La evaluación de la estructura de la bodega afectada y la identificación de los materiales almacenados en su interior se convirtieron en acciones prioritarias para el personal de Protección Civil tras el impacto de un jet privado modelo Cessna Citation III en San Pedro Totolpec, en el Estado de México. De acuerdo con la información publicada por la prensa nacional, el accidente ocurrió la tarde del lunes en las cercanías del aeropuerto de Toluca y provocó la muerte de diez personas, entre ellas tres menores, quienes ocupaban la aeronave con matrícula XA-PRO. Las labores se orientaron a descartar la presencia de sustancias peligrosas adicionales y prevenir nuevos riesgos para la comunidad, mientras se mantenía acordonada la zona.
Según detalló la cobertura periodística y Protección Civil, una de las primeras medidas tomadas consistió en la instalación de un perímetro de seguridad ante la posible presencia de gases tóxicos en el lugar del accidente. Ante esa amenaza, las autoridades ordenaron la evacuación inmediata de residentes que habitaban cerca de la bodega donde se registró el impacto, con la finalidad de limitar su exposición a elementos potencialmente dañinos provenientes tanto del combustible disperso como de otros materiales almacenados. El accidente también generó una rápida reacción de los servicios de emergencia, quienes coordinaron la intervención de los cuerpos de bomberos, brigadas de Protección Civil y la policía local.
La aeronave había despegado de Acapulco y sufrió una abrupta pérdida de altitud antes de chocar contra una bodega industrial desocupada, próxima a la terminal aérea, según consignó el medio consultado. A bordo viajaban ocho pasajeros y dos tripulantes, quienes fallecieron en el siniestro. La prensa reportó que en el momento del accidente no había personas trabajando en la bodega, lo que evitó que se produjeran víctimas o heridos adicionales en tierra.
Frente a la magnitud de la emergencia, los bomberos arribaron como primeros respondientes y lograron contener el incendio ocasionado por la colisión. El fuego representaba un riesgo elevado debido a la presencia de materiales combustibles, pero los cuerpos de emergencia lograron limitar su propagación y eliminar el riesgo de explosión. Durante varias horas, el personal especializado se mantuvo vigilante para garantizar la extinción completa de residuos inflamables y prevenir la aparición de fuegos secundarios. La acción coordinada de los equipos de rescate permitió mantener bajo control la situación y mitigar el impacto ambiental del accidente.
Protección Civil, según recogieron las publicaciones periodísticas, asumió la responsabilidad de establecer barreras de acceso, permitiendo que solo personal autorizado ingresara a la zona afectada. Estas restricciones facilitaban el avance de la limpieza y descontaminación, y ayudaban a proteger a la población de posibles residuos tóxicos derivados del combustible. El personal evacuó a las familias inmediatas, instruyéndolas para que permanecieran fuera del perímetro definido hasta que los estudios ambientales garantizaran condiciones seguras para su retorno.
Respecto a la operación de seguridad pública, la policía local colaboró en la restricción del tránsito en las vías cercanas y reforzó la vigilancia durante todas las fases del operativo. Las acciones se mantuvieron hasta la conclusión de los trabajos de campo y la validación de que no existieran riesgos remanentes para los residentes.
Sobre la composición de las víctimas, los reportes de Protección Civil indicaron que entre las personas fallecidas se contaban cuatro mujeres, seis hombres y al menos tres menores de edad. El suceso generó conmoción en San Pedro Totolpec y produjo reacciones de lamento en la comunidad, afectada directamente por la tragedia.
Respecto a las posibles causas del accidente, tanto las autoridades como expertos en aeronáutica señalados por la prensa aclararon que la investigación seguía abierta. Los análisis abarcaron tanto fallas mecánicas como condiciones meteorológicas adversas, así como el examen de información técnica proporcionada por los sistemas del avión. Protección Civil y organismos vinculados a la seguridad aeroportuaria mantuvieron su enfoque en recoger evidencia suficiente antes de emitir conclusiones sobre lo ocurrido. El medio detalló que los resultados se darán a conocer una vez que finalicen las revisiones necesarias de todos los registros y materiales involucrados.
Las instancias participantes del operativo solicitaron a la comunidad mantener la calma y colaborar en todo momento con las indicaciones emitidas por el personal de Protección Civil y bomberos. La permanencia de restricciones al acceso y la circulación en torno al área del accidente se mantuvo vigente tras extinguirse el incendio, mientras continuaban las inspecciones y verificaciones ambientales. El objetivo fue garantizar que no persistieran amenazas vinculadas tanto a residuos tóxicos como a posibles daños estructurales en la bodega.
Medios especializados reseñaron el desarrollo de la operación de emergencia, subrayando la importancia de una acción interinstitucional y de la aplicación de protocolos específicos para accidentes aéreos en zonas densamente pobladas. La rápida intervención contribuyó a impedir daños colaterales en otras propiedades y en áreas residenciales cercanas al aeropuerto de Toluca, según distintos informes recopilados.
Al cierre de las maniobras iniciales, la prioridad institucional giró hacia la vigilancia ambiental y la certificación de que los niveles de contaminación en la zona fueran seguros para la vida comunitaria. Protección Civil y la policía local reforzaron mensajes dirigidos a la población, solicitando atención a las recomendaciones de seguridad mientras persistieran los estudios y el saneamiento total del área. Según reiteraron los reportes de prensa, el trabajo conjunto de bomberos, Protección Civil, policías y técnicos permitió controlar los riesgos inmediatos y avanzar en la identificación de las causas que derivaron en el accidente.
La investigación técnica sigue su curso e incluye el estudio minucioso de los registros del avión y la evaluación de los daños estructurales, con la meta de clarificar las razones detrás del desplome de la aeronave que resultó en la muerte de todos sus ocupantes.
