Es uno de los hombres más sexis de la industria española. Sin embargo, a él no le gusta que se hable de eso. De hecho, en los últimos años Mario Casas hizo mucho esfuerzo por despegarse de esos títulos que lo convirtieron en galán y pretendían encasillarlo allí para siempre. Proyectos como Contratiempo, El fotógrafo de Mauthausen, El practicante, No matarás y El inocente, entre otros, le dieron la posibilidad de mostrar su versatilidad y su compromiso actoral.
Enfocado cien por ciento en su profesión, este actor y director tampoco habla de su vida privada. Mucho menos de sus romances que, si hacemos cuentas, fueron muchos. “Nada de preguntas sobre relaciones pasadas o actuales, por favor”, aclaran en la última entrevista que el español le dio a LA NACIÓN cuando vino de visita a la Argentina. “Imaginate tanto trabajo para que después saquen solo esa frase y se desparrame por los portales”, explica este artista nacido en La Coruña, criado en Barcelona y actual residente de Madrid.
Y es cierto. La discreción siempre fue una marca registrada en cada vínculo sentimental que ha mantenido. De hecho, pocas veces ha blanqueado o confirmado públicamente un romance, manteniendo así su eterno apodo de “el soltero de oro del cine español”. Lo que también parece ser una constante en su intimidad es el enamorarse de sus compañeras de trabajo. Proyecto que encarna, coprotagonista que cae en sus redes.
Amaia Salamanca: ¿sólo un rumor?
En 2006, Mario Casas consiguió su primer papel en televisión en la serie juvenil, SMS (Sin miedo a soñar). Fue allí que compartió el set con Amaia Salamanca; conocida actualmente por sus protagónicos en Gran Hotel y Sin tetas no hay paraíso. Si bien ahí surgió una gran amistad entre ellos, fue recién dos años después -cuando se cruzaron en la película Fuga de cerebros- que se enamoraron. A pesar de que los actores nunca blanquearon su amor, las imágenes de ellos paseando por las calles de Madrid muy acaramelados fueron prueba suficiente para confirmar que fueron algo más que compañeros de trabajo.
María Valverde: un romance mediático
A María Valverde la conoció rodando Tres metros sobre el cielo; una película que sin dudas marcó un antes y un después en su carrera. En esa comedia romántica -basada en el best seller homónimo de Federico Moccia- Casas interpreta a Hache, un motoquero rebelde que vive al límite y enamora a Babi, una chica de clase alta que pertenece a otro mundo y que con él descubre el primer amor. Esta historia, que rompió la taquilla de España, inmediatamente traspasó la pantalla y los actores comenzaron un romance que duró seis años.
A pesar del interés mediático que generó esta relación, Casas y Valverde mantuvieron su amor lejos de los flashes. Pocas veces se mostraban en eventos juntos y casi nunca hablaban de sus sentimientos en público. Razón por la cual, los fanáticos tuvieron que conformarse con verlos en pantalla, donde esta dupla explosiva volvió a repetirse en Tengo ganas de ti, la secuela de Tres metros sobre el cielo, y La Mula. “Mi salto a la fama coincidió con mi relación con Mario. A mí me sobrepasó un poco mentalmente”, confesó Valverde en diálogo con La Vanguardia casi una década después.
En 2014, la noticia de su ruptura tomó a todos por sorpresa. “Por la necesidad de callar a las malas lenguas, siento decir que Mario y María rompieron su relación hace unos meses”, dijo Sheila Casas, la hermana y actual representante del actor, confirmando la separación. Aunque no dio detalles sobre los motivos, inmediatamente las especulaciones se pusieron en marcha. Mientras que algunos le echaron la culpa a los compromisos laborales de cada uno, otros señalaron a Berta Vázquez; compañera del galán español en Palmeras en la nieve como la gran responsable de este final.
“Al final los malos momentos se olvidan. Eso es lo bueno del paso del tiempo, que te quedas con lo bueno”, expresó la actriz en una nota con Antena 3 que, tras su separación de Casas, se fue a vivir a Londres.
Berta Vázquez: flechazo y convivencia
Las especulaciones sobre una posible infidelidad del protagonista de El inocente se confirmaron cuando Casas presentó a Berta Vázquez como su nueva pareja. Los actores se conocieron en 2015 en el set de Palmeras en la nieve y el flechazo fue instantáneo. Mientras él era el protagonista junto a Adriana Ugarte, ella interpretaba a Bisila, un papel que significó su gran salto a la fama.
