Hay que admitirlo: estos no son buenos tiempos para el país. ¡Son buenísimos! Pasamos de ser famosos por nuestros índices de inflación a, en un santiamén, tirarle a la inflación un tren encima. Así como Putin no lanzó la invasión a Ucrania sin antes recibir el OK de Alberto Fernández en el Kremlin, ahora Netanyahu se hizo acompañar por Milei en el lanzamiento del ataque a Irán; agradecido, le dedicó el nombre de la operación: “León Creciente”. Javi también fue el primer presidente al que recibió Trump después de ganar las elecciones, y León XIV –todo tiene que ver con todo– comenzó su pontificado bajo inspiración de Francisco. Digamos: como que ningún líder del mundo da un paso importante sin la asistencia de un argentino. Corona este rosario de hits haber metido presa a Cristina al cabo de un proceso doloroso –he confesado mis lágrimas–, pero justo, sujeto a derecho, en el que pudo demostrarse que construyó una fortuna desde la presidencia trabajando afanosamente.
Hay que pellizcarse, ¿no? Vamos haciéndonos célebres en el campo económico, militar y judicial. Nadie esperaba que pusiéramos entre rejas a una señora que había enseñado en Harvard que se pueden ganar cientos de millones de dólares siendo una novel abogada de provincia. Va presa, presa, con todas las de la ley. Su cárcel será probablemente el amplio departamento de San José y Humberto Primo, pero el paseo más exótico consistirá en salir al balcón. Del balcón mayor de la Casa Rosada, historia grande, a este, celda doméstica. Es un segundo piso, y tanto el de arriba como el de abajo fueron puestos en venta. No sé por qué le huyen. Yo daría lo que no tengo por ser vecino de Cris. ¡Qué libro escribiríamos juntos! Memorias de una rea. Rea de barrio, interpretaría ella: una chica que caminaba por las calles de Tolosa con la frente alta, la mirada larga y el bolsillo corto. Capaz que compra los dos pisos: uno para Flor, el otro para Máximo, así vuelven a estar juntos, tanto en la adversidad como en la prosperidad. No creo que por subir o bajar un piso vaya a chiflar la alarma de la tobillera electrónica by Louis Vuitton.
Eso de que la Justicia irá ahora por el rescate de los 530 millones de dólares del fraude va a provocar tironeos entre los nueve condenados. ¿Cuánto le corresponde poner a cada uno? Está previsto que el reintegro se haga “en forma solidaria”. ¿Solidaria? Minga. Van a arrancarse los ojos. Es posible que Cris deje ese agrio menester en manos de Máximo, hijo e’tigre. Flor ya ha hecho saber que está dispuesta a ceder parte de los 5 millones de dólares (regalías por la venta de poemas y audiovisuales) que le encontraron en la caja de seguridad: “Hasta 50.000 banco”.
Máximo analiza el castigo a su mamá con enorme clarividencia. “Estas no son las reglas del juego”, dijo a C5N. Cuánta razón. Sus padres chorearon en un contexto de impunidad, sin antecedente alguno de presidentes que hayan terminado en la sombra por corruptos, y resulta que a Cristina la juzgaron como si esto fuera Suiza. ¡Haber avisado! Ella está convencida de que la condenaron no por las toneladas de pruebas reunidas en la causa, sino por su ideología. No puedo desmentirla: nadie tan capitalista.
Tenemos que celebrar su decisión, comunicada anteanoche, de no fugarse. Horas antes, la Justicia había pedido a Migraciones que reforzara los controles para evitar una posible salida del país, acaso rumbo a Cuba. La advertencia judicial indicaba que debían estar atentos a la presencia de una señora con 50 valijas. A no ser malpensados: su vestuario.
Por mandato legal, Cris ya ha sido borrada del padrón electoral y seguramente desafiliada del Partido Justicialista, que pierde así a su presidenta y a mucha honra gana a una afamada presidiaria. En la primera reunión de la jefatura del PJ tras el fallo de la Corte, la silla de la cabecera fue dejada vacía. Lindo gesto, sobre todo teniendo en cuenta que ella detestaba íntimamente esa formación y se cansó de reprocharle a Néstor su vocación pejotista. Vacío está también mi corazón y el de millones de argentinos. Pero a no extrañarla, porque, ya lo veremos, no es que se fue: estará distinto. El departamento de Constitución será una cárcel abierta a las inquietudes de dirigentes de todo el país, y del exterior, que acudirán a su regazo. Odia que se hable de su casa como “Puerta de Hierro”: así se llama la villa más tenebrosa de La Matanza y de hierro son las rejas de las prisiones. No le faltará, obvio, el calor de multitudes exaltadas al pie de su balcón. Vuelvo sobre mis pasos: ni loco viviría en ese edificio. Que se arregle sola con Memorias de una rea.
Vaya mi reconocimiento a los militantes que entraron a romper todo en Canal 13/TN, a los que cortaron los ingresos a la Capital y a los que prometen prender fuego el país si no liberan a Cristina. Les reconozco el ardor para defender a una señora tan inigualable por su currículum como por su prontuario.