
En la ceremonia de clausura de la cumbre en Pekín, los equipos de Francia y China suscribieron una serie de convenios en sectores como Exteriores, Agricultura, Economía, Medio Ambiente, Cultura y Educación Superior, cuya finalidad es estructurar una hoja de ruta para reforzar los intercambios y promover la estabilidad política y económica. Estos acuerdos, de acuerdo con la cobertura publicada por la fuente original, reflejan el interés común en consolidar el diálogo bilateral como medio para encarar los desafíos actuales en la escena internacional, con especial énfasis en la crisis en Ucrania.
Durante su visita oficial, Emmanuel Macron y Xi Jinping situaron la situación ucraniana en el centro de sus conversaciones, catalogando este conflicto como prioritario en la agenda de cooperación entre ambos países. Según lo informado por la fuente, los presidentes consideraron indispensable fortalecer la coordinación diplomática y fomentar soluciones negociadas para la resolución de conflictos internacionales, subrayando la importancia del diálogo político a escala mundial. La reunión celebrada en la capital china incluyó un acto protocolar conjunto, en el que Xi expresó su inquietud por el contexto global, remarcando: «nuestro mundo está lejos de ser tranquilo».
En sus intervenciones públicas, ambos jefes de Estado señalaron la urgencia de articular una respuesta multilateral a la guerra en Ucrania, aludiendo al entendimiento entre París y Pekín como un recurso clave para auspiciar salidas diplomáticas. Macron declaró en la conferencia de prensa compartida que la colaboración entre Francia y China resulta «decisiva» en un momento de inestabilidad y crisis múltiples. El mandatario francés sostuvo que la capacidad de ambos países para cooperar incide de manera directa en los intentos dirigidos a conseguir la paz en el ámbito global.
Durante el intercambio, Xi Jinping reiteró la posición tradicional sostenida por el gobierno chino, que prioriza la negociación y la solución política de las contiendas internacionales. En referencia a la guerra en Ucrania, el mandatario subrayó que «nos oponemos firmemente a cualquier acusación irresponsable y discriminatoria», y defendió la necesidad de que las partes en conflicto logren «un acuerdo de paz justo y duradero mediante el diálogo y la negociación», según transmitió la fuente.
El medio especificó que Pekín rechaza cualquier presión exterior para modificar su postura y centra sus esfuerzos en el fomento del entendimiento directo entre los actores implicados. Xi enfatizó en que la participación china en la búsqueda de una salida diplomática responde a un principio de respeto a la soberanía y a la no injerencia, al tiempo que insistió en la apertura al diálogo como eje de su estrategia internacional.
Por su parte, Macron manifestó que las diferencias históricas entre Francia y China pueden quedar en un segundo plano cuando ambas partes privilegian la confianza y el respeto mutuo. Según lo reportado por la misma fuente, el presidente francés interpretó la colaboración con China como un recurso no solo útil para abordar cuestiones bilaterales, sino también como un puente hacia una mayor incidencia de Europa en la dinámica internacional. Macron expresó el deseo de que los acuerdos y conversaciones mantenidos en Pekín sirvan de estímulo para avanzar en la coordinación entre China y Europa ante crisis como la de Ucrania.
El evento en la capital china permitió a los presidentes intercambiar visiones respecto al impacto de las crisis internacionales sobre la estabilidad regional y mundial. Ambos mandatarios exploraron el papel potencial de sus países como interlocutores relevantes dentro de los principales temas de la agenda global, con la intención de establecer una dinámica de diálogo constante capaz de incidir en futuras negociaciones multilaterales. Según consignó el medio, los pactos sellados sirven para establecer el marco político y económico de la relación a corto plazo y fijan los principios de la implicación estratégica mutua en la promoción de la estabilidad internacional.
Francia aspira a que el fortalecimiento del vínculo con Pekín facilite la construcción de una posición europea común ante la guerra en Ucrania, en tanto que China mantiene como prioridad el desarrollo de iniciativas diplomáticas que consoliden su rol como mediador y promotor del diálogo internacional. La posición china incluye la negativa a ceder ante presiones externas que exigen cambios en su política y la reiteración de su disposición a alentar la negociación entre las partes en conflicto.
Durante las rondas de conversaciones y actos públicos, ambos gobiernos reafirmaron el objetivo de mantener y ampliar los espacios de discusión, no solo en el ámbito bilateral, sino también en el contexto de la relación entre China y el conjunto de Europa. Macron señaló que los entendimientos alcanzados en estos encuentros pueden tener impacto en la postura de otros países europeos y orientar futuras respuestas de la Unión Europea ante situaciones geopolíticas complejas.
La fuente destacó que los compromisos establecidos y la agenda pactada expresan la intención de ambas capitales de profundizar su cooperación y proyectar su capacidad de acción conjunta frente a los desafíos internacionales. Los convenios firmados constituyen los pilares sobre los que se apoyarán las siguientes fases del diálogo sino-europeo, así como la participación de ambos países como agentes en la gestión diplomática de crisis internacionales y, en particular, de la guerra en Ucrania.