“Lo conocí dos años antes en un casting para otra película. Yo era nueva, lo veía serio y concentrado y todo el rato le iba a hablar y a hacerle preguntas estúpidas”, recordó la actriz durante una entrevista con El Hormiguero. Respecto a su reencuentro en la superproducción española basada en la novela homónima de Luz Gabás, contó: “Fue tan intenso que ni lo recuerdo. El amor es inexplicable“. “Las cosas siempre van poco a poco”, dijo él sin dar más detalles.
A pesar de sus dichos, la confirmación llegó enseguida. La actriz de Vis a Vis y el galán comenzaron a mostrarse juntos en eventos, viajes y redes sociales. La señal de que la cosa iba enserio llegó con la convivencia. La pareja se mudó a un pequeño piso en el barrio de Chamberí, que compartieron durante dos años.
Sin embargo, en 2017 una vez más este rompecorazones volvía a ser un hombre soltero. Aunque ellos culparon a sus ajetreadas agendas por su decisión, una fuente cercana a la expareja aseguró que fueron los celos de la intérprete ucraniana-española los que hicieron estallar la relación. Según Vanitatis, a Berta no le gustó nada la campaña que su novio hizo para la firma Springfield junto a la modelo Dalianah Arekion.
El tiempo pasó y los pases de factura quedaron en el pasado. En 2023, Mario defendió a Vázquez de los haters que criticaron su cuerpo tras una ceremonia de los Premios Goya. “Bella”, escribió en las redes de su ex, demostrando la relación cordial que mantienen.
Blanca Suárez: de amiga a novia
Blanca Suárez fue la siguiente mujer en conquistar el corazón del galán español. Sin embargo, a diferencia de las anteriores, ella conocía a Mario Houses (así se apoda el actor en redes sociales) desde hacía casi una década. Los artistas coincidieron por primera vez en el rodaje de Carne de Neón (un film dirigido por Paco Cabezas) y desde entonces surgió una linda amistad. Cuatro años después, Blanca y Mario volvieron a trabajar juntos en la exitosa serie El barco, donde encarnaron a una de las parejas más queridas de la pantalla.
El público soñaba con que ese amor entre Ainhoa y Ulises traspasara la barrera de la ficción pero ellos se reían y aseguraban ser sólo amigos. Un nuevo proyecto de Álex de la Iglesia (El bar) volvió a reunirlos frente a cámara y a reavivar los deseos de sus seguidores. Y ellos les dieron el gusto.
Si bien la pareja nunca blanqueó su relación, tampoco se escondió. Unas fotografías de marzo de 2018 donde se los ve a ambos salir de la casa de la actriz a primera hora de la mañana confirmaron lo que era un secreto a voces. Luego, siguieron unas vacaciones en Málaga y una fiesta aniversario de Bambú Producciones, donde los “colegas” se mostraron más cerca de lo habitual.
El sueño de la pareja perfecta sólo duró dos años. Y en este caso fueron las redes sociales quienes advirtieron sobre una crisis entre la actriz de Las chicas del cable y el actor de Contratiempo. Es que para el cumpleaños número 31 de Blanca, a mediados de octubre de 2019, Mario no hizo ningún posteo alusivo ni le dejó un mensaje para ella. Tampoco pasaron el día juntos. Finalmente, el programa Corazón de TVE confirmó que la pareja había roto en agosto.
Según unas declaraciones que hizo Casas en una posterior edición del Festival de Cine de San Sebastián, las cosas entre ellos quedaron muy bien. “Blanca no es un ícono. Es el ícono de los íconos”, dijo este muchachito oriundo de La Coruña cuando le preguntaron por su ex. Por su parte, Suárez le devolvió el halago: “Mario es un ícono para su generación y para mí”. Según allegados, Blanca fue la mujer que más le costó superar a este galán.
Déborah François: trabajando con mi ex
Ellos fueron la pareja del verano en 2020. Mario Casas y Déborah François se conocieron a fines de 2019 en el rodaje de El practicante y empezaron a salir en febrero del año siguiente. “Mi corazón late fuerte”, dijo la actriz belga durante una gala de los premios Feroz en 2021, oficializando su relación.
