Un destello de la saga de Star Wars, la silueta inconfundible de Indiana Jones, o la fugaz estela de Regreso al futuro: imágenes que evocan décadas de historia cinematográfica, firmadas por la mano de Drew Struzan. Según publicó la cuenta oficial del artista en Instagram, Struzan falleció el pasado lunes a los 78 años, dejando tras de sí un legado que transformó el arte del cartel de cine en una disciplina propia y reverenciada. El anuncio fue acompañado por un mensaje de su colaborador y amigo, Greg Aronowitz, en el que se menciona: “Es importante que todos sepan cuántas veces expresó la alegría que sentía al saber cuánto apreciaban su arte”.
La noticia provocó una reacción inmediata entre los grandes nombres de la industria, que no tardaron en recordar la influencia de Struzan en la cultura popular. Steven Spielberg, frecuente colaborador, destacó en un comunicado recogido por la prensa: “Sus posters convertían muchas de nuestras películas en destinos, y un solo vistazo a su imaginería fotorrealista reaviva recuerdos y emociones ligados a nuestro propio paso por el tiempo.” La misma imagen icónica de E.T. sobre la bicicleta —creada para el cartel de la película— ha perdurado en la memoria colectiva por décadas, asociada de inmediato al trazo y color característicos de Struzan.
Originario de Oregon City, Struzan se formó en el ArtCenter College of Design de Pasadena, en donde ya vendía obras y aceptaba pequeños encargos para costear sus estudios. Su llegada a Los Ángeles marcó el inicio formal de su carrera profesional, cuando fue contratado como artista local en Pacific Eye & Ear bajo la dirección de Ernie Cefalu. Según narra la historia de la editorial de arte, durante aquella etapa diseñó portadas de discos para formaciones como The Beach Boys, Bee Gees y Earth, Wind & Fire, y cobró notoriedad por ilustrar la cubierta del álbum Welcome to My Nightmare de Alice Cooper. Su incursión en la gran pantalla ocurrió en 1975, cuando comenzó a pintar carteles para películas de bajo presupuesto, entre ellas Empire of the Ants y Squirm.
El salto al estrellato internacional llegó tres años más tarde, tras ser invitado por el artista Charles White III y por David Weitzner, vicepresidente de publicidad de 20th Century Fox, para colaborar en el diseño del cartel del relanzamiento de Star Wars en 1978. Struzan se encargó de retratar a los personajes humanos en óleo, mientras White pintaba los detalles mecánicos de la nave y los androides. Según recuerda la crónica citada en la prensa y ratificada por el propio Struzan, esa colaboración marcó el inicio de una nueva era en el diseño de afiches cinematográficos, rápidamente seguido por trabajos en títulos como Blade Runner, Indiana Jones y la última cruzada, El príncipe de Zamunda, Los Goonies y La película de los Teleñecos.
Parte importante en el éxito de Hollywood
Durante los años 2000, Struzan fue convocado nuevamente por Spielberg para ilustrar el cartel de Indiana Jones y la calavera de cristal antes de anunciar su retiro en 2008. Su retiro solo fue interrumpido en pocas ocasiones: diseñó pósteres para proyectos como La torre oscura de Stephen King, Star Wars: El despertar de la fuerza o la trilogía animada Cómo entrenar a tu dragón. “Drew hacía arte para eventos —declaró Steven Spielberg—. Nadie dibujaba como Drew.” Un reconocimiento similar llegó desde George Lucas, quien definió a Struzan como “un artista de primer orden” y añadió: “Sus ilustraciones capturaban la emoción, el tono y el espíritu de cada una de mis películas. Su creatividad abrió un mundo vibrante en un solo trazo… incluso con solo un vistazo.”
En 2013, su vida y trabajo fueron el foco del documental Drew: The Man Behind The Poster, dirigido por Erik Sharkey, en el que George Lucas, Steven Spielberg y Harrison Ford profundizan en la incidencia del artista en Hollywood. El documental explora su método: meticuloso en la búsqueda de las mejores imágenes de actores y escenas, detallista en la selección de paletas cromáticas y en la composición, siempre buscando el punto de apertura visual y sensorial para el espectador. En declaraciones recogidas por Slashfilm en 2021, Struzan expuso su motivación: “El arte es más que contar una historia. Busco transmitir al público un sentimiento, una esperanza. Consulto al director, entiendo lo que quiere comunicar y traduzco eso en mi pintura. Creo que he hecho un buen trabajo cuando la obra no se cierra sobre una explicación única, sino que deja espacio a la interpretación”.