CORRIENTES. La expresidenta Cristina Kirchner encabezó este sábado un acto de campaña en Paso de los Libres. Llegó en persona para formalizar el lanzamiento de la candidatura de Martín “Tincho” Ascúa, intendente anfitrión y apuesta peronista para desbancar al radicalismo y sus aliados que gobiernan Corrientes desde 2001.
“Estoy muy feliz de estar aquí en Corrientes, tierra de valientes”, dijo para empezar y arrancar el primer alarido de las más de cinco mil personas que se hicieron presentes en el anfiteatro Carlos Gomes, a metros del río Uruguay, en la frontera sureste de la provincia, frente Uruguayana, Brasil.
El gentío estuvo conformado por militantes locales, de todas las localidades de la provincia, pero también por delegaciones de Misiones, Chaco, Entre Ríos, Santa Fe y Formosa.
Desde el viernes hubo movimientos en Paso de los Libres. De militantes, pero también del equipo de seguridad y logístico de Cristina Kirchner, los que entraron en alerta cuando se supo de una inminente definición de la Corte Suprema en relación con la causa Vialidad. Tanto fue el nerviosismo que en Corrientes se puso en duda el acto. El movimiento llegó a tal punto que la propia Cristina Kirchner aludió al asunto en pleno acto y dijo: “Presa o muerta me quieren”.
Ya sobre el final de su discurso, plagado de sentencias laudatorias de sus épocas de presidenta, arremetió contra el gobierno de Javier Milei, la Justicia y los medios de comunicación. Pero Cristina Kirchner no vino solo a eso: también a bajar línea en el PJ, incluso con mensajes al peronismo bonaerenses desde una frontera lejana del país. Hacia Corrientes, la expresidenta potenció la candidatura de Ascúa y a agregó sal a la herida de la desaparición del niño Loan Peña, un tema que el peronismo correntino transformó en tema de campaña electoral. Cristina Fernández dijo que escuchó a la abuela de Loan decir que cuando había Asignación Universal por Hijo, los chicos no se perdían de Corrientes (sic), pero después fue mucho más allá. En la arenga final, dijo que hay que votar a Ascúa porque “no está bueno vivir en una provincia donde se roban un pibe”.
Luego le habló al propio Tincho Ascúa, pero pareció exceder el marco provincial: “Vos que vas a ser gobernador, tenes que tener un proyecto colectivo. No está para proyectos individuales o salvadores”, remarcó. Fue una crítica indirecta a Axel Kicillof
El candidato correntino tampoco desentonó esa partitura. Uso la mitad de su tiempo para defender a Cristina Kirchner de la supuesta “persecución judicial y mediática”, y luego prometió que “Corrientes no te va a abandonar nunca”. “Cristina siempre libre”, dijo Ascúa y después le habló directo al presidente Milei: “Si tenes huevos, competí mano a mano con Cristina, que te vamos a meter la motosierra por el culo”, se exacerbó Ascúa. No es la primera vez que habla de un gobierno nacional “cruel, insensible e inhumano”.
Por lo demás, cuando aceptó el desafío que presidir la oferta electoral peronista para la provincia de Corrientes, Ascúa pidió el voto para “terminar con el gobierno más corrupto de Corrientes, que se alió con la mafia”, según dijo, y que ahora pretende imponer “una dinastía, el nepotismo”, en relación a la versión que indica que el heredero en el cargo de Gustavo Valdés será su hermano Juan Pablo Valdés, actual intendente de Ituzaingó.
Pero “vamos a limpiar corrientes”, dijo, repitiendo uno de sus eslóganes de campaña.
Movimiento políticos
Producido el lanzamiento, el desafío ahora es alinear al PJ detrás de la candidatura de Martín Ascúa. El acto de Paso de los Libres sirvió para que Cristina Fernández pusiera fin a un largo proceso de intervención que padeció el peronismo correntino, que ahora puede exhibir autoridades constituídas, aunque no una unidad monolítica que fue por años la búsqueda y la excusa perfecta de la intervención, que sustentó su vigencia, todos estos años, en la necesidad de garantizar la participación de todos los sectores.
El PJ no tenía internas hace más de 15 años. Estuvo intervenido más de seis años. Se normalizó en marzo pasado, pudo elegir autoridades partidarias y candidatos para las elecciones del 31 de agosto próximo, pero no pudo desembarazarse de los problemas. No todos los sectores estuvieron contenidos y empezó una suerte de éxodo dirigencial.
