
Madame de Rosa ha hablado alto y claro de la polémica que hay servida en redes sociales entre Laura Escanes y María Pombo. De lo más sincera, la influencer entiende que la primera se ha equivocado a la hora de abordar el tema de la lectura en el podcast y que la segunda no está pasando por un buen momento que tendrían que tener en cuenta sus compañeras.
El alegato de Madame ha sido uno de los más sinceros y realistas desde que esta polémica ha inundado las redes sociales y aunque reconocía que no se quiere meter «en un berenjenal» sus palabras podrían tener repercusión al respecto.
La influencer acudía este viernes a la fiesta de Halloween que organizaba su amiga Susana Molina y allí abordaba la polémica. Lo primero que dejaba claro es que está «muy en contra de los machaques» y en ese aspecto tiene un pensamiento claro de lo que ha ocurrido.
A Madame no le gusta «cuando machacan a alguien» y cree que «es una herencia de esta generación que debe determinar y que culturalmente debemos de erradicar» porque le parece «fatal» que «se machaque a alguien, se haya equivocado o no, que esa otra lectura».
En ese aspecto, entiende que la reacción que tuvo Laura porque «ella no lo hizo a mal, no lo hizo con mala intención en absoluto, porque además yo sé que ellas se tiene en cariño, pero creo que no fue inteligente»… pero cree que participar en eso es «echarse piedras sobre nuestro tejado».
A pesar de que Escanes se ha defendido diciendo que estaba en un programa de humor, Madame comentaba que «hay ciertas cosas que no se pueden todo el rato estar bajo el ala de acogerse de que es humor y tener una licencia para hacer cierto tipo de machaques» y que «podía haber salido de otra manera».
Por este motivo, entiende que «María esté molesta porque yo creo que su reacción no fue la más acertada y también entiendo que Laura no lo hizo con esa mala intención, pero nosotras, precisamente nosotras, tenemos que ser responsables con ese tipo de cosas».
La influencer aseguraba que «cuando salen cosas de nosotras, nosotras hacemos como un ejercicio psicológico de fortaleza, de reírnos de ciertas cosas, de que haya cosas que, pues que digas, va, venga, paso, me da igual lo que digan de mí», pero eso «es un ejercicio personal» y «no significa que eso esté bien». De esta manera, entiende que «si hay una compañera que está mal y que la están machacando, pues no encima provocar que haya más machaque».
