El expresidente Mauricio Macri calificó como “muy buena” la reunión mantenida ayer en Olivos con Javier Milei y expresó su confianza en que, luego de las elecciones del 26 de octubre, el gobierno avanzará hacia una etapa de profundas reformas estructurales.
“La reunión de ayer en Olivos fue muy buena. Después de las elecciones del 26 de octubre, confío en que el gobierno iniciará una etapa de cambios orientados a realizar reformas estructurales importantes”, escribió Macri en su cuenta de X.
El expresidente manifestó su expectativa de que quienes impulsan el cambio puedan unirse para promover, desde el Congreso, las transformaciones que el país requiere.
“Las posibilidades de progreso y crecimiento de la Argentina son enormes, pero requieren cambios importantes y el compromiso con una agenda real y metas a cumplir”, concluyó.
Ayer, Milei recibió en la quinta de Olivos a Mauricio Macri por segunda vez en la semana, luego del encuentro que habían mantenido el domingo. Este viernes, el exmandatario estuvo en la quinta de Olivos, donde además del actual Presidente lo recibió la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
La charla se prolongó desde las pasadas las 17 hasta cerca de las 19. Y, apenas terminada, el Presidente publicó un mensaje en X para resumir la versión oficial de la reunión que, por los términos que usó, se llevó en buenos términos.
“Recién hemos terminado una muy fructífera reunión con el expresidente (EL PRESI), Mauricio Macri, el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos y y la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, en la que acordamos trabajar en conjunto, a partir del 27 de octubre, para construir los consensos necesarios que nos permitan avanzar en las reformas estructurales que necesita nuestro País para que sea grande nuevamente. VLLC!”, escribió el jefe de Estado.
Volvió a llamar “Presi” a Macri, luego de los enconos desatados el año pasado por los señalamientos a la gestión del líder de PRO; y por los destratos de la hermana de Milei a los amarillos en el armado electoral en la Ciudad, este año.
Las últimas conversaciones se habían mantenido en total reserva por días. Y en varios casos, los encargados de hacerlas trascender habían sido los macristas. Esta vez, fue Milei quien se ocupó de darla a conocer, casi de inmediato, y en primera persona.
Es que el Gobierno atraviesa su momento más oscuro después de la derrota electoral en la Provincia de Buenos Aires, enmarcada por una seguidilla de reveses cantados en el Congreso y, desde hace unos días, por las gravísimas acusaciones sobre los vínculos con el narcotráfico del primer candidato libertario en PBA, José Luis Espert.
Milei, que acaba de recibir instrucciones sobre la necesidad de crear consensos desde Estados Unidos, necesita mostrar gobernabilidad, y no le quedó otra opción que volver a apoyarse en Macri. El ex jefe de Estado, a su vez, decidió olvidar, aunque sea momentáneamente, los cachetazos recibidos de parte del triángulo de Hierro en el pasado reciente.
Había silencio esta noche en el entorno de Macri, pero quienes lo conocen bien y hablan seguido con él deslizaron que verían difícil que el ex mandatario no le hablara del tema de Espert, que recibió 200 mil dólares del empresario detenido por tráfico de drogas Fred Machado, y utilizó decenas de veces sus aviones y ayuda logística. “Mauricio lo detesta a Espert”, dijo alguien muy cercano.
En cualquier caso, desde la cúpula libertaria aseguraron que la opinión de Macri no influirá ninguna decisión en torno al caso del economista amigo del Presidente, que complica la elección libertaria. Esto a pesar de que prácticamente la totalidad del Gabinete, la tropa militante virtual y los aliados preferirían que el economista de un paso al costado -exepto el jefe de Estado, que anoche volvió a expresar públicamente su respaldo-.
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