Milei sigue creyendo que el dólar debería estar valiendo entre 900 y 1000 pesos, y no 1375, como cerró viernes pasado.
Milei vuelve a explicar que, después del aumento de los últimos días, no hay razones en la economía real para que la divisa siga subiendo. Descuenta que el incremento no se trasladará a los precios.
Milei sigue confiando en que La Alianza Libertad Avanza ganará en la provincia de Buenos Aires. Primero, dice, lo hará el próximo 7 de septiembre. Después prevalecerá de nuevo, por más diferencia, el 26 de octubre.
Por lo menos todo esto era así hasta ayer, sábado, a la tarde, noche.
Sin embargo, el dato más novedoso no es económico, sino de uno de índole personal.
Porque Milei, de a poco, estaría empezando a comprender, que, para que le vaya mejor, deberá reconocer, primero, sus propios errores, y por supuesto, después, corregirlos.
Un breve párrafo, de Tratando de entender el fenómeno Milei, el libro que acaban de publicar Juan Carlos De Pablo y Ezequiel Burgo, contiene algunas pistas sobre su posible transformación.
Los autores le preguntaron si el de presidente es un trabajo que le pesa, lo agobia o le encanta.
El respondió:
-Si lo analizo en función de la cantidad de horas de trabajo, diría que me encanta. De hecho, una de las muy buenas recomendaciones que me hizo Macri, aunque lamentablemente no le hice caso, es el tema de dormir.
Un poco más adelante le repreguntaron.
-¿Cuántas horas dormís?
– No más de cuatro. A veces cinco.
-¿Tomás algo?
– A veces, Zolpidem. Pero es algo liviano…más de la mitad de los argentinos lo toma.
Enseguida, De Pablo y Burgo, aludieron a su sistema de toma de decisiones, recordando sus fuertes críticas al régimen de China, y cómo las fue relativizando para renovar los préstamos. Lo indagaron así:
-¿Y cómo te llevás con el error?
Milei contestó:
-Si me equivoco, corrijo
Analicemos la primera parte de sus respuestas.
¿Mencionó Milei a Macri, porque quiere ofrecerle un cargo que, al mismo tiempo, sirva, para un mayor entendimiento entre La Libertad Avanza y el Pro?
Porque hay otros dos datos novedosos ahora.
Uno: Ayer, por la noche, Macri le dijo a alguien de su confianza:
“Voy a hacer el último gran esfuerzo para que Javier tenga el mejor resultado electoral posible. Y ojalá que así pueda encarar las reformas estructurales que todavía no pudo hacer y que el país necesita”
El otro dato: Milei y su equipo están afinando la propuesta para Macri.
Una oferta, dicen, imposible de rechazar.
Por supuesto que, para Milei, una cosa es acordar con Pro, dónde y cómo se pueda. Incluso en la Ciudad de Buenos Aires. Pero otra, muy distinta, es habilitar el paquete de leyes cuyo veto ya firmó y que entrará en vigencia el lunes.
Pero de nuevo: ¿qué implicaría, para Milei, aprender de los errores?
Empezar a discernir, por caso, que las herramientas que sirven para un momento preciso, no siempre son efectivas en otro.
Comprender que el uso repetido del mismo recurso, termina perdiendo efectividad, o causando un efecto no deseado.
Va un ejemplo concreto, de lo que sí funciona.
Pocos argentinos sabíamos qué significaba “el principio de imputación de Menger” hasta que Milei lo explicó en una de sus charlas distendidas con Fantino.
Sin embargo, si los esfuerzos para que todos aprendamos principios de economía incluyen todo el tiempo a chistes que aluden a actos de “sometimiento sexual”, como arguyen los puristas, a la larga terminan jugando en contra del emisor.
Algo parecido se podría decir sobre el uso de algunos formatos no tradicionales de comunicación, de los que se vale el presidente y su equipo económico.
La mayoría de las veces son exitosos. Por las siguientes razones:
- El presidente es un economista.
- Está en línea continua y directa con todo el equipo económico, incluido el Banco Central.
- Cada vez que sucede un “evento”, como la suba del dólar de la semana pasada, se juntan todos en la Quinta de Olivos, y durante cinco horas analizan la situación.
- De 20 a 23 revisan la teoría económica. Y de 23 a una de la mañana organizar las decisiones a tomar.
- Más tarde salen a comunicarlo, siempre con las mismas ideas, y casi con las mismas palabras. Y con una clara determinación.
Todo eso es lo que genera credibilidad en casi la mitad de los argentinos en condiciones de votar.
Es más: se trata del mismo activo que le faltó al gobierno de Macri.
Sin embargo, paradójicamente, es el mismo lenguaje y el mismo formato que a veces le hace demasiado ruido al círculo rojo.
Para sintetizarlo con dos ejemplos:
Uno: el equipo económico completo, en el streaming Carajo, el pasado jueves, traspolando el lenguaje preciso y técnico de la economía con el desparpajo para decirlo.
Dos: El ministro Caputo diciendo: “Agarrá los pesos y comprá, no te la pierdas, campeón”.
Es cierto. Caputo lo hizo para insistir con que no hay fundamentos de la economía que convaliden una devaluación brusca.
Pero ahora, con el dólar a 1375, los “econochantas” a los que hace referencia Milei usan el “no te lo pierdas, campeón”, para probar que tenían razón.
Otro ejemplo de buenas decisiones, pero ruido en la comunicación.
El sábado pasado Milei anunció la baja permanente de retenciones a ciertos productos del campo. Lo hizo, en términos generales, en un lenguaje correcto.
Acto seguido fue al estudio móvil de Radio Mitre y no se privó de adjetivar e insultar, como si estuviera hablando con amigos de toda la vida.
Aunque parezca mentira, Milei, hasta este fin de semana, entendía, que, en ambos casos, hacía lo correcto.
“¿Y qué tiene de malo? Le estaba hablando a “públicos distintos”, argumentó.
Pero ayer, puso su certeza en duda cuando le dijeron que la cosa no funcionaría así.
Que, desde hace un tiempo, no importa dónde el presidente hable o quien sea su entrevistador. Porque sus declaraciones aparecen en diferentes dispositivos, casi al mismo tiempo, segundos después del vivo.
Es decir: los portales de los principales diarios, las señales de noticias, y miles de cuentas de redes sociales.
De más está decir que cada uno decodifica el mensaje de mil maneras distintas.
Por ejemplo, cuando Milei, Caputo o Federico Sturzenegger repiten:
“Lo que pasa con el dólar es todo riesgo kuka”
Se refieren, es obvio, a las dudas que persisten sobre si Milei mantendrá el rumbo, o si el populismo kirchnerista regresará.
Y eso es un dato indiscutible.
Como también es indiscutible que influyó en la suba del dólar de los últimos días.