Ya habían pasado las dos primeras audiencias del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. Faltaban 24 horas para el inicio de la tercera jornada cuando se activó el grupo de chat “Juicio DAM”, integrado por Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº3, a cargo del proceso.
“Buenos días. Me habló Klass y me preguntó por el tema de la cámara que autorizó July. Estuvimos hablando del tema y tenemos que conversar. Ahora estoy en juicio, pero si ustedes pueden me avisan y hago un cuarto intermedio para no demorarnos mañana antes de la audiencia. July, si tenés una autorización de la Corte, por favor, mostránosla, así se agrega a la causa y evitamos problemas”, fue el mensaje que mandó Di Tommaso a las 11.55 del lunes 17 de marzo pasado.
Ezequiel Klass es el subsecretario de Comunicación y Medios de la Suprema Corte de Justicia bonaerense y la “cámara” a la que hacía referencia Di Tommaso era la del equipo de filmación que ingresó en la sala de audiencias el 11 de marzo pasado, el día que comenzó el malogrado juicio en el que se debatiría si hubo responsabilidades penales atribuibles por la muerte del Diez. Ahora se sabe que esa cámara formaba parte de Justicia divina, el documental que buscaba contar las alternativas del suspendido debate y que tenía la participación estelar de la jueza Makintach, que desde el jueves pasado enfrenta en La Plata un jury que podría terminar con su carrera judicial.

Ese 17 de marzo, cuatro minutos después de aquel mensaje, Makintach le respondió a su colega. “Hoy no puedo” y “Si Klass tiene un tema para conversar conmigo, que me escriba”, fueron los primeros dos mensajes, enviados a las 11.59.
Y, a las 12.01, continuó: “Listo. Ya hablé con Ezequiel. Y quedé a disposición por si necesita algo. De todos modos, lo converso con la Corte también para asegurarnos de no tener problemas. ¿Alguna presentación o algo del juicio que tengamos que atender?”.
Seis minutos después, la magistrada hizo una salvedad. “Y agrego, para que se queden tranquilos. Desde ya que no los filman a ustedes. Ni van a filtrar prueba. Le doy la formalidad que Klass necesite, aunque la Corte no necesitó ninguna”.
El siguiente mensaje, a las 12.11, fue de Savarino, que ejercía la presidencia del tribunal. Pero no hizo referencia al tema de la cámara. Habló del juicio: “Por ahora no presentaron nada. Cualquier cosa estamos en contacto. Además, se incorporó la notificación del imputado [Ricardo] Almirón de lo que se resolvió el viernes [14 de marzo] y dejó constancia de que recibió conforme”.
Seis minutos después, Di Tommaso escribió: “Mañana lo vemos, sigo en juicio”.

Para Makintach, el intercambio de chats con sus colegas es la prueba de que Savarino y Di Tommaso tenían conocimiento de la filmación. El día en que el debate se declaró nulo dijeron no saber nada sobre el documental.
La referencia a Klass en el intercambio de mensajes es porque, según pudo saber LA NACION, al ver la filmación de la primera audiencia que hizo su equipo para la transmisión en vivo de los lineamientos de apertura del juicio, descubrió una cámara cuyo ingreso no estaba autorizado. Entonces, el subsecretario de Comunicación y Medios de la Suprema Corte de Justicia bonaerense se comunicó con el tribunal.
En la audiencia del viernes pasado, la defensa de Makintach, a cargo de los abogados Darío Saldaño y Nicolás Urrutia, solicitó ante el jurado de enjuiciamiento la apertura del teléfono celular que utilizaba la jueza Makintach para que se conozcan todos los mensajes y se incorporen como prueba. Y mostró el móvil.
Como el pedido fue rechazado, antes de retirarse, Saldaño dejó un escrito donde reiteró la solicitud, según explicaron fuentes cercanas a la defensa de Makintach.
Hoy, Savarino y Di Tommaso declararán como testigos. Los testimonios de los dos magistrados en el jury estaban previstos para la jornada del viernes pasado.
“Juro decir la verdad”, llegó a decir Savarino cuando comenzaba su declaración. Pero después de la primera pregunta de la fiscal general de Necochea, Analía Duarte, a cargo de la acusación pública, hubo un corte de luz y, posteriormente, una filtración de agua: las gotas caían cerca de donde estaba sentado el juez; tuvieron que correr la silla y la mesa que hacía de escritorio. La audiencia se suspendió y las declaraciones de Savarino y Di Tommaso debieron ser postergadas.
