Por primera vez, la Argentina es sede hasta mañana de una Jornada Internacional dedicada exclusivamente a las mulas y los asnos. El encuentro se realiza en el Campo de los Andes, establecimiento del Ejército Argentino ubicado en Tunuyán, Mendoza, uno de los mayores centros productivos de mulas del país y la región.
La propuesta busca revalorizar a dos especies históricamente relegadas, que hoy vuelven a cobrar protagonismo tanto por su rol en zonas rurales de difícil acceso como por su aporte a la ciencia, la producción y la terapia asistida con animales.
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El veterinario Luis Losinno, docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto, es uno de los principales impulsores de la jornada. Con una extensa trayectoria en biotecnología reproductiva equina, su vínculo con los burros y las mulas nació hace una década, casi por casualidad. “Fui a China a dictar unos cursos y conocí la realidad de los productores de leche. Me cambió completamente la mente”, contó a LA NACION.

Hasta ese momento, Losinno había dedicado su carrera a la reproducción asistida y al desarrollo de biotecnologías aplicadas a la fertilidad equina. “Trabajé en biotecnología reproductiva durante 30 años; hicimos el primer clon de la Argentina, los primeros en hacer ICSI. Pero cuando vi que el burro era un animal olvidado por la ciencia, porque es un animal de pobres, decidí cambiar mi línea de trabajo”, relató.
De regreso al país, comenzó a investigar las propiedades de la leche de burra, un producto con fuerte tradición milenaria en distintas culturas, aunque poco explorado en la Argentina. “Vi que este animal podía vincular la producción animal con la salud humana. La leche de burra tiene casi un 98% de homología con la humana, es de altísima calidad”, explicó.

Según detalló, su grupo de trabajo en la universidad desarrolló los primeros ensayos de lactancia y hoy cuenta con una startup en Villa María con 300 burras en ordeñe. “La leche se vende congelada y pasteurizada, y en poco tiempo más se va a ofrecer también liofilizada”, comentó. Cada burra produce en promedio “medio litro diario, muy poco, pero de excelente calidad”, explicó.
En la Argentina, los burros son mucho más numerosos de lo que se cree. “Según datos oficiales hay entre 60.000 y 80.000 burros, aunque estimamos que puede haber más del doble, porque muchos están fuera del control humano en la precordillera del noroeste”, señaló Losinno. “Eso nos ubica solo un poco por debajo de Europa, que tiene unos 200.000 ejemplares”, agregó.

El investigador recordó que el interés por estos animales creció en los últimos años. “Hace cuatro o cinco años empezamos a organizar encuentros nacionales de mulas y burros, con charlas y cabalgatas. Y de ahí nació la idea de hacer una jornada internacional”, dijo.
El Campo de los Andes, propiedad del Ejército, se convirtió en el lugar ideal para concretarla. Así, el Ejército se sumó como coorganizador del evento, y fue un equipo integrado por los tenientes coroneles Santiago Bruno, Bonzi y Sosa, junto con los veterinarios y también tenientes coroneles Salina y Funtanillas, el que tomó la responsabilidad de llevar adelante la organización. “Allí tienen unas 600 mulas; es la comunidad productora más ordenada del país. Muy amablemente ofrecieron el haras para que hiciéramos esta reunión”, explicó Losinno.

El evento reúne a muchas universidades nacionales como La Pampa, UBA, Lomas de Zamora, Villa María, Río Cuarto y otras— junto a especialistas internacionales de Estados Unidos, México, Chile e Italia.

Entre los disertantes internacionales están Amy McLean, profesora norteamericana y referente mundial en bienestar equino, además de David Alonso, reconocido domador mexicano, y Hernán Ramírez Castex, especialista en reproducción equina de Chile. Por la Argentina participan, entre otros, Javier Van Geden e Ignacio Sáenz Valiente.

Elena Cataldi, presidenta de la Fundación de Equinoterapia de Azul y otra de las organizadoras, destacó que el objetivo es “aprender más sobre estos animales, cómo domarlos, cómo tratarlos y cómo manejarlos correctamente”. “Se busca poner en valor a las mulas y los burros, animales que han tenido mala fama, pero que son extraordinariamente inteligentes y sensibles”, dijo.
Cataldi subrayó que el Campo de los Andes cumple un papel clave. “Es el mayor productor de mulas del país. El Ejército las usa en maniobras militares, en tareas de montaña y hasta para trasladar urnas electorales a zonas inaccesibles. Son verdaderos todo terreno”, contó.
Desde su experiencia en Salta, Cataldi explicó la importancia práctica de estos animales. “En el cerro, muchas personas solo pueden moverse en mula. Tienen una capacidad de carga y una estabilidad que ningún otro animal logra. Donde no llega nadie, llega una mula”, afirmó.
También resaltó el creciente uso de los burros como protectores del ganado. “Hoy se los emplea mucho para cuidar ovejas, potrillos o vacas del ataque del puma o de perros salvajes, especialmente en la Patagonia”, señaló.

Además, mencionó las cualidades de temperamento que los hacen únicos. “Son animales empáticos, como los perros. Tienen una inteligencia brillante y una memoria impresionante. Cuando parecen tercos, en realidad están percibiendo peligro o una mala actitud. Son muy sensibles y perceptivos”, explicó.
Cataldi incluso proyecta incorporarlos en terapias asistidas. “Tengo ganas de incluir la mula en equinoterapia, porque perciben perfectamente las emociones humanas. Saben si una persona es cariñosa o agresiva, y eso las hace ideales para trabajar con pacientes”, expresó.
Los organizadores del evento coincidieron en que este será un punto de partida para visibilizar el valor productivo, científico y social de los burros y las mulas. “Queremos trasladar conocimiento, compartir experiencias y poner en valor a estos animales un poco olvidados, que tanto aportan a la vida rural y a la ciencia”, concluyó Losinno.
