Miembros de la Minga indígena comenzaron a organizar su regreso a sus regiones de origen desde las instalaciones de la Universidad Nacional en Bogotá.
Según lo informado, por redes sociales, los participantes se preparan para partir en buses y chivas, tras haber permanecido en el campus universitario desde el pasado 26 de abril.
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De acuerdo con lo reportado, la salida de la Minga indígena se produce luego de su participación en las marchas del 1 de mayo, una jornada que congregó a diversos sectores sociales en la capital.
Durante su estadía en la Universidad Nacional, los integrantes de la Minga llevaron a cabo actividades relacionadas con sus demandas y objetivos, en el marco de su movilización.
El término “Minga” hace referencia a una tradición ancestral de trabajo colectivo, utilizada por los pueblos indígenas para abordar problemáticas comunes. En este caso, los participantes de la Minga indígena se desplazaron hasta Bogotá para visibilizar sus exigencias y planteamientos ante el gobierno y la sociedad, además de apoyar las manifestaciones en conmemoración de Día Internacional del Trabajo .
La logística para el retorno, según los videos difundidos en redes sociales, incluye el uso de buses y chivas, vehículos tradicionales que suelen emplearse en las regiones rurales de Colombia. Estas medidas buscan garantizar el regreso seguro de los integrantes a sus comunidades, tras varios días de movilización en la capital.
La permanencia de la Minga en la Universidad Nacional desde el 26 de abril permitió a los participantes contar con un espacio para coordinar sus actividades y establecer un punto de encuentro.
En la tarde del 1 de mayo, Gustavo Quintero, secretario de Gobierno Distrital, detalló que “desde las 2 de la tarde, personas que vinieron a la ciudad en el marco de la Minga Indígena comenzaron también su retorno a los territorios. Ese proceso se hará durante el día de hoy a lo largo de toda la noche, mañana, viernes, y finalizará durante el fin de semana”.
De acuerdo con sus declaraciones, los únicos puntos activos, hasta ese momento, se encontraban en la calle 34 con Carrera Séptima.
Desde la salida de los primeros vehículos indígenas de la Universidad Nacional, a las 7:40 a.m., no se reportó enfrentamientos, problemas o actos de violencia.
Sin embargo, el paso de la Minga dejó evidencias de alteraciones al orden público en varias zonas de Bogotá, en el 1 de mayo.
Según informó César Restrepo, algunos individuos cometieron actos de vandalismo en diversas estaciones del sistema de transporte masivo Transmilenio. Restrepo aseguró que se identificaron daños en al menos 17 paraderos y seis estaciones, afectando la movilidad de aproximadamente 200.000 pasajeros.
También señaló que este tipo de hechos, atribuibles a personas que “hacen abuso del derecho a la manifestación”, no respetaron las pautas de comportamiento pacífico esperadas durante estas jornadas.
En otro incidente reportado durante la jornada del 1 de mayo, se registró un intento de ataque en las instalaciones de la Universidad Nacional.
Restrepo explicó que “hacia las 6 de la tarde, individuos encapuchados, abusando del espacio universitario, intentaron atacar con artefactos explosivos y bombas incendiarias a la ciudad”.
Este acto no solo generó riesgos para la seguridad pública, sino también para la integridad de los niños de las comunidades indígenas que se encontraban alojados en el campus. Según Restrepo, “la Undemo de la Policía Metropolitana actuó de manera oportuna y profesional, conteniendo el ataque de estos individuos”.
La Minga Indígena, compuesta en su mayoría por comunidades originarias que buscan la defensa de sus derechos colectivos, había llegado a Bogotá como parte de una movilización nacional para exigir sus demandas al Gobierno central.