La secretaria de Energía, María Tettamanti, hizo un análisis del sector energético y dijo que el principal desafío para atraer inversiones es construir un marco regulatorio estable y confiable que el sector privado perciba como perdurable en el tiempo.
“Lo importante es crear un ámbito confiable y que los privados lo vean perdurable para fomentar la inversión. Sabemos que el tiempo nos apura, porque tenemos una ventana de oportunidad para aprovechar en petróleo, sobre todo. Hay que fijar prioridades y entender dónde estamos parados y hacia dónde queremos ir como gobierno”, señaló, en un evento organizado por LIDE Argentina.
Tettamanti admitió que el país enfrenta urgencias en materia de energía eléctrica. “No contamos con una potencia instalada suficiente para pasar los picos de demanda de forma tranquila, tanto en invierno como en verano. Necesitamos medidas paliativas en el corto plazo para gestionar la poca oferta disponible y trabajar en inversiones que amplíen la capacidad instalada”, explicó.
En esa línea, detalló que se está avanzando en una licitación de almacenamiento de energía en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde se recibieron ofertas por hasta 1500 MW, cuando se busca adjudicar 500 MW.
También indicó que el Gobierno está trabajando en los pliegos para licitar transporte de alta tensión y en un programa para incentivar inversiones en generación térmica, donde los offtakers (compradores) serían los privados y no Cammesa, la compañía con control estatal encargada de los despachos de energía eléctrica.
En gas natural, la funcionaria remarcó que el Plan Gas sigue vigente, con contratos entre productores y distribuidoras para una parte del abastecimiento, mientras que la otra mitad se canaliza a través de Enarsa, la empresa estatal encargada de comprar los cargamentos de gas natural licuado (GNL) en el invierno. “Estamos trabajando para descentralizar esta compra y ordenar el sistema de transporte”, indicó.
El plan del Gobierno es que, a partir del invierno próximo, los privados empiecen a comprar de manera directa los cargamentos de GNL. Sería un sistema similar al de otros países, como Brasil y Chile. En un primer momento, se sumarían a esta movida los grandes usuarios de gas y las generadoras eléctricas, mientras que las distribuidoras de gas enfrentarían mayores problemas si no pueden trasladar ese precio de compra a las facturas de los usuarios finales.
Tettamanti reconoció que el riesgo regulatorio es una de las mayores preocupaciones del sector privado y que el Gobierno busca responder con un esquema de desregulación progresiva. “El RIGI [Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones] da certidumbre y previsibilidad. Nuestro rol es fijar reglas claras y cumplirlas; las inversiones las tiene que hacer el sector privado. Hemos diagramado una hoja de ruta para que tanto la generación como la producción de gas natural lleguen a un esquema de libre mercado”, sostuvo.
La funcionaria anticipó que próximamente se publicarán los nuevos lineamientos del sistema eléctrico en Cammesa y que apuntan a fomentar inversiones en nueva generación, con libre contractualización y energía spot al costo marginal. “Los privados deberían ser los offtakers, no Cammesa. Tenemos que trabajar para eso en que las distribuidoras sean sujetos de crédito y que los generadores se animen a invertir en nueva potencia térmica”, afirmó.
Respecto de la infraestructura gasífera, enfatizó la necesidad de “sincerar quién es el propietario de la capacidad de transporte útil” y destacó la importancia de la interacción entre sector público y privado. “Pienso todos los días en no convertirme en lo que siempre critiqué: un funcionario oportunista que no respeta las reglas de juego. Tenemos que escuchar al otro y que el sector privado entienda nuestros tiempos y limitaciones. Más del 50% de los usuarios de gas y electricidad reciben algún tipo de subsidio, y eso obliga a ser cuidadosos en cómo avanzamos hacia tarifas más reales”, concluyó.