
El bloqueo informativo impuesto por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) tras la ocupación de El Fasher ha dejado, según reportó Sudan Tribune, a varios periodistas desaparecidos y al menos dos comunicadores víctimas de homicidio en la ciudad. Este hecho fue confirmado recientemente por las autoridades sudanesas, que atribuyen el asesinato del director regional de la Agencia de Noticias de Sudán (Suna), Taj al Sir Mohamed Suleiman, y de su hermano, a miembros de ese grupo paramilitar. Ambos hombres perdieron la vida cuando fueron atacados dentro de su residencia del barrio Al Daraja, poco después de haber sido reportados desaparecidos tras la entrada de las RSF, ocurrida hace un mes, luego de un asedio que duró cerca de un año y medio.
La noticia de estos asesinatos ha generado un llamado urgente por parte del ministro de Cultura, Información y Turismo de Sudán, Khaled al Aisir, quien instó a la intervención de organizaciones internacionales para salvaguardar la integridad física de los periodistas. Según detalló Sudan Tribune, el ministro expresó su preocupación por la seguridad de los trabajadores de los medios y subrayó la necesidad de acciones concretas por parte de la comunidad internacional ante el agravamiento de la represión informativa.
El medio Sudan Tribune consignó que, a raíz del control paramilitar sobre El Fasher establecido el 26 de octubre, al menos cuatro periodistas más—Magdi Youssef, Mohamed Hussein Shalabi, Atta Mohamed e Ismail Mohamed Ahmed—continúan desaparecidos. Desde la consolidación del dominio de las RSF, se ha denunciado la imposición de un “apagón informativo”, acentuado por la incautación de todos los equipos ligados a la conectividad de internet satelital mediante la red Starlink. Esta medida afecta de forma directa a la circulación de noticias y restringe la capacidad de los habitantes y medios locales de acceder o difundir información.
Según informó la agencia Suna, Taj al Sir Mohamed Suleiman fue señalado como un profesional comprometido con los valores éticos y la misión informativa de la institución. Tras confirmar la muerte de Suleiman y su hermano, Suna resaltó el riesgo constante que enfrentan los periodistas y otros trabajadores de medios en el contexto actual de Darfur Norte.
Además, Sudan Tribune detalló que la acción represiva no se ha limitado a la violencia directa, sino que también incluye la detención de un número indeterminado de periodistas en Nyala, capital de Darfur Sur, donde las RSF mantienen bajo custodia a profesionales de la comunicación. El ministro al Aisir declaró a Sudan Tribune que estas personas aún no han podido ser localizadas ni se ha obtenido información sobre su situación legal o física.
El agravamiento de las amenazas contra la prensa en Darfur Norte ocurre en el marco de la guerra interna entre las RSF y las fuerzas regulares del ejército sudanés, un enfrentamiento que se remonta a las diferencias sobre la integración del grupo paramilitar en las estructuras estatales tras la caída del régimen de Omar Hasán al Bashir en 2019. El posterior derrocamiento del primer ministro Abdalá Hamdok en 2021 interrumpió el proceso de transición y profundizó la inestabilidad política, dificultando la protección de los derechos humanos y el ejercicio del periodismo independiente.
Sudan Tribune enfatizó que la propagación de la violencia y la censura no solo afecta el flujo de información, sino que también agrava una crisis humanitaria catalogada como una de las más graves del mundo. Diversos actores internacionales han intervenido en el conflicto, alimentando la polarización y complicando los esfuerzos de mediación. El resultado, según consignó el mismo medio, es el desplazamiento de millones de personas, la propagación de enfermedades y el daño severo a infraestructuras esenciales para la subsistencia de la población afectada.
En este panorama, las constantes denuncias de desapariciones y amenazas contra comunicadores, el bloqueo de las telecomunicaciones y la confiscación de tecnologías de acceso a la red han generado preocupación entre organismos de derechos humanos y la comunidad internacional. La situación en El Fasher, tal como advirtió Sudan Tribune, ilustra la utilización del control informativo como herramienta para consolidar el poder de las RSF y restringir cualquier intento de denuncia o documentación independiente de los acontecimientos en Darfur Norte.
Las autoridades sudanesas y medios como Suna han reiterado el papel central de los periodistas en la provisión de información veraz y la importancia de su protección. El ministro Khaled al Aisir expresó sus condolencias por la muerte del director local de Suna y remarcó la trascendencia de investigar los ataques contra los trabajadores de los medios y de poner fin a la represión contra la prensa.
La escalada de violencia y la censura implementada en la región han acrecentado el riesgo al que se enfrentan los profesionales de la información. Sudan Tribune reportó que la situación va más allá de los atentados individuales y sigue impactando en la capacidad de la sociedad civil para acceder a datos confiables, dificultando la labor de ayuda humanitaria y la documentación de violaciones a los derechos humanos en el contexto del conflicto.
El escenario en Darfur Norte y Sur, conforme se desprende de los reportes de Sudan Tribune y Suna, presenta un retroceso alarmante en materia de libertades informativas y pone de manifiesto la vulnerabilidad de quienes trabajan en la comunicación en escenarios de violencia armada y crisis política persistente.
