Con apenas dos semanas de haber llegado a Bogotá, la migrante argentina conocida en redes como Micaela Posetti estuvo a punto de ser víctima de un atraco, al que logró hacerle el quite en un arrebato que, incluso, sorprendió a sus seguidores, en redes sociales:
“Algo tenía que hacer y salí a la calle. Vivía cerca del Andino, en la 85 con 15, y se me acerca una chica de veintipico de años. Yo soy chiquitita, mido 1,54, y a esta mujer le sacaba una cabeza”.
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Al principio, se dirigió a Micaela de manera amable para preguntarle si conocía algún parque en la zona. Con todo y que era nueva en el sector, recordó, que a unas cuantas calles estaba el parque del Virrey y, como pudo, le dio indicaciones para que llegara.
Pero la mujer se quedó con ella y le preguntó si sabía de alguien que vendiera drogas en el parque. Desconcertada, Micaela, le explicó que era nueva en la ciudad y le recomendó probar suerte en su búsqueda.
Sin embargo, ella cambió su historia, con una actitud que, de amable, pasó a ruda en cuestión de segundos: “Le cambió la cara y me dijo: yo vendo. No me interesaba, entonces, seguí caminando y la tipa no me dejaba ir. Me dijo que era su zona y que, de facturar tres a cuatro millones por mes, de repente, de un día para el otro, no llegaba ni al millón”.
Micaela no entendía a dónde quería llegar y la mujer sugirió que la única explicación era que alguien estuviera robándose a sus clientes.
“Intenté seguir caminando y la tipa me dijo: yo sé que sos vos la que me está robando el negocio. La amiga se estaba recontra equivocando” y, para colmo, “me dice: préstame tu teléfono. No le iba a dar mi teléfono, ridícula. Yo ya me estaba calentando y quería cagarla a trompadas”.
Lejos de rendirse, la mujer insistía que Micaela debía enseñarle su teléfono si no era la dealer que estaba robándose sus clientes y Micaela se puso firme: “Le dejé saber que no iba a enseñarle mi teléfono y que la conversación se había terminado. Entonces me dijo que iba a llamar a su jefe y la iba acompañar a unas cuantas cuadras para hablar con él”.
Micaela se mantuvo en que no haría nada de lo que le estaba pidiendo y siguió caminando, con todo y que la mujer estaba detrás. Pero se asustó cuando empezó a “chiflar”.
Por suerte, había llegado a un centro comercial que se encuentra en la zona y entró para dar unas vueltas y “despistar” a la mujer, con la que no volvió a encontrarse al salir para tomar un taxi que la llevara a su casa.
Sin embargo, sus seguidores insisten en que no es solo una experiencia extraña, sino un intento de robo del que se salvó al no dar a torcer el brazo, con todo y la instancia de la desconocida:
“Ay bb te iban a robar”, “Es la modalidad de robo más común”, “Era un robo y o peor es que hay gente que cae”, “Tambipen me pasó y me quedé hablando con ella unos 30 minutos, le dí mi celular, pero spoiler: no me robaron, porque fue boba, pero tampoco”, “La argentina no se dejó robar con esa modalidad y yo sí… perfecto”.
Canales para denunciar la comisión de un delito en Bogotá:
- Línea 123 para emergencias.
- Línea contra el Crimen de la Policía Nacional: 314 358 7212.
- Línea 122 de la Fiscalía General de la Nación.
- Casas de Justicia de la Secretaría de Seguridad, a través del chat de WhatsApp 302 362 9201.