“Vendré las veces que sea necesario. Tengo mucho por declarar”, llegó a decir Savarino antes de retirarse.
El día clave
El 27 de mayo pasado, cuando el debate donde eran juzgados siete imputados por la muerte de Maradona fue declarado nulo, Savarino dijo: “El juicio estaba siendo bien desarrollado por todos, salvo por una persona, la persona que fue apartada”. Obviamente, se refería a la jueza Makintach.
A su turno y antes de dar por finalizada la audiencia, tomó la palabra la jueza Di Tommaso. Fue categórica: “Hubo una persona que se equivocó y deberá seguir dando explicaciones, pero no es la Justicia. La Justicia no se mancha”. Mientras la jueza expresaba estas palabras, Dalma y Gianinna, dos de las hijas de Maradona, rompieron en llanto.
“Les deseo mucha suerte y que a cada uno le llegue la justicia que se merece”, agregó Di Tommaso.
Ese día, Savarino y Di Tommaso no ahorraron críticas por la actuación de Makintach. Una y otra vez remarcaron que la decisión de declarar nulo el juicio se debió única y exclusivamente al papel desarrollado por su colega, quien integra el TOC Nº 2, pero se sumó al debate para completar el tribunal que había sido sorteado para llevar adelante el histórico debate, ya que desde hace varios años no tiene una composición de tres miembros, como debe ser.
“Nosotros, que hicimos desde el día que nos tocó intervenir en esta causa la tarea de llevar adelante un proceso de esta naturaleza, con las particularidades que tenía, que era para nosotros un juicio más, pero que tenía una repercusión pública evidentemente arrolladora, estuvimos a la altura de las circunstancias. Una persona se equivoca, una persona hace las cosas mal, no representa a la Justicia. Si nosotros damos ese mensaje públicamente, la gente acude a buscar justicia en otros lugares que no es donde tiene que buscarla. Ninguno de los dos creemos otra cosa más que somos personas que hemos sido colocadas en un lugar para cumplir un mandato, así como los abogados cumplen un mandato, los fiscales, los defensores”, sostuvo la jueza Di Tommaso. Habló en nombre de ella y del presidente del tribunal.
“Cámara oculta”
Savarino llegó a decir: “Fuimos filmados por una cámara oculta. Escuché falsedades de mí y de mi colega [Di Tommaso]. No tenemos nada que ver con la filmación, con el documental. No voy a permitir que nadie me denuncie falsamente. Di Tommaso y yo integramos un mismo tribunal [el TOC Nº 3]. Hace cinco años que nos falta un juez. Makintach integra otro tribunal, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2. No tenemos nada que ver con la filmación. Es una infamia decir que yo sabía, que vi a alguien grabando en la primera audiencia. Tengo una carrera de esfuerzo, que empezó como meritorio”. El presidente del tribunal reiteró: “Di Tommaso y yo no tenemos que ver con ningún documental”.
A su turno, Di Tommaso afirmó: “Quiero y cuido mucho mi trabajo. No puedo quedarme callada. Una espera que del trabajo de una no hablen o que cuando dicen algo lo ponderen. Cuando escucho que mi apellido está vinculado a escándalo, engaño, sospecha, ego, papelón, vergüenza… que mi apellido esté cerca de esas palabras no lo merezco. Yo soy la primera profesional de mi familia. Mis padres hicieron un esfuerzo gigante para que yo fuera a la universidad pública. No soy hija de ningún funcionario, no soy hija de nadie, sobrina de nadie”. Fue una clara alusión a Makintach, hija de un histórico juez de San Isidro.
Destitución
El jury contra Makintach comenzó el jueves pasado. En los lineamientos de la acusación, la fiscal Duarte sostuvo ante el jurado de enjuiciamiento que pedirá la destitución de la jueza y afirmó: “Esta acusación pretende demostrar que la magistrada, en su calidad de jueza, decidió personalmente participar en un video, en un proyecto audiovisual sobre el juicio en el que juzgaba la responsabilidad de hombres y mujeres vinculados presuntamente a la muerte de Diego Maradona, con el fin de explotarlo comercialmente”.
En la audiencia, Makintach solicitó la palabra: “Quería dar la mejor imagen de la Justicia. Cumplí mi rol de jueza desde el minuto uno del juicio. Nunca imaginé que iba a generar tanto daño a la Justicia. Fue todo lo contrario a lo que yo buscaba“.
Y agregó: “Pido perdón por cómo dañé la imagen de la Justicia”, entre otras cuestiones.
