El Ejecutivo oficializó la transferencia de S/ 132 millones al Ministerio de Salud (Minsa) con el fin de financiar la ejecución del proyecto de inversión pública para el Hospital Antonio Lorena de Cusco, una de las principales obras hospitalarias pendientes en el sur del país.
Decreto Supremo publicado en El Peruano
La medida fue formalizada mediante el Decreto Supremo N.° 192-2025-EF, publicado el sábado 6 de septiembre en una edición extraordinaria del Boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano. El documento establece que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debe transferir un total de S/ 132 millones 043,348 de la fuente de financiamiento denominada Recursos Ordinarios.
Estos fondos se destinarán específicamente al proyecto denominado “Mejoramiento de la capacidad resolutiva de los servicios de salud del Hospital Antonio Lorena Nivel III-1- Cusco”, que busca culminar una obra de larga data cuya paralización ha generado serias críticas en la región.
Procedimiento de ejecución del presupuesto
El decreto precisa que el titular del pliego habilitado, en este caso el Minsa, tiene un plazo de cinco días calendario desde la entrada en vigencia de la norma para aprobar, mediante resolución, la desagregación de los recursos autorizados a nivel programático.
Asimismo, se establece que la Oficina de Presupuesto deberá solicitar a la Dirección General de Presupuesto Público las codificaciones correspondientes, y que las unidades ejecutoras elaboren las “Notas de Modificación Presupuestaria” necesarias. El dispositivo también recuerda que los fondos transferidos no podrán ser destinados a fines distintos a los establecidos en la norma, bajo responsabilidad administrativa.
El respaldo político a la medida
El Decreto Supremo cuenta con la firma de la presidenta de la República, Dina Boluarte, así como del ministro de Economía y Finanzas, Raúl Pérez Reyes Espejo, y del ministro de Salud, César Vásquez Sánchez. Con ello, el Gobierno reafirma su compromiso de destrabar proyectos hospitalarios que forman parte de la estrategia de reactivación económica y de fortalecimiento del sistema de salud en el Perú.
El histórico retraso del Hospital Antonio Lorena
El Hospital Antonio Lorena de Cusco, conocido también como el “hospital de los pobres”, ha estado marcado por un proceso accidentado desde su inicio. El proyecto comenzó en 2010 con una inversión inicial que superaba los S/ 400 millones, pero se vio interrumpido por irregularidades en la concesión y problemas de corrupción vinculados a la empresa brasileña OAS.
A lo largo de más de una década, la población cusqueña ha demandado en reiteradas ocasiones la culminación del nosocomio, pues se trata de un establecimiento de Nivel III-1, es decir, con capacidad para atender especialidades complejas y derivaciones de toda la región sur andina.
Actualmente, el hospital opera en una sede provisional y sus servicios resultan insuficientes para cubrir la demanda de pacientes en Cusco y zonas aledañas como Apurímac, Madre de Dios y Puno.
Importancia para el sistema de salud regional
El reinicio de la obra del Hospital Antonio Lorena es considerado estratégico no solo por la magnitud de la inversión, sino por el impacto que tendrá en la atención sanitaria de más de 1,2 millones de ciudadanos de la región.
Especialistas en gestión pública señalan que este hospital podría convertirse en un referente médico en el sur del país, permitiendo descentralizar la atención de casos complejos que actualmente deben ser derivados a Lima o Arequipa. Además, la culminación de la obra significaría un alivio frente a emergencias como brotes epidemiológicos o la atención de enfermedades crónicas que requieren infraestructura moderna.
Retos para garantizar la culminación de la obra
Pese al anuncio de esta nueva transferencia, organizaciones de la sociedad civil y gremios médicos han advertido que no basta con asignar recursos, sino que se requiere un riguroso seguimiento a la ejecución del presupuesto.
En ocasiones anteriores, los desembolsos económicos no lograron traducirse en avances significativos debido a problemas en la gestión del proyecto, arbitrajes contractuales y deficiencias técnicas. En este sentido, se espera que el Minsa implemente mecanismos de control más estrictos para evitar nuevos retrasos.
Una obra emblemática para la reactivación económica
La transferencia de partidas también se enmarca dentro de la estrategia del Ejecutivo para impulsar la reactivación económica. La construcción del hospital generará puestos de trabajo directos e indirectos en el Cusco, además de dinamizar la cadena de proveedores locales.
De acuerdo con proyecciones oficiales, la obra culminada debería contar con más de 500 camas hospitalarias, unidades de cuidados intensivos, áreas quirúrgicas especializadas y equipos de última tecnología, lo que representa un salto cualitativo para la atención médica en la región.