El cuerpo del economista Juan Pablo Jiménez fue hallado el jueves por la tarde en su departamento del séptimo piso, en un edificio de la calle Castex al 3400, en el barrio porteño de Palermo. Una remera le cubría la boca y el interior de la vivienda estaba completamente revuelto. No había señales de violencia visibles, pero todo indicaba que no se trataba de una muerte natural. Horas más tarde se supo que, momentos previos al crimen, hubo una fiesta sexual y drogas en la que participaron la víctima y dos mujeres. Una de ellas permanece detenida.
La escena activó de inmediato las alarmas. Fue una empleada doméstica, preocupada por la falta de respuesta, quien alertó al encargado del edificio. Juntos dieron aviso a la Policía de la Ciudad, que ingresó al inmueble y confirmó el fallecimiento. La fiscalía a cargo de César Troncoso ordenó la intervención de la Unidad Criminalística Móvil y de la División Homicidios.
Los primeros peritajes descartaron una obstrucción respiratoria por la prenda en la boca y no se hallaron heridas externas letales. Sin embargo, el desorden en el departamento y otros indicios llevaron a los investigadores a una hipótesis concreta: Jiménez habría sido víctima de “viudas negras”, una modalidad delictiva en la que mujeres seducen a sus víctimas, las adormecen con somníferos y luego las despojan de sus pertenencias.
Gracias al análisis de cámaras de seguridad, testimonios y redes sociales, la Justicia identificó a una joven de 23 años como la principal sospechosa. Fue detenida en su domicilio de Grand Bourg, partido de Malvinas Argentinas, durante un operativo ordenado por el juez Jasón Castellano. En el lugar se secuestraron un celular y dos jeans, elementos considerados clave para la causa.
La detenida, identificada por sus iniciales C.A.M., está acusada de ser la autora material del crimen. Pero no actuó sola. Según confirmaron fuentes del caso, hay al menos dos personas más identificadas que habrían participado en el hecho y que aún permanecen prófugas. La búsqueda continúa.
Mientras se aguardan los resultados de la autopsia para determinar la causa exacta de la muerte, el caso conmociona al ámbito académico. Jiménez, de 61 años, era un economista de renombre: investigador asociado en el CIPPEC, profesor en FLACSO, y con estudios de posgrado en la Universidad de Columbia y el Instituto Di Tella.