Ocho años después de su último concierto en la capital, Miguel Bosé ha reaparecido este martes en el Movistar Arena de Madrid con un concierto apoteósico en el que, con el cartel de ‘todo vendido’, ha repasado sus grandes éxitos -historia viva de la música de nuestro país- durante casi dos horas y media, demostrando que sus problemas de voz han quedado atrás y desatando la locura ante un público entregado. Como él, que en su ansiado regresado a su «hogar» ha estado enorme.
Vestido completamente de blanco, con una larga levita con la que desafió los 35 grados de la capital, el artista desataba la locura con su aparición en el escenario. Gritos, aplausos, vítores, y miles de móviles grabando el arranque del show, toda una declaración de intenciones al ritmo de ‘Mirarte’. ‘Tirar pa’lante hasta que el corazón aguante/sin que me importe nadie ni nadie’, ha recitado mostrando su mejor versión mientras el abarrotado recinto coreaba su nombre.
Una noche de ensueño en la que Bosé ha abierto su corazón, declarando su amor por Madrid: «Buenas noches. En casa. Madrid, el suelo de mis raíces. Madrid mi hogar. Pensé que tal vez no iba a volver, pero aquí estoy para recuperar el tiempo perdido», ha asegurado, proponiendo a un público extasiado «continuar un viaje colgado hace mucho tiempo».
«Un viaje hecho de recuerdos y memorias que han estado durante este tiempo atrapados», ha reconocido, prometiendo a sus incondicionales que «esta noche van a pasar muchas cosas». «Al escucharlas vais a sentiros rejuvenecidos de nuevo, más delgados y algunos con más pelo», ha bromeado, ganándose los aplausos del Movistar Arena.
El de la capital es el segundo concierto de ‘Importante Tour’, la gira que el intérprete de 69 años inició hace varios meses en México -donde reside desde hace más de una década-, y que en España tiene cerrados una decena de actuaciones este mes de julio. La primera fue en Murcia el pasado fin de semana, y la próxima será Barcelona este jueves jueves.
Una vuelta largamente esperada tras superar el problema de salud que le afectó gravemente a la voz y a las cuerdas vocales, y, como han asegurado sus fans, la espera ha merecido la pena y no ha decepcionado. La mejor versión de Miguel está de vuelta, y parece como si nunca se hubiese ido.
Uno de los momentos más emotivos de la noche ha llegado con «Nada en particular’, una canción con la que ha lamentado las guerras de las ha afirmado «estar harto». «La guerra seguirá siendo guerra mientras sea un negocio, la paz no lo es y por eso no hay paz», se ha lamentado Bosé, que ha expresado su deseo de «dejar a sus hijos un mundo mejor». «Más honesto».
‘Te amaré’, ‘Morena mía’, ‘Nena’, ‘Solo si’ o ‘Hacer por hacer’ fueron algunos de las canciones antes de pasar del blanco al rojo y, envuelto en una inmensa capa con flores, cantar ‘Olvídame tú’ o su ‘Sevilla’, con la que ha logrado rendir a sus incondicionales para los que el concierto se ha convertido en un viaje emocional por los temas del artista.
Y para el final, el cantante, que ha desafiado a la superstición vestido de amarillo, ha dejado a alguno de sus canciones más icónicas: ‘Morena mía’, ‘Amante bandido’ o ‘Don diablo’.
Dos horas largas de actuación en la que hubo repetidos bises y una gran ovación con la que se ha acercado a la medianoche y en la que el cantante no ha dejado bajar la temperatura del Movistar Arena y dar mucho ‘Bambú’ a sus fans de los que se ha despedido dedicándoles ‘Por tí’. Simplemente Bosé.