CIUDAD DE MÉXICO.- Las peores lluvias en varias décadas en México dejaron hasta ahora 37 muertos, mientras el mal tiempo parece no dar tregua y se anticipa que todavía está lejos de concluir este complicado temporal que ha causado daños a miles de viviendas y carreteras.
La Coordinación Nacional de Protección Civil de México informó que hasta el sábado, debido a las fuertes lluvias murieron 22 personas en el estado de Hidalgo, al norte de la Ciudad de México, y 150 comunidades quedaron allí sin electricidad. Al menos 9 personas murieron en el estado de Puebla, al este de la Ciudad de México, y más de 16.000 hogares resultaron dañados o destruidos.
También hubo 5 muertes en el estado de Veracruz, donde el ejército y la marina estaban ayudando a rescatar a los residentes de 42 comunidades que quedaron aisladas por deslizamientos de tierra en las carreteras y arroyos desbordados. En los 55 municipios de la costa del Golfo del estado, otros 16.000 hogares resultaron dañados. Anteriormente, en el estado central de Querétaro, un niño murió al quedar atrapado en un deslizamiento de tierra.
En todo el país, más de 320.000 usuarios se vieron afectados por cortes de energía causados por las fuertes lluvias, dijeron las autoridades.
En la capital mexicana se han registrado las precipitaciones más intensas en 73 años, mientras el tránsito en la ciudad capital y su zona periférica colapsaron este viernes por la tarde dejando a enormes cantidades de automovilistas varados hasta 5 horas en sus vehículos en las diversas rutas y avenidas de la metrópoli.
La jefa de gobierno de la capital, Clara Brugada, había anticipado hace varias semanas que las lluvias de septiembre serían “las peores” de los últimos años, pero parece ser que octubre no se está quedando atrás.
El 2 de septiembre, se contabilizaron más de 24 horas de lluvia continua en la capital y su periferia, una zona habitada por más de 21 millones de personas, 40% más que las intensas tormentas del pasado 10 de agosto, precedidas por una fuerte sequía que castigó al país en los últimos cinco años.
🚨 Poza rica , Veracruz , Fonden :
Porque así están disfrutando lo votado en Poza Rica, Veracruz.
🚬
La gobernadora @rocionahle decía que el río Cazones no se iba a desbordar.
🤡@PartidoMorenaMx prefiere andar defendiendo a Venezuela y Palestina y México en la mrda.
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻… pic.twitter.com/VeQ2rdoiNW— Porque es tendencia en México (@XQestendenciaMX) October 10, 2025
“La furia de Tláloc se ha sentido con fuerza en la Ciudad de México”, señaló un diario local en referencia al Dios de la lluvia entre los aztecas, la civilización prehispánica que habitaba el denominado Valle de México, una zona lacustre que fue secada parcialmente para dar pie a los primeros asentamientos humanos en esta región del centro-sur del país.
Las lluvias de los últimos días derivan de la confluencia de los ciclones Raymond y Priscilla en las costas del Pacífico que han atraído grandes franjas de humedad hacia prácticamente todo el país, combinados con una zona de baja presión en el Golfo de México.
Los estados más afectados han sido Hidalgo (centro), Veracruz (sureste), Puebla (centro-sur) y San Luis Potosí y Querétaro (centro), donde al menos 80 municipios han resultado afectados y 171.000 personas se han quedado sin energía eléctrica.
En el estado de Hidalgo las autoridades reportaron 16 fallecidos por derrumbes y 8 desaparecidos y en Puebla 9 muertos por deslaves y 8 desaparecidos en 26 municipios, mientras en Veracruz, el desbordamiento del caudaloso río Cazones dejó inundados 38 municipios, entre ellos Alamo y Poza Rica, causando estragos en al menos 5000 viviendas. En San Luis Potosí, hubo 11 municipios afectados con aludes y desbordamientos de los ríos Axtla y Moctezuma.
Las lluvias de este viernes y de los dos últimos meses recordaron las grandes inundaciones que han castigado a México, la más reciente en 1951 en la capital, que dejó inundadas dos terceras partes de la capital durante tres meses.
Según los registros, la primera gran inundación tuvo lugar en septiembre de 1629, un siglo después del inicio de la colonización española, tras una lluvia que duró 36 horas seguidas provocando el anegamiento más grave jamás registrado en la historia de la Ciudad de México, que tardó cinco años en desalojar el agua.
Otra digna de recordar ocurrió el 4 y 5 de octubre de 1999 en diversas zonas del oriente y centro del país, teniendo como escenario más grave el municipio de Teziutlán, estado de Puebla, a unos 200 kilómetros de la capital, donde un alud de lodo y agua arrasó decenas de casas, la mayoría habitadas, que dejó un saldo de más de un centenar de muertos.
Agencias ANSA y AP