La creadora de contenido y migrante española radicada en Colombia conocida en redes como la Mijita en Medallo se declaró fanática de las facilidades de pago en las tiendas de barrio de la capital antioqueña.
Y es que su tarde de compras pudo haberse arruinado de no ser por la famosa práctica de “dar fiado” o “a crédito” con la que algunos tenderos alivian el bolsillo de sus clientes frecuentes cuando se “quedan cortos” de dinero.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
“Mijos y mijas, me acaba de pasar algo en la tienda que, si me llega a pasar en la tienda, me embalo. Y es que me quedaron faltando mil pesitos para el mercado y (el tendero) me dijo que volviese mañana y se los pagaba… hay que ver qué buena es la gente en Colombia”, insistió la Mijita, que no había llevado algo fiado nunca.
Atendiendo las necesidades de sus clientes, las tiendas de barrio suelen anotar los productos que llevan sin pagar, con la promesa de hacerlo a final de mes e, incluso, se las han ingeniado vendiendo productos al menudeo.
La Mijita sintió con “el préstamo” que fue aceptada por la comunidad paisa y se comprometió a pagar lo debido (0,24 centavos de dólar al cambio de mayo del 2025), cuanto antes:
“Mejor dicho, ya soy colombiana, ya tengo mi primer crédito en una tienda, pero me voy a ir corriendo a la casa por los 1.000 pesitos, que no me gustaría quedarlos debiendo mucho tiempo”.
Tiendas de barrio colombianas estarían en crisis, según Fenalco:
Un informe publicado durante el primer trimestre del 2025 por la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) expuso la difícil situación que atraviesan las tiendas de barrio en Colombia, donde el 82% de estos negocios reportó una disminución o estancamiento en sus ventas durante el último semestre del 2024. Este panorama refleja una crisis profunda que afecta a miles de comerciantes, que enfrentan factores adversos, como el aumento de costos operativos y la implementación de nuevos impuestos, según detalló el gremio.
De acuerdo con la encuesta realizada por Fenalco, los tenderos han identificado varios elementos que impactaron negativamente la viabilidad de sus negocios. Entre ellos, destacan el incremento en los precios de los servicios públicos, los arriendos y, especialmente, el impuesto “saludable” sobre bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, que alcanzó un aumento del 20 %. Este gravamen ha provocado un alza significativa en los precios al consumidor, afectando tanto a los comerciantes como a los hogares colombianos.
El impacto de estas medidas se refleja en los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane). Mientras que la inflación general para el año terminado en enero fue del 5,22% y la de alimentos y bebidas del 4,49%, los precios de productos como golosinas experimentaron un incremento alarmante del 53,48%. Este aumento ha reducido considerablemente la demanda de ciertos productos, como pasabocas, galletas, embutidos y alimentos preparados, entre ellos empanadas, café y pastelería, según el informe de Fenalco.
El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, expresó su preocupación por el impacto que estas medidas han tenido en los sectores más vulnerables de la población: “Estos aumentos han golpeado directamente a los hogares de menores ingresos y han afectado las ya precarias finanzas de los tenderos de barrio”. Y señaló que cerca del 30% de los tenderos consideró cerrar su negocio durante el último año debido a las dificultades económicas.
La crisis también ha generado cambios significativos en los hábitos de consumo de los colombianos. Según el informe, la caída en la demanda de productos como golosinas y alimentos preparados está directamente relacionada con los aumentos de precios derivados del impuesto “saludable” y otros factores económicos. Esto ha llevado a los consumidores a priorizar productos básicos y a reducir el gasto en artículos considerados no esenciales.