En el marco de la operación antinarco más letal de la historia de Río de Janeiro, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, confirmó que ordenó la conformación de una oficina conjunta entre las autoridades nacionales y las locales para enfrentar al crimen organizado. Horas antes, el ministro de Justicia había dicho que el mandatario está “horrorizado” por el número de muerto que dejó el megaoperativo de este martes.
“Esta mañana me reuní con ministros de mi gobierno y les di instrucciones al ministro de Justicia y al director general de la Policía Federal para que fueran a Río de Janeiro a reunirse con el gobernador”, expresó Lula en sus redes sociales, donde también aseguró que su administración no puede aceptar que el crimen organizado siga “destruyendo familias, oprimiendo a los residentes y propagando drogas y violencia por las ciudades”.
En esta línea, el presidente propuso la implementación de un trabajo coordinado que ataque la raíz del narcotráfico sin poner en riesgo a policías, niños y niñas, y explicó: “Es precisamente lo que hicimos en agosto en la mayor operación contra el crimen organizado de la historia del país, que llegó al núcleo financiero de una gran banda involucrada en el narcotráfico, la adulteración de combustible y el blanqueo de dinero”.
“Con la aprobación de la Enmienda de Seguridad, que presentamos al Congreso Nacional, garantizaremos que las diferentes fuerzas policiales actúen conjuntamente para enfrentar a las facciones criminales”, cerró el mandatario.
Me reuni hoje pela manhã com ministros do meu governo e determinei ao ministro da Justiça e ao diretor-geral da Polícia Federal que fossem ao Rio para encontro com o governador.
Não podemos aceitar que o crime organizado continue destruindo famílias, oprimindo moradores e…
— Lula (@LulaOficial) October 29, 2025
Tras su regreso de una gira de Asia, Lula se reunió este miércoles en el Palacio de la Alvorada con Lula el vicepresidente, Geraldo Alckmin, y parte del gabinete para debatir sobre la situación crítica en Río de Janeiro, mientras que, además, el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, conversó sobre el operativo con el director general de la Policía Federal, Andrei Passos.
Lewandowski contó cómo vivió Lula el inicio del megaoperativo y reveló: “El presidente estaba horrorizado por el número de incidentes fatales. Se mostró sorprendido de que se lanzara una operación [de esta magnitud] sin conocimiento federal”.
En tanto, al ser preguntado sobre la posibilidad de decretar una Garantía de Orden Público (GLO), el ministro de Justicia argumentó que el Poder Ejecutivo no podía adoptar esta medida unilateralmente sino a pedido del gobernador de Río de Janeiro, el bolsonarista Cláudio Castro, con quien desde este martes intercambiaron acusaciones y pases de factura.
“El decreto del GLO es una decisión del Presidente de la República. Primero, él [Castro] debe reconocer la incapacidad de las fuerzas locales para combatir el crimen organizado y, sobre todo, el estado de agitación en el que se encuentra Río de Janeiro. Esto depende de él. Esta hipótesis no se abordó porque no se planteó el tema. No hay ninguna solicitud”, dijo Lewandowski.
En la escalada del conflicto contra el Comando Vermelho murieron se registraron hasta el momento más de 100 víctimas fatales. El objetivo es ejecutar órdenes de arresto contra miembros del CV, 30 de los cuales son de fuera de Río, que se esconden en los dos complejos de favelas identificados por la investigación como bases para el proyecto de expansión territorial del CV.
A su vez, el operativo se produce tras más de un año de investigación por parte de la División de Control de Narcóticos (DRE) y busca contener la expansión territorial del CV.