El primero en irse fue el dos veces candidato a gobernador por el PJ, el actual senador nacional Carlos Mauricio Espínola, “Camau”, quien no solo fue expulsado del peronismo sino que está en un armado opositor que podría conseguir incluso la protección de La Libertad Avanza, el partido del presidente, que está detrás de una alianza plural que le garantice cierta performance electoral en la provincia. Eso está por verse.
Después se fueron otros dirigentes, algunos con cargos legislativos provinciales y municipales en vigencia. Incluso algunos camporistas que en todos estos años tuvieron llegada sin obstrucciones en el Instituto Patria, decidieron alejarse y discutir con la actual conducción peronista, a cargo de Ana Almirón, exsenadora nacional y referente de La Campora en Corrientes. Algunos todavía buscan rumbo y otros ya decidieron jugar con el oficialismo provincial. Hay al menos cuatro sectores peronistas que jugarán con Gustavo Valdés en agosto.
El peso específico de esas deserciones se conocerá en el escrutinio, pero por ahora tensionan en el simbolismo de la unidad peronista, que no se consigue y conspira contra la candidatura de Tincho Ascúa, que por si fuera poco, debe lidiar con operaciones que surgen desde el seno mismo del peronismo y que dicen que bajará su candidatura para que el PJ pueda acordar con el ex gobernador Ricardo Colombi, en el marco de una vieja estrategia que unió radicales y peronistas y que se llamó en Corrientes, desde 2001 en adelante, Frente de Todos.
La visita de Cristina Kirchner, actúa no obstante como un parate para esas especulaciones. “No vino a levantarle la mano a Ascúa, para bajarlo un mes después”, dijo a LA NACION un dirigente capitalino.
De hecho, según las últimas encuestas conocidas en la provincia y a las que accedió este diario, muestran a Ascúa en consolidación ascendente de su candidatura, por encima de las expectativas que genera el propio Colombi, por lo cual sería un muy mal negocio para el peronismo acordar para ser segundo de Colombi una vez más.
Críticas
Sin saber que sería blanco de un dardo furibundo de la expresidenta, que se sumó a la campaña de Ascúa tironeando de la desaparición de Loan (utilización política que la madre del niño, María Noguera, pidió frenar a todo el arco político), el jueves por la noche, por televisión, cuando fue consultado en el programa Sin Freno, el gobernador Gustavo Valdés habló sobre la visita de la expresidenta y dijo ácidamente que está bien que venga, porque “la última vez que vino creo que fue para los 200 años de Curuzú Cuatiá y estuvo dos horas, que es lo que le dedicó a Corrientes después de mucho tiempo de no volver. Ahora viene después de 12 años”.
En rigor, esta es la tercera visita de Cristina Kirchner en casi 20 años. Estuvo en Curuzú Cuatía y también en Itatí. Ahora en Paso de los Libres, pero en calidad de presidenta del PJ.
No obstante esto, Valdés destacó que “es una de las dirigentes políticas más importantes que tuvo Argentina en muchísimo tiempo”. Y en esa línea, subrayó: “No hay que subestimar la trayectoria política”. “Me parece bien que venga a la provincia, que conozca; que nos conozca”, ironizó.
Campaña en marcha
El peronismo gobernó Corrientes en tres oportunidades, pero la última vez fue en 1973, y de allí hasta que el gobernador Julio Romero (amigo de Juan Perón) fue depuesto por la dictadura el 24 de marzo de 1976.
La idea ahora no sólo es recuperar el gobierno, torciendo eventualmente el rumbo en una segunda vuelta, sino también recuperar territorio. El peronismo viene sufriendo una diáspora desde las elecciones de 2017, y por lo tanto fue perdiendo espacio legislativo y también en las comunas. Hace casi 8 años perdió incluso su bastión más importante: la Capital de Corrientes.
En el acto de este sábado en Paso de los Libres, presentó a los 73 candidatos a intendentes que competirán en agosto, a sus candidatos a legisladores y algunos dirigentes aliados con los que pretenden darle músculo a esta patriada.
Corrientes votará el 31 de agosto. Renovará todo el poder provincial: desde gobernador y vice hasta un juez de faltas en una de las 73 comunas que irán a votar en este turno. La única que no votará por cargos locales en agosto es la municipalidad de Esquina, que votará con las nacionales en octubre.
Corrientes tiene 72 comunas constituídas, pero en esta oportunidad se sumarán otras dos a la normalización institucional: Cecilio Echeverría y Cazadores Correntinos. El padrón provisorio, según informó a LA NACION la justicia electoral, es de 950.320 electores inscriptos.