A un mes de la Marcha del Orgullo 2025, uno de los eventos más importantes para la comunidad LGBTIQ+ en el Perú, la gestión del alcalde Rafael López Aliaga no ha emitido permisos ni ofrecido respuestas formales a los organizadores. La situación genera preocupación entre quienes preparan la movilización, debido a que aspectos clave como la ruta, el escenario y la participación de artistas permanecen sin definirse por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML).
“Estamos a un mes la marcha y la municipalidad no responde con permisos ni papeles, tenemos estancada la ruta, el permiso para el escenario. Desde el año pasado hasta ahorita no nos dicen nada”, declaró una fuente del comité organizador a Infobae Perú.
“Queremos saber si vamos a tener escenario fijo o móvil porque de eso depende que podamos hacer la gestión logística y cerrar con artistas. Todo depende de los papeles, hemos cumplido con todo y ellos no responden, no nos están respondiendo”, agregó.
Ante esta falta de respuesta, el Colectivo Marcha del Orgullo LGBTI de Lima ha convocado a una conferencia de prensa para este jueves, en la que participarán el abogado Jhimmy Sotomayor, la legisladora Susel Paredes y el activista Jorge Apolaya, representante del colectivo. El evento se realizará en el Congreso.
Este medio conoció que, desde septiembre de 2024, la organización ha enviado reiteradas misivas a la Gerencia de Movilidad Urbana. El 11 de septiembre, propusieron una reunión posterior a la marcha de ese año para coordinar con anticipación las acciones necesarias para la edición 2025. Al no recibir respuesta, enviaron una segunda carta el 25 de octubre, sugiriendo nuevas fechas para el encuentro.
En noviembre, el colectivo remitió propuestas de rutas e insistió en su intención de utilizar la Av. de la Peruanidad como parte del recorrido. Para ello, solicitaron que la MML coordine con la Municipalidad Distrital de Jesús María.
Durante 2025, las gestiones continuaron. El 12 de febrero se envió una nueva carta, que resumía los antecedentes y planteaba fechas posibles para una reunión entre el 27 de febrero y el 14 de marzo. El 25 de ese mismo mes, reiteraron el pedido sin recibir hasta ahora una respuesta definitiva.
La falta de claridad por parte de la gestión municipal amenaza con afectar el desarrollo de esta manifestación, considerada la más multitudinaria del país. Hasta el cierre de esta nota, la Municipalidad de Lima no ha emitido pronunciamiento oficial sobre el tema.
Antecedentes
En 2023, López Aliaga negó el permiso para que la marcha finalizara en la Plaza San Martín, una tradición interrumpida desde 2016 durante la segunda gestión de Luis Castañeda Lossio. En su lugar, se autorizó la Plaza 28 de Julio.
La autoridad justificó la decisión argumentando que la Plaza San Martín está destinada a actividades turísticas, una de las prioridades de su administración. Ese año, los promotores denunciaron que la gestión municipal desatendió dos solicitudes formales para emplear uno de los espacios más emblemáticos del centro de Lima.
En 2024, la situación se repitió. Además, el alcalde emitió declaraciones con un tono que fue calificado como discriminatorio por diversos sectores, al referirse a expresiones culturales del evento.
“El año pasado dimos la autorización completamente y fue la más exitosa en su historia. No me meto en la vida íntima de cada ser humano, pero pido respeto para mis creencias. [A menudo] hacen memes de mis creencias, me discriminan porque comulgo a diario y me toman fotos en las iglesias [diciendo] ‘¿otra vez comulgando?’. ‘A ti, ¿qué te importa?’”, dijo en una rueda de prensa.
“No hagan payasadas. Después hacen cuadritos y ponen a Santa Rosa con lentes 3D, la ponen en colores multicolores. Respeten, pues. Gente muy cercana a mí, es gay y los respeto, los llamo y son mis amigos. Lo único que les pido es que respeten los valores de la población peruana, […] que no hagan la payasada del año pasado”, insistió.