
Al menos tres personas han muerto este lunes a causa de ataques ejecutados por el Ejército de Ucrania contra la región rusa de Briansk y una localidad en la provincia ucraniana de Donetsk bajo control de las tropas rusas en el marco de la invasión desatada en febrero de 2022.
El gobernador de Briansk, Alexander Bogomaz, ha indicado en un comunicado en Telegram que una persona ha muerto a causa del impacto de un dron contra «un minibús que trasladaba a civiles en la localidad de Pohar». «A causa de las acciones terroristas de los nazis ucranianos, el conductor murió en el acto y cinco pasajeros resultaron heridos».
«El régimen de Kiev sigue cometiendo crímenes inhumanos contra civiles», ha afirmado, antes de recalcar que lo sucedido fue «otro ataque bárbaro» y trasladar sus condolencias a los familiares del fallecido y desear una pronta recuperación a los heridos.
Asimismo, el gobernador prorruso de Donetsk, Denis Pushilin, ha apuntado que dos mujeres, «nacidas en 1927 y 1953», han muerto en otro ataque con drones contra Leninski. «Mis condolencias a las familias y amigos de las víctimas», ha zanjado.
Por otra parte, las autoridades de Rusia han anunciado este mismo lunes el derribo de cerca de 200 drones lanzados por el Ejército de Ucrania, incluidos 40 en la región de Moscú, una cifra que incluye alrededor de 35 que «volaban hacia Moscú», sin que por ahora haya detalles sobre víctimas o daños materiales en la ciudad.
El Ministerio de Defensa ruso ha afirmado en un comunicado en su cuenta en Telegram que durante las últimas horas han sido destruidos 193 aparatos no tripulados ucranianos, entre ellos 47 en Briansk, 42 en Kaluga y 40 en la región de Moscú, con 34 de ellos dirigiéndose hacia la capital.
Asimismo, ha especificado que otros 32 drones han sido derribados en Tula, a los que se suman diez en Kursk, siete en Oriol, cuatro en Rostov y Vorónezh, dos en Orenburgo y Tambov, y uno en Bélgorod, Lípetsk y Samara, sin que Ucrania se haya pronunciado por ahora sobre los objetivos de estos ataques.