La derrota electoral en Buenos Aires expuso las tensiones en La Libertad Avanza. Karina Milei reafirma su liderazgo mientras Santiago Caputo desafía la conducción. El escándalo en Discapacidad y la reconfiguración del peronismo completan una semana de alto voltaje político.

La semana que culmina dejó al presidente Javier Milei frente a un escenario de máxima tensión política. La contundente derrota en la provincia de Buenos Aires no solo desnudó la fragilidad del armado libertario, sino que profundizó una interna feroz entre los principales actores del oficialismo. En el centro del conflicto, Karina Milei y Santiago Caputo disputan el control de la estrategia política, mientras el escándalo por presuntas coimas en el área de Discapacidad amenaza con escalar judicialmente.
El poder de Karina Milei, eje de la conducción
Tras los resultados adversos del domingo pasado, el mandatario ratificó públicamente a su hermana como jefa política del espacio. “Javier es Karina, Karina es Javier”, publicó el cineasta oficial Santiago Oria, en un gesto que sintetiza la dependencia simbólica y operativa del Presidente respecto a su hermana. La Secretaría General de la Presidencia se convirtió en el núcleo duro del poder, con Karina Milei blindada frente a cualquier intento de desplazamiento.
En paralelo, se lanzó una nueva mesa política para la provincia de Buenos Aires, con figuras del PRO y funcionarios afines a Karina. La exclusión de referentes cercanos a Caputo, como Agustín Romo, evidenció el desplazamiento del consultor de los espacios de decisión.
Caputo, entre la ofensiva y el repliegue
Santiago Caputo, cerebro comunicacional de la campaña libertaria, enfrenta un momento de desgaste. Desde su entorno se deslizó la posibilidad de una renuncia, aunque luego fue desmentida. La embestida contra Karina Milei se canalizó a través de redes sociales y operadores digitales, como “El Gordo Dan”, quien protagonizó una polémica por sus comentarios ofensivos hacia el senador Luis Juez y su hija con discapacidad.
La reacción fue inmediata: Karina Milei se solidarizó con Juez y desautorizó al influencer, mientras Guillermo Francos y Manuel Adorni marcaron distancia del entorno caputista. La disputa por el control de la narrativa oficial se volvió explícita, con acusaciones cruzadas y operaciones mediáticas que dejaron al descubierto la fractura interna.
El escándalo en Discapacidad y los fusibles del poder
El caso de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), revelado por audios del ex titular Diego Spagnuolo, salpica directamente a Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de Karina Milei, y a Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados. Ambos aparecen como posibles fusibles para descomprimir la crisis, aunque el vínculo con la Secretaría General complica cualquier desplazamiento.
La gravedad del caso, que involucra supuestos pagos ilegales por parte de laboratorios y droguerías, amenaza con derivar en una investigación judicial. La oposición exige explicaciones, mientras el oficialismo intenta contener el daño político.
El peronismo, entre la capitalización y la reconfiguración
En paralelo, el peronismo busca capitalizar el traspié libertario. Axel Kicillof emerge como figura ordenadora en la provincia, mientras sectores vinculados a Cristina Kirchner y Sergio Massa analizan escenarios de unidad o confrontación. La derrota de Milei reconfigura el tablero, y la disputa por el liderazgo opositor se intensifica.
Conclusión
La semana dejó a Javier Milei frente a un shock de realidad. La interna libertaria, el escándalo en Discapacidad y la reactivación del peronismo delinean un escenario complejo, donde las decisiones del Presidente serán determinantes para sostener la gobernabilidad. En este contexto, Karina Milei se consolida como el eje del poder, mientras Santiago Caputo redefine su rol. La política argentina, una vez más, se mueve al ritmo de sus propias turbulencias.