Con el saco sport en la mano, un minuto más tarde de lo pactado y con saltitos relajados, Martín Menem subió el martes las escaleras hacia el primer piso de la Casa Rosada, donde lo esperaban el presidente Javier Milei y el resto del gabinete. El contraste fue marcado: un rato antes que el presidente de la Cámara de Diputados, un Santiago Caputo muy serio detrás de sus ya clásicos anteojos oscuros abordaba las mismas escaleras, pero sin saltos ni sonrisas a la vista.
Luego de la semana de extrema tensión y pases de factura que siguió a la abultada derrota ante Fuerza Patria en las urnas bonaerenses, los Menem respiraron aliviados. La ofensiva contra ellos, que atribuyen al multifacético asesor presidencial, no dio resultado hasta ahora: tanto Martín como su primo Eduardo “Lule” Menem, el coordinador del armado nacional siguen ahí, en sus puestos, respaldados por “el Jefe”, Karina Milei, más allá de que la interna abierta con Caputo y los jóvenes de Las Fuerzas del Cielo parecieran estar muy lejos de haberse terminado.
“Las operaciones son incesantes, en tantos años de política nunca vimos algo parecido”, se quejaba, a mitad de semana, un miembro del clan Menem, con múltiples terminales políticas dentro y fuera del Gobierno. Cerca de Martín y Lule vieron el fantasma de Caputo detrás de la repercusión mediática que tuvo el saludo distante que Milei le prodigó a Martín en el escenario, luego de la derrota, en el espacio Vonharv de Gonnet. “Enfatizaron sobre uno de los dos saludos, el otro fue un abrazo, la relación con Milei no es nada fría, todo lo contrario”, se quejaban cerca de la familia del ex presidente Carlos Saúl Menem.
Desde allí unían esa mirada crítica con otros comentarios, internos y externos, que los hacían responsables de la derrota y pedían sus cabezas, ya que Martín Menem es el vicepresidente de La Libertad Avanza a nivel nacional, y comparte las responsabilidades y decisiones del armado-varias de ellas derrotas, como en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes- con Lule.
“¿Hacerlos responsables a ellos? Por favor. Hay quienes priorizan sus intereses y utilizan la agresión como método”, reflexionaban en el entorno de los apuntados con apellido ilustre. “El armado estuvo prolijito. ¿Pero quien se ocupó de la comunicación, que fracasó? ¿A quien se le ocurrió el slogan Kirchnerismo Nunca Más, que no se entendía?”, contraatacan referentes del menemismo libertario, con la mira puesta en el joven estratega.
Como para demostrar que nada ha ocurrido, “Lule” llegó cada día de esta semana, a su despacho. Con su secretaria moviéndose una y otra vez por los pasillos, el armador bonaerense Sebastián Pareja (otro de los apuntados) fue uno de sus primeros visitantes. El jueves, el gobernador de Chaco, Leandro Zdero, pasó por sus oficinas antes de saludar al flamante ministro del Interior, Lisandro Catalán, y preparar la foto de la Mesa Federal, que se dio por la tarde, junto a otros mandatarios provinciales, Rogelio Frigerio y Alfredo Cornejo. “Está trabajando normalmente, los gobernadores lo conocen, porque es alguien con cuarenta años de política”, afirmaron a este diario interlocutores de “Lule”, que prefirió el silencio y no respondió las consultas de LA NACION.
Elegido por Milei para formar parte de la mesa política el mismo lunes posterior a la derrota, Martín Menem sí salió a responder los ataques, al igual que lo hiciera luego de que trascendieran los audios atribuidos a Spagnuolo, que apuntan a Karina Milei y a él mismo como receptores de presuntas coimas o favoritismo en concesiones estatales para sus empresas.
“Lule ha sido tal vez el armador más importante de La Libertad Avanza después de Karina Milei que es la presidente (del partido). Se ha encargado de que LLA tenga representantes en cada distrito, en cada provincia, y en tiempo récord. Las críticas son por eso, eso genera todo tipo de tensiones”, dijo el titular de la Cámara baja, a radio Fénix de La Rioja y antes de compartir, el jueves en Tucumán, una nueva foto con Karina Milei, esta vez en la presentación de los candidatos a diputados nacionales por esa provincia.
Responsables
Referentes con terminales en el despacho del primer piso que ocupa Caputo- hoy encargado de la estrategia electoral de cara a octubre-no ocultan su disconformidad con la decisión del Presidente de no correr a Pareja y los Menem, para iniciar otra etapa. Señalan que los focus group encargados tras la derrota mostraron que hay “dos millones de votantes nuestros que no fueron a votar”, pertenecientes a las clases media y media baja, enojados por la difusión de las presuntas coimas en el área de discapacidad.
“Hay que mostrarles que somos distintos y cambiar a los sospechados de irregularidades. Pero Karina no piensa lo mismo”, confiesa un dirigente que conversa con el asesor presidencial, quien estuvo en el escenario de la derrota el domingo, y sostiene la presión interna de las Fuerzas del Cielo, que vía redes sociales no duda en sugerirle a Milei que se deshaga de Pareja y los Menem.
“No creo que se calme todo, hay que ver si se logra institucionalizar a los inorgánicos”, responde un leal a Martín Menem, en referencia a los mensajes de “rebeldía” de influencers de Las Fuerzas del Cielo como Daniel Parisini, alias el Gordo Dan, que además de emprenderla contra aliados de la coalición gobernante como el senador cordobés Luis Juez le reclama al propio Presidente “cambiar el equipo”.
El mismo que escribió, el lunes posterior a la derrota, que “Lule Menem y Pareja, si tienen huevos, deberían dejar de usar de escudo humano a Karina Milei y dar un paso al costado en honor a la Sagrada Causa de la Libertad que lleva adelante el presidente Javier Milei. Por los 47 millones de argentinos y por el futuro de los que aún no nacieron”.
Cerca de los Menem no creen que Caputo sea incapaz de controlar a los rebeldes. “Tiene herramientas para callarlos, pero no lo hace”, sostienen. Con las elecciones de octubre a la vuelta de la esquina, la interna en el centro del poder amenaza con nuevos capítulos.