Milei, en su mejor momento: cómo usar el crédito político

admin

Acaba de empezar la hora más importante de la presidencia de Javier Milei. Revalidado por un triunfo extendido y contundente, nunca tuvo más poder que ahora, más todavía que en el impulso de los primeros días de mandato.

Hace dos años había logrado apoyo a una expectativa. Ahora tiene el aval por lo que hizo y una renovación de aquella ilusión original basada en el mayoritario temor de los argentinos a una regresión al kirchnerismo.

Los próximos meses tendrán, por lo tanto, el carácter decisivo que conllevan los momentos en los que alguien invierte el capital político ganado para construir la parte principal de la obra que proyectó.

Confundir ese triunfo con una bendición absoluta que borra todo lo pasado es la principal tentación de los ganadores y un error que a Milei le convendría no cometer

El azaroso viaje hasta llegar al resultado del domingo fue borrado por los números que brotaron hasta de los rincones más inesperados.

Confundir ese triunfo con una bendición absoluta que borra todo lo pasado es la principal tentación de los ganadores y un error que a Milei le convendría no cometer. Muchos gobiernos se confundieron con el uso que había que darle al juicio favorable obtenido en unas elecciones legislativas. Mauricio Macri, por ejemplo, dejó a media agua los cambios estructurales que tenía que hacer y luego se hundió en la desconfianza de los prestamistas internacionales.

A tono con el vértigo de una montaña rusa que describe a la administración libertaria, el destino quiso que aquella vez la corrida contra el peso empezara antes de las elecciones y no al año siguiente del triunfo macrista de 2017. En cambio, la derrota estrepitosa en la provincia de Buenos Aires, el 7 de septiembre pasado, aceleró la crisis financiera originada en los errores de cálculo que la victoria del domingo dejó sin responsable.

Nadie podrá decirle a Milei que recibió la ayuda que necesitaba en el momento más dramático por un golpe de suerte

En el rescoldo de la bronca que provocó la derrota a los kirchneristas, algunos presentaron como un golpe de suerte la inédita intervención de Donald Trump en el mercado cambiario.

Ese salvataje que todavía continúa no habría existido si Milei no hubiera presentado a su política exterior como un sinónimo de alineamiento pleno con todas las políticas de Donald Trump. Nadie podrá decirle a Milei que recibió la ayuda que necesitaba en el momento más dramático por un golpe de suerte. Había fabricado esa ayuda con convicción desde sus días de candidato.

Mejor no imaginar el descontrol cambiario en que se habrían desarrollado las elecciones sin la aparición del Departamento del Tesoro.

Los Estados Unidos ayudaron a consolidar una decisión que muchos argentinos habían hecho emerger en los sondeos de opinión en las horas previas de las elecciones. Y no en toda su plenitud, al extremo de que Milei debió esperar los mesas testigo de la provincia de Buenos Aires para saber que descontaba la sideral diferencia de septiembre.

Cristina Kirchner y Axel Kicillof deberían preguntarse si el rechazo visceral al cambio de rumbo que ratificó el electorado no les profundiza el aislamiento

Esa decisión encontró una sola vía y concentró todo el temor al regreso del kirchnerismo en una canasta, la del gobierno libertario. La reconstrucción del sistema político con matices y alternativas a los libertarios dentro del no peronismo quedó pendiente.

El experimento de Provincias Unidas fracasó con la derrota de cinco de sus seis gobernadores. Ese armado perdió en la agria polarización entre el gobierno y el fragmentado kirchnerismo.

Cristina Kirchner y Axel Kicillof deberían preguntarse si el rechazo visceral al cambio de rumbo que ratificó el electorado no les profundiza el aislamiento. Depender solo del derrumbe del Gobierno como instrumento para volver es muy poco para recuperar el proyecto de poder que alguna vez tuvieron.

Una parte importante del peronismo empieza a salir del encierro de frases hechas, referencias a un pasado que nunca existió y mandoneos que ahora resultan insoportables. Kicillof parece tan anclado en ideas en desuso como Cristina, presa como está de su propia historia.

¿A quién defiende el kirchnerismo cuando quiere mantener afuera del sistema registrado a una gran parte de su electorado?

El kirchnerismo hace tiempo que dejó de hablarle a su electorado desde la expectativa de sacarlo de la desgracia social en la que lo metió. No tiene discurso ni acciones para mejorar la seguridad cuando las principales víctimas de los delincuentes y de los narcos viven en los barrios más postergados.

Sólo ofrece consignas, los dogmas de siempre y la defensa del statu quo de las viejas leyes del trabajo a pesar de que el 40% de los trabajadores carece del derecho de tener aportes jubilatorios, obra social y las demás ventajas de un régimen laboral legal.

¿A quién defiende el kirchnerismo cuando quiere mantener afuera del sistema registrado a una gran parte de su electorado y ni siquiera acepta discutir las enormes transformaciones de un mundo estremecido por la inteligencia artificial, entre otros drásticos cambios?

La reforma laboral es apenas el primer tramo de una serie de aciertos en los que Milei está obligado a invertir lo que ganó en las elecciones.

Es el primer ejercicio para demostrar que lo que dijo en el cierre de su campaña y luego de ganar será realidad durante este verano de sesiones extraordinarias en el Congreso. Para cambiar a fondo la legislación laboral Milei necesita el acuerdo con al menos una parte importante de los gobernadores.

El triunfo le acortó el camino al Presidente, en tanto le harán falta menos votos prestados, pero igual es necesario que haya un consenso amplio en leyes de tanta profundidad como una reforma impositiva que también empezó a negociarse.

No es la única tarea. Además de encontrar una salida definitiva a la crisis financiera que lo sacudió durante tres meses, terminar con el salvaje internismo dentro del gabinete es una condición necesaria para ordenar las negociaciones con quienes no integran su equipo.

El triunfo tampoco implica un indulto a las sospechas de corrupción que cruzaron al gobierno desde marzo en adelante. Mejor no volver a tropezar con la misma piedra.

Los cambios que Milei necesita sacar del Congreso ahora que tiene el poder del voto reciente no pueden ser otra cosa que la llave para poner en marcha el modelo final que pretende.

Ese es dato más importante y el desafío más complejo para la gestión libertaria: demostrar que la economía arranca y que sea una verdad comprobable aquello de que lo “peor ya pasó”. Nada más importante para Milei que los argentinos comprueben que el sacrificio valió la pena.

Facebook Comments Box

Deja un comentario

Next Post

Homenaje a los policías porteños caídos en cumplimiento del deber

Las autoridades porteñas rindieron homenaje a los agentes de la Policía de la Ciudad caídos en cumplimiento del deber. El acto, encabezado por el jefe del Gobierno, Jorge Macri, se realizó en el cenotafio situado en el barrio de Palermo. El 31 de octubre se conmemora a los uniformados porteños […]
Homenaje a los policías porteños caídos en cumplimiento del deber
error: Content is protected !!