Tras su ruptura con Jesús Barco, Melissa Klug está atravesando una nueva etapa de su vida, una en la que busca reencontrarse consigo misma, tanto emocional como físicamente. La empresaria chalaca, conocida por su carácter fuerte y su estilo glamoroso, ha decidido someterse a un grupo de cirugías estéticas con el objetivo de mejorar su apariencia y, según sus propias palabras, “verse mejor y sentirse bien otra vez”.
La información fue revelada por Magaly Medina en su programa “Magaly TV La Firme”, donde la periodista explicó que, más allá de lo superficial, la decisión de Melissa responde a un proceso emocional profundo.
“Melisa está en un proceso, como ella dice, pensándolo, pero también atravesando, yo creo, una etapa en la que quiere verse mejor. Tal vez este tipo de actitudes y de problemas en su relación han hecho que ella no se sienta bien consigo misma, que la autoestima se le baje un poco, y por eso tal vez ha decidido hacerse algunos arreglitos”, comentó la popular ‘Urraca’ frente a cámaras.
La lista de cirugías
De acuerdo con la información presentada por el programa, la madre de seis hijos se sometió a una abdominoplastia, una reducción de mamas y una remodelación costal, una intervención que consiste en la fractura o modificación de las costillas para lograr una cintura más pequeña. En palabras de la conductora:
“Ella nos confesó que se ha sometido a una operación de abdominoplastia, se ha hecho esta operación de romperse las costillas para tener una mejor cintura y se ha disminuido las mamas”.
Durante la emisión del reportaje, se destacó que Melissa Klug llevaba tiempo planeando estas intervenciones. La propia empresaria reconoció que deseaba recuperar su figura tras los seis embarazos que tuvo, los cuales afectaron su piel, su peso y su silueta. “Seis embarazos. La piel queda flácida. Mi último embarazo, subí 21 kilos. Me cuesta bajar porque tengo hipotiroidismo. Subo y bajo todo el tiempo y porque tenía unos melones demasiado grandes, así que me los achiqué como de quinceañera”, confesó la popular “Blanca de Chucuito” al medio citado.
El cirujano responsable de sus procedimientos confirmó a Magaly TV La Firme que los cambios han sido significativos: “Le acabo de hacer una reducción de mamas, abdominoplastia y remodelación costal. Lo que hemos hecho es tratar de cambiar las proporciones, quitar la fibrosis previa de cirugías anteriores para que se le vea la cintura más chiquita, más delgada. Está recién operada, todavía en recuperación, y en dos semanas quizá ya pueda mostrar los resultados”, explicó la doctora Roma Coletti.
El proceso, sin embargo, no ha sido fácil. El equipo médico reveló que la planificación fue larga y cuidadosa, debido a que Melissa tiene resistencia a la insulina, hipotiroidismo y antecedentes quirúrgicos que aumentaban los riesgos. Incluso, antes de la operación, la empresaria pasó un mes en cámara hiperbárica para preparar su cuerpo y asegurar un mejor resultado.
“Ha sido una planificación súper larga por los riesgos, porque es una paciente que ya ha tenido seis hijos, tenía cirugías previas, tenía fibrosis abdominal y comorbilidades”, detalló el profesional.
Melissa Klug sufre pero no por Jesús Barco sino por las cirugías
“Pásenle la voz a Jesús Barco y que afine bien las orejas, porque Melissa Klug anda sufriendo de dolor, pero no porque el pelotero nunca la llevó al altar como se lo prometió hace algunos años, o porque están separados. Ay, no. Mejor escuchen ustedes mismos la verdadera razón por la que está sufriendo la chalaca. Estoy tuneada. Me duele hasta el ojo que respiro”.
El reportaje también abordó el significado emocional detrás de estos cambios. Según los especialistas consultados por el programa, las cirugías estéticas muchas veces reflejan una necesidad de recuperar el control personal tras una ruptura amorosa. “Cuando esa relación termina, lo que buscamos es tener el control nuevamente de nuestra vida. Por supuesto, el control lo demostramos haciéndonos una cirugía, un cambio de look. Pero si no acompañamos el cambio físico con uno emocional, el efecto será pasajero”, comentó una psicóloga entrevistada por el espacio.
Magaly cerró la nota con una reflexión que, aunque cargada de su característico sarcasmo, sonó también empática: “Por más bisturí y ciencia que exista, no hay cirujano que arregle esas heridas del alma”.