiva decisión de Gallardo. Jugador atolondrado y confuso, casi nunca resuelve una jugada. La responsabilidad parece pesarle un montón. Cerca del final se llevó un fuerte reto de Quintero.
Juan Fernando Quintero (4): ingresó en el segundo tiempo para revertir la orfandad creativa de River. Hizo poco en un momento en el que Boca creció y fue peligroso en las transiciones. Cerca del final discutió fuerte con Galarza, en otra muestra del desconcierto de River.

Giuliano Galoppo (4): el volante con más gol del plantel ingresó en los últimos 30 minutos, en el peor momento de River. Se llevó una amarilla por una fuerte entrada a Paredes y sólo pudo pisar un par de veces el área xeneize.
Miguel Borja (3): también ingresó para la última media hora, en medio de las sombras que lo persiguen desde hace rato. Intentó poco, no le salió nada, inclusive en un remate al arco que terminó siendo un planchazo a Ayrton Costa por el que recibió la amarilla.
