El conductor del autobús, un joven de 23 años que sigue con vida y se encuentra bajo custodia policial, enfrenta una investigación por presuntas imprudencias al volante y exceso de velocidad. Según las autoridades, este conductor podría afrontar cargos por homicidio en accidente de tráfico y conducción temeraria si se confirman las sospechas iniciales. Este es el foco de las pesquisas que intentan esclarecer el fatal accidente ocurrido en una carretera cercana a la ciudad de Cochabamba, en el este de Bolivia.
El siniestro, reportó El Deber, se produjo cuando un autobús se precipitó aproximadamente 600 metros por un barranco tras perder el control en una zona de curvas pronunciadas y baja visibilidad. Al menos 16 personas perdieron la vida y otras 20 resultaron heridas en este incidente, según confirmó la Policía de Tráfico de Bolivia. Los agentes relataron que la magnitud del accidente provocó que el vehículo quedara completamente destruido, y varios pasajeros permanecieron atrapados entre los restos.
De acuerdo con el diario boliviano El Deber, los habitantes de las comunidades aledañas fueron los primeros en aproximarse al lugar tras la caída del autobús. Estos vecinos colaboraron con la asistencia inicial, en momentos en que la ayuda oficial aún no llegaba. La rápida respuesta local permitió que algunos heridos recibieran atención antes de que arribaran los equipos de emergencia.
El medio El Deber detalló que entre las principales líneas de investigación se encuentra la cantidad de pasajeros que transportaba el autobús en el momento de la tragedia. Fuentes policiales consultadas indicaron que el número de personas a bordo superaba el límite autorizado para este tipo de vehículos, lo que podría haber influido en la pérdida de control.
Además, la Policía de Tráfico remarcó al medio que el conductor, tras sobrevivir al siniestro, es objeto de indagaciones que buscan establecer si manejaba a una velocidad superior a la permitida y si actuó con negligencia, hechos que podrían agravar su responsabilidad penal. En ese contexto, la Fiscalía local ha participado activamente en la recopilación de pruebas y en la observación de los procedimientos forenses.
El Deber consignó que equipos de Bomberos, Policía y Fiscalía se desplazaron al sitio del suceso para auxiliar a las víctimas, recuperar los cuerpos y comenzar las diligencias legales y periciales correspondientes. Las autoridades aún no han divulgado un informe definitivo sobre el número exacto de víctimas mortales ni un parte completo de las personas hospitalizadas, por lo que se espera una actualización oficial de la cifra de afectados.
Las personas trasladadas con heridas permanecen internadas en centros médicos de la región de Cochabamba. Según informa El Deber, su estado varía entre grave y estable, y los servicios de salud locales permanecen en alerta para atender las posibles complicaciones derivadas del accidente.
El accidente ha generado un fuerte impacto en la región, donde este tipo de incidentes asociados al exceso de velocidad y al sobrecupo en transportes públicos han registrado antecedentes en años recientes. Por ahora, las investigaciones se centran en esclarecer las causas y responsabilidades de este episodio, mientras familiares y vecinos esperan respuestas de las autoridades respecto al desarrollo de las pesquisas y al estado de los heridos.
