Con 80 años, Juan Vázquez decidió compartir públicamente su dolor para referirse a su hija. “Su perversidad nos ha shockeado a su madre y a mí. Lo que hizo no tiene perdón de Dios. Es una psicópata”, confiesa luego de que Andrea lo denunciara falsamente también a él por pedofilia y abuso de una sobrina. Su yerno, el doctor Pablo Ghisoni, estuvo preso tres años por las falsas denuncias de su exmujer y madre de sus tres hijos, Andrea Vázquez, ginecóloga y funcionaria de La Matanza con reconocida militancia por los derechos de las mujeres que supo aprovechar su cargo y sus amistades. El fiscal lo absolvió en septiembre de 2023 porque no encontró elementos suficientes para sostener la imputación.
Tras 15 años de trámites judiciales por acusaciones de violencia familiar y abuso sexual que llevaron a Ghisoni a la cárcel, acusado de presuntas violaciones en perjuicio de dos de sus hijos, en mayo pasado, la Sala I del Tribunal de Casación Penal bonaerense rechazó en un fallo dividido el recurso de apelación presentado por Andrea Vázquez y confirmó la absolución de su exesposo.
Se han sumado nuevos elementos a la causa a partir del video viralizado del joven Tomás Ghisoni, quien, con valentía y lucidez, admitió haber sido manipulado por su madre para que mintiera en la declaración contra su padre. Junto con su hermano Francisco, quien hace años que vive con su padre, relataron las presiones maternas para que inventaran relatos falsos, armando así una asociación planificada sin que ella fuera una denunciante aislada.
El rostro del doctor Ghisoni lo dice todo. Su cansancio se expresa en que no accionará contra quien le arruinó la vida, alejándolo de dos de sus hijos y sumiéndolo en el desprestigio profesional y en la condena social que tan lejos estuviera de merecer. La misma Justicia que había considerado conveniente poner a los tres pequeños hijos bajo el cuidado unilateral del padre durante casi cuatro años, con perimetral para su madre, fue la que luego recogió las falsas denuncias. Sin juicio, debió cumplir prisión preventiva por dos años en una institución de salud mental debido a sus amenazas de suicidio, y un tercero en su domicilio.
El fiscal Jorge Bettini Sansoni presentó estos días una denuncia para investigar si Andrea Vázquez incurrió en “falso testimonio calificado, instigación a la comisión del delito de falso testimonio y asociación ilícita”. Se sospecha también que podría haber una presunta organización de abogados y peritos que prefabricaban causas penales.
Las falsas denuncias son un nefasto fenómeno que se repite en distintas jurisdicciones, muy usado por mujeres para privar a los padres de ver a sus hijos, bajo la premisa de creer en la víctima. Si bien el Código Penal las castiga, dos proyectos de ley proponen aumentar las penas en determinadas situaciones. El Observatorio de Falsas Denuncias en la Argentina reporta que el 64% de las denuncias por violencia o abuso en separaciones no llegan a juicio por falta de evidencia, con más del 60% de los acusados sobreseídos o absueltos y 11 suicidios documentados de acusados sin sentencia judicial firme en la última década. Los jueces de familia y menores deben formarse adecuadamente para distinguir rigurosamente lo verdadero de lo falso.
Los niños, víctimas de estas situaciones, registran lesiones psíquicas y orgánicas que los acompañarán por el resto de sus días. “El tema es el trauma psicológico que genera en un menor vulnerado”, advierte el protagonista de esta pesadilla. La Justicia debe estar siempre al servicio de proteger a los menores de edad y no de revictimizarlos, por lo que una ley que regule las falsas denuncias nunca sería una amenaza para víctimas reales, sino un reaseguro para que no sean manipuladas como armas.