La derrota de La Libertad Avanza en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires impactó en el mercado de granos, que este lunes estuvo prácticamente sin actividad. Analistas consultados por este medio indicaron que hubo un freno casi total en las ventas, sin referencias claras de precios y con productores que prefirieron no hacer negocios para no arriesgarse en medio de la volatilidad cambiaria.
Según explicaron, los próximos días estarán marcados por la incertidumbre, aunque la suba del dólar también puede abrir una oportunidad para quienes necesiten vender por cuestiones financieras o porque vienen atrasados con la comercialización.
“Mercado totalmente paralizado en cuanto a volúmenes negociados. Prácticamente nulas ventas de soja, maíz y trigo”, describió Juan Manuel Uberti, de la corredora Grassi. Explicó que en jornadas con tanta volatilidad “es normal que el productor o vendedor tiendan a paralizar o frenar decisiones de venta” porque, con cambios bruscos en el dólar, se corre el riesgo de “vender mal”.
Señaló que el dólar mayorista abrió en $1450 y cerró en $1408, con una suba de 3,15% respecto del viernes. Mientras la soja en la Bolsa de Chicago aumentó US$2,48 por tonelada para la posición noviembre, a US$379,84 la tonelada, los valores locales en pesos deberían haber estado cerca de $420.000 la tonelada. Sin embargo, las ofertas se movieron entre $410.000 y $415.000. “De convalidarse ventas a esos precios, no estás capturando toda la variación del tipo de cambio, o incluso vendés igual o por debajo en dólares respecto del viernes”, detalló.
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Eugenio Irazuegui, de Zeni, coincidió en que el comienzo de la rueda estuvo marcado por el shock electoral. “Los resultados legislativos en la provincia de Buenos Aires, muy adversos para el gobierno nacional, sacudieron a los mercados en la apertura. Las operaciones marcaron una clara tendencia negativa en los activos argentinos”, sostuvo.
“El dólar spot pasó a situarse al límite máximo de la banda de fluctuación, asimilando un aumento en la prima de riesgo respecto a la continuidad del programa económico. Esto repercutió de inmediato en la operatoria, con escasas propuestas de compra en un escenario mucho más incierto y volátil al observado el viernes pasado”, explicó.
En ese marco, la lectura de los analistas es que habrá cautela. “Ante el panorama de incertidumbre que se abre tras el resultado de las elecciones, a los productores les costará tomar decisiones esta semana y querrán ver cómo evoluciona la situación, con algunas señales más claras sobre la orientación económica de esta nueva etapa del Gobierno”, afirmó Carlos Pouiller, director de AZ-Group.
Agregó que el salto cambiario también puede abrir oportunidades: “Con el dólar más alto, las cotizaciones en pesos de los granos suben y eso puede ser un buen argumento para avanzar en ventas, sobre todo para quienes estén atrasados en la comercialización o tengan necesidades financieras de corto plazo”. Según Pouiller, una alternativa es aprovechar esos precios y colocar el dinero en instrumentos financieros mientras las tasas sigan altas.
En la misma línea que Uberti, Germán Iturriza, consultor en granos, subrayó que esa brecha entre lo que deberían marcar los precios y lo que finalmente ofreció el mercado explicó la parálisis en la soja. Indicó que el mercado se ubicó en $410.000 la tonelada, por debajo de lo esperado. “Tendría que haber salido en $420.000, pero salió en 410.000 pesos. Vamos a ver dónde se acomoda”, señaló.
En maíz, agregó, la actividad también perdió impulso. Los precios venían en torno de los $236.000 la tonelada, equivalentes a US$170. “La clave del maíz es que el mercado lo tracciona el consumo interno, en particular la ganadería, que a estos valores tiene buenos márgenes. La capacidad teórica de pago de la exportación es US$170, no 180. Ahí está la diferencia entre el mercado externo y el interno”, explicó.
Por último, respecto del trigo Iturriza comentó que ya venía una desaceleración desde fines de junio último. “Hasta el 30 de junio veníamos a pleno, incrementando volúmenes semana a semana. Ahora está bastante tranquilo, en niveles de 40.000 a 45.000 toneladas diarias”, describió.
Los precios del mercado disponible se sostienen en torno a US$200 la tonelada gracias a la demanda de Brasil y Asia, pero los de la nueva cosecha [diciembre-enero] rondan los US$185 y generan desinterés. “Es un precio que no le gusta a nadie y seca la plaza”, resumió. Recordó que ya se vendieron casi tres millones de toneladas del ciclo agrícola, aunque solo medio millón a precio, lo que deja mucho volumen por fijar a pocas semanas del inicio de la cosecha en el norte.