Pero el latido duró poco. Con la llegada de la primavera también llegó la ruptura. A pesar de que François y Casas tomaron caminos diferentes, dos años después un proyecto creado en pandemia volvió a unirlos. Se trata de Mi soledad tiene alas, un film del que ambos participaron como guionistas y que significó el debut de él como director. “Nos entendemos muy bien, somos muy amigos. Hay cosas que no se pueden romper, en mi corazón para siempre”, dijo ella en la premiere de la película.
“Es alguien a quien quiero y aprecio mucho. Es una gran actriz y es una amiga maravillosa y estupenda (…) Estoy muy contento de haber hecho esto con ella“, aclaraba Casas por su parte, desmintiendo una reconciliación con la actriz.
Desiré Cordero: un affaire de meses
Desiré entrando a la casa de Mario en Madrid. Desiré y Mario de compras. Desiré y Mario viajando a Cantabria fueron las postales que inundaron todas las revistas del corazón allá por octubre de 2021. Y aunque ellos nunca lo confirmaron, la modelo (ex del futbolista argentino Joaquín Correa) era la nueva pareja del actor gallego. “Yo solo puedo decir que estoy súper feliz. Estoy en una etapa muy bonita de mi vida y nada más”, expresaba ella cada vez que le preguntaban por su affaire con uno de los hombres más lindos de España.
Las redes sociales también hablaron por ellos. Los mensajes de complicidad que la Miss España 2014 intercambiaba con otros miembros de la familia Casas daba cuenta que era parte del círculo más íntimo del intérprete. Sin embargo, la relación tampoco prosperó y la pareja se separó al cabo de unos meses.
Aura Garrido: un reencuentro que terminó en romance
A mediados de 2022, un beso a plena luz del día en Torrelodones confirmaba que este galán ya no estaba solo. ¿La nueva candidata en cuestión? Aura Garrido, una vieja conocida. En 2017, los actores habían compartido el set de El Bar y, dos años después, se habían reencontrado en el rodaje de El inocente; la serie de Netflix donde encarnan a un joven matrimonio.
En ese momento, ambos estaban en la cima de sus carreras: él venía de estrenar la exitosa película No matarás que le valió un premio Goya y ella brillaba en series como El Ministerio del Tiempo.
En lo que duró la relación, la pareja optó siempre por mantener el perfil bajo: sin declaraciones a la prensa y sin publicaciones románticas en redes sociales.
Eiza González: amor a la mexicana
En septiembre de 2023, Casas fue relacionado con una nueva celebrity: la actriz Eiza González. La mexicana y el español fueron descubiertos infraganti caminando de la mano por las calles de Roma y las especulaciones se pusieron en marcha. Sin embargo, al igual que en todos sus romances anteriores, el artista prefirió el silencio. “Eiza es una actriz maravillosa. Creo que está demostrando el talento que tiene, además es muy buena niña”, lanzó en una visita laboral al país del tequila cuando le preguntaron por la intérprete.
Según el entorno, la relación iba enserio y hasta llegaron a tatuarse juntos en una clara señal de amor. “Mario habría pedido tatuar él mismo y a mano la inicial de su nombre en el brazo de Eiza”, revelaba una fuente cercana a la pareja. Con tatuaje o sin tatuaje, la relación tampoco funcionó.
Melyssa Pinto: la actual
Todo comenzó con un intercambio de likes en redes. Luego, siguió con un viaje secreto a la Costa Amalfitana, del que –si bien no compartieron imágenes juntos– dejaron algunas pistas virtuales: posteos en los mismos paisajes y cenas para dos encendieron las alarmas. A fines de mayo de este año, un descuido de la influencer alimentó aún más los rumores: el fondo de pantalla de su celular era una foto del actor. No había muchos más cabos sueltos que atar, Mario Casas y Melyssa Pinto estaban juntos.
Dos meses después, la pareja fue descubierta en Cantabria, concretamente en la localidad de Ajo, donde el actor tiene una casa de vacaciones. Paseos por la playa, baños en el mar y mañanas de entrenamiento fueron los escenarios perfectos para confirmar su amor. De hecho, un beso que se dieron al salir del gimnasio quedó inmortalizado en las principales revistas del corazón.
“Estoy muy feliz pero no voy a contar más de lo que saben”, dijo la exparticipante de La isla de las tentaciones cuando hace unas semanas fue interceptada en la calle por Europa Press. Lo único que se sabe es que la joven de 34 años que se dedica a hacer campañas publicitarias en las redes sociales– es la nueva dueña del corazón de Casas; al menos hasta que el próximo proyecto cinematográfico toque su puerta.