Berlín, 14 may (EFE).- El canciller alemán, Friedrich Merz, se comprometió este miércoles en su primera declaración de Gobierno desde su investidura a restringir la migración descontrolada de personas poco cualificadas, pero destacó que Alemania es y seguirá siendo un país receptor de migrantes.
«En los últimos años nuestra sociedad se ha visto abrumada por una migración en buena parte desordenada», afirmó en un discurso ante la Cámara Baja del Parlamento o ‘Bundestag’.
Los Gobiernos anteriores permitieron el ingreso de «una migración demasiado poco cualificada a nuestro mercado laboral y sobre todo a nuestros sistemas de seguridad social», destacó el canciller democristiano, que prometió que ahora se actuará en consecuencia.
En la firma del acuerdo de coalición entre conservadores y sociademócratas, Merz ya había adelantado que entre los pasos que adoptará su Ejecutivo figuran el refuerzo de la vigilancia de las fronteras y el rechazo consecuente de quienes intenten entrar de manera irregular.
También se pronunció en su momento a favor de las devoluciones «en caliente» de personas que soliciten asilo en la frontera alemana, una medida cuya legalidad ha sido ampliamente cuestionada pero que fue uno de los caballos de batalla de Merz durante la campaña electoral.
Entre las medidas que había avanzado el líder cristianodemócrata está el poner fin a los programas voluntarios de recepción de refugiados y la suspensión del derecho de las personas con protección subsidiaria -es decir, a los que se otorga acogida por razones humanitarias y no políticas- a traer a Alemania a sus familiares.
Merz también habló en su momento de comenzar una ofensiva de repatriaciones, también hacia países de origen como Siria y Afganistán.
En su discurso ante la Cámara Baja, Merz destacó que en todo momento se actuará en consonancia con el derecho europeo y que se implementará lo acordado en el pacto europeo de migración y asilo.
El canciller reiteró además la aspiración de que se creen los requisitos para que en un futuro ciertos procedimientos de asilo puedan desarrollarse en terceros países fuera de la Unión Europea.
Por otro lado, el democristiano enfatizó que los migrantes son parte indispensable de la sociedad alemana, en tanto que estén integrados, para lo que apuntó a la necesidad de que exista un horizonte común de valores y una lengua común.
«Alemania es un país receptor de migración: fue así, es así y seguirá siendo así. Queremos seguir siendo un país amable y respetuoso, en particular para con aquellos que han venido aquí y viven y trabajan aquí», aseguró. EFE
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