La muerte de Miguel Uribe Turbay sacudió a la política colombiana en las primeras horas del 11 de agosto, cuando el senador y precandidato presidencial falleció a la 1:56 a. m., después de permanecer hospitalizado durante dos meses en condición crítica tras un atentado ocurrido durante un mitin en el occidente de Bogotá.
La noticia generó inmediatas reacciones tanto en el ámbito político como personal, especialmente entre quienes compartieron con él los últimos días y lo acompañaron en su carrera pública.
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Entre las voces más cercanas se vio la del concejal Andrés Barrios, quien estuvo junto al político de 39 años en el momento del ataque y quien le dedicó un mensaje profundamente emotivo.
El cabildante recordó la relación fraternal que lo unía al senador: “Gracias a Dios por cruzar nuestros caminos y permitirme conocer a alguien que más que un amigo se convirtió en un hermano”.
Barrios reveló que conoció a Uribe en el mismo año en que perdió a su único hermano de sangre, señalando: “Llegaste a mi vida en el mismo año que mi único hermano de sangre partió al cielo y literalmente llegaste enviado del cielo”.
La relación entre ambos trascendió la amistad y se transformó en un vínculo de mentoría y aprendizajes. Barrios relató: “Me decías ‘¿cómo alguien que no le lleva tanta edad a otro le puede enseñar?’. Sin embargo, en esta década de hermandad me diste toda una masterclass de humildad, integridad y generosidad”.
El concejal reconoció que Uribe Turbay lo animó y creyó en él, y destacó el ejemplo de servicio público sin renunciar a los principios: “Gracias de todo corazón por creer en mí, por animarme y por enseñarme que si es posible servir en la esfera pública sin negociar nuestros principios”.
El mensaje concluyó con un deseo de reencuentro y una cita bíblica, emblema de la resignación de Barrios ante la pérdida: “Disfruta abrazar a tu mamá en el cielo. En el momento que Dios diga estoy seguro que te volveré a ver”.
Finalmente, el concejal cerró con las palabras del libro de Job: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21 RV1960”.
En otra publicación en su cuenta de Instagram, el cabildante expresó que “Miguel partió de esta tierra, pero no de la vida eterna que Jesús prometió”. De esta manera, Barrios escribió: “Hoy descansamos en sus palabras: ‘Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá’. Juan 11:25-26″.
“Nos veremos nuevamente amigo donde no hay más llanto ni despedidas”, concluyó su mensaje en las redes sociales.
Relato sobre el atentado contra Miguel Uribe
el concejal Andrés Barrios relató cómo la inesperada llegada de una ambulancia resultó decisiva tras el atentado ocurrido en el occidente de Bogotá el pasado 7 de junio. Según narró en el programa digital En aguas profundas, conducido por María Elvira Arango, la brevedad de la atención médica significó una diferencia crucial: “Hicimos, en cuestión de segundos, lo que había que hacer y la llegada a este centro médico en Fontibón fue vital”, expresó Barrios.
El concejal permaneció junto al senador durante el traslado al Medicentro de Fontibón y, en un testimonio cargado de emotividad, reveló: “Oré tanto por la vida del senador como por su hijo, recordando el dolor de Uribe Turbay por la ausencia de su madre, la reconocida periodista Diana Turbay, asesinada en 1991”.
Este episodio marcó, en palabras de Barrios, un punto de inflexión: presenciar el ataque a poca distancia le llevó a cuestionarse junto a otros testigos si habrían podido actuar de manera diferente, aunque sostuvo que la reacción fue inmediata y decidida.
Según el concejal, la jornada que comenzó como un evento político en el parque El Golfito de Fontibón se tornó crítica tras los disparos de un joven sicario contra Uribe Turbay.
Barrios también compartió su postura personal, influida por su fe cristiana, en relación con la recuperación del senador: “Creo en los milagros, porque creo en Dios. Mi versículo favorito es Lucas 1:37, que dice que ‘nada es imposible para Dios’, y para los hombres, pues hay muchos techos, pero para Dios no. Entonces, ahorita, con lo que estamos viviendo con Miguel, estamos aferrados a eso, a ver lo que solo Dios puede hacer. Yo valoro profundamente lo que los médicos han hecho, están dando lo mejor de ellos, los médicos, las enfermeras y demás, pero sé que la Medicina también tiene un techo y por eso estamos pidiéndole a Dios, creyendo que él haga lo que solo él puede hacer